Aprendiendo mucho con cada nueva construcción y la experiencia que han adquirido en los últimos 26 años, 46 embarcaciones después, Perini Navi bota con bombo y platillo, el velero de 56 metros bautizado como “Riela”, esta nave es poesía flotante, cada detalle cuidado al borde de la obsesión, una línea delicada, elegante y fluida que nos lleva de popa a proa con la elegancia que caracteriza a este astillero italiano.

El exterior, limpio y sencillo, es un lugar en el que se puede disfrutar tanto de la navegación como de una agradable tarde al aire libre, con sus espaciosos y bien trazados pasillos y escaleras.

Con un jacuzzi al aire libre, tres áreas para sentarse, cada una con una mesa (dos a babor y una a
estribor) y en la parte más adelantada dos puestos de mando uno en cada costado.

 

 


La cubierta principal es la más amplia y espaciosa. Los dos amplios pasillos convergen en la proa en donde se amplían para dar espacio a los dos garajes para tenders, uno en cada costado, y culminan, como en los grandes veleros, en una proa bastante afilada.

La parte de popa tiene una plataforma de nado extensible y que da acceso al agua desde la cubierta principal, mecanismo bastante ingenioso. En el costado de babor, cerca de la popa, encontramos otra plataforma extensible que también nos da acceso al agua.

La parte interior de la cubierta principal, de popa a proa nos conduce a través de amplios espacios a un lounge exterior cubierto, que se encuentra tres peldaños por debajo del nivel general de esta cubierta.

 

 


Hacia la proa encontramos el comedor para ocho personas a estribor y un bar, junto con una pequeña sala a babor, todo en esta sección está en tonos contrastantes, entre colores claros y obscuros. Unos pasos más adelante encontramos el puente de mando principal.
Todo el interior fue diseñado por Rémi Tessier, un arquitecto de 45 años, francés prácticamente autodidacta con un gusto excepcional que reflejó perfectamente en este interior, sobrio, moderno, elegante y limpio.

 

 

 

El camarote del dueño es una exquisitez aprovechando la mayor manga justo al centro del yate, de babor a estribor encontramos un baño con tina y regaderas separadas, lavamanos para él/ella, saliendo del baño encontramos un vestidor amplísimo, pasando una puerta entramos al camarote que cuenta con una cama matrimonial orientada hacia popa, frente a la cama un baúl y más adelante un sillón doble orientado hacia la proa, como cabecera del sillón hay un espejo que, como mencioné anteriormente, sirve de escondite para una pantalla. A estribor encontramos un tocador.

 

 


Los camarotes de tripulación son cuatro, el primero a babor es del capitán, con cama matrimonial y baño propio, en el otro costado un camarote con una litera y otra cama individual y un baño propio también. Totalmente en la proa se ubican dos camarotes gemelos con literas y baño propio. Otro camarote se localiza en esta cubierta en la popa a babor.

 

 


Sin lugar a dudas, Perini Navi es un astillero que tiene una estrategia fácil de decir pero difícil de llevar a cabo, atención al cliente y calidad al máximo, una combinación que le ha valido tener una participación del 40% de los veleros superiores a 150 pies. Y los ha llevado a explorar un nicho nuevo, los yates a motor, pero esto vendrá en el futuro.

 

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Texto: Edmundo A. Eguiarte ± Foto: Cortesía Perini Navi S.p.a./ Aleksander Pinel, G. Sargentini