Cuando nos remontamos a lugares que se distinguen por su tradición náutica, Holanda viene a nuestra mente y como cuna de este astillero, nos da un sustento para afirmar que éste es uno que se sirve de la tradición del lugar para hacer embarcaciones que se apeguen a los tres pilares de la marca: Pasión, desempeño y perfección, que desde 1978 han sido la regla en Heesen Yachts y que han dejado satisfechos a los dueños de los más de 150 yates
que han sido botados de este astillero.

 

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Gracias a ello y como todo barco de esta envergadura, “Man of Steel” fue confeccionado minuciosamente siguiendo cada instrucción del dueño, una tarea gigante para el grupo de diseñadores, ingenieros y evidentemente para el propio dueño, labor que culminó con éxito para dar paso a un yate de estas dimensiones.

Con la ironía del nombre (Hombre de Acero) y el material, tanto de la superestructura como del casco (aluminio), este gigante de casi 37 metros surca los mares con gracia y agilidad, sin esfuerzos; en parte por el diseño del casco y, por el otro lado, gracias al excelente cuerpo técnico del astillero que hicieron la selección precisa de motores, estabilizadores y un diseño aportado por Omega Architects.

 

 

 

Entrando más a detalle, la cubierta inferior está compuesta en la proa por los camarotes de tripulación a babor, uno con cama individual; a estribor, uno con cama matrimonial y un poco más hacia la popa, otro más con literas individuales, todos con baño propio. El personal tiene una escalera independiente.
La parte de invitados se ubica más hacia el centro de la nave, justo después de una pared donde lo primero que encontramos es un camarote a estribor con dos literas de camas individuales, que dan cabida a cuatro invitados. Este camarote tiene baño propio.

Lo siguiente hacia la popa son los otros dos camarotes VIP, uno a babor y otro a estribor, los cuales cuentan con camas matrimoniales y baño propio -más amplio que el del otro camarote- y mayor espacio para almacenar. Tras una pared con aislante acústico, encontramos la sala de máquinas y, por último, el garaje que tiene espacio para una tender y una moto de agua.

El siguiente nivel es el de la cubierta principal, de popa a proa subiendo las dos escalinatas, que nos conducen a esta cubierta. Desde atrás encontramos una mesa elíptica, que puede acomodar a cuando menos diez personas, y más adelante encontramos unas puertas de cristal corredizas que nos dan acceso al salón y justo por fuera, en el costado de babor, un detalle elegante y poco común, una escalera circular que nos da acceso al puente elevado.

 

 

Una vez dentro del salón, encontramos un área tipo lounge que cuenta con un sillón corrido que une dos formas básicas, un medio círculo junto con una línea recta y frente a él una mesa, al otro costado encontramos tres sillones individuales y dos mesas
entre ellos, con forma de elipse.

El siguiente espacio es el comedor, que tiene también un sillón muy amplio y una mesa con espacio para ocho personas. Predomina la madera de tonos intermedios con muchas vetas, tanto en pisos como en paredes, y las tonalidades en los colores que van desde el púrpura hasta el rojo oscuro, algo poco común, en donde generalmente se ocupan colores neutros.

Siguiendo el camino hacia la proa, encontramos las puertas que nos dan acceso tanto al puesto de control como al camarote principal. La cabina de control es el sueño dorado para un capitán, con todo el equipamiento disponible, con una visibilidad excepcional y con la comodidad para comandar el yate, sin importar el destino o travesía.

 

 

El camarote principal es un lugar en donde el sentimiento de bienestar y de tranquilidad se apodera de nosotros. Gracias a la combinación de colores, texturas e iluminación podemos decir que es un lugar en donde se descansa en el mismo instante en el que se entra.

Los colores café, beige y rojo predominan y con algunos toques de verde. Las lámparas juegan un papel importante, a la par de todo el resto de la iluminación, inclusive el baño es un lugar para dejarse consentir con toda tranquilidad. El espacio es también importante y pensando en ello, este camarote incluido el baño, aprovechan toda la amplitud de la manga de este hermoso yate.

Por último, y no por eso menos importante, hablemos del puente elevado el cual es un área para los auténticos sibaritas, desde la imponente vista ya sea del puerto o del mar abierto, anclado o en movimiento.

 

 

Este es un sitio para disfrutar de la libertad, de los elementos que nos rodean, protegidos del sol por el techo rígido o dejándonos acariciar por la luz del sol o de la luna y el titilar de las estrellas, solos o acompañados, aquí se puede disfrutar de una excelente cena, un elegante cóctel o un refrigerio a media tarde, ya que cuenta con una mesa a estribor, un bar a babor, fábrica de hielo, refrigerador y una cava refrigerada.

Hacia la popa encontramos, subiendo tres escalones, un cómodo jacuzzi que es el toque perfecto para esta cubierta, además se puede disfrutar al capitanear la embarcación -o ver cómo lo hace alguien experimentado- ya que aquí hay un segundo puesto de mando.

 

 

Características

Eslora

36.80 m / 120’ 9”

Manga

7.50 m / 24’ 7”

Calado

2.20 m / 7’ 2”

Capacidad de combustible

32,933 l / 8,700 gal

Capacidad de agua

7,939 l / 2,100 gal

Desplazamiento

150,000 kg / 330,700 lb

Motores

2 X MTU 16V 4000 M90

2 X 3648 HP

Autonomía

2,000 Millas Náuticas (3,704 km)

Velocidad máxima

31 nudos/Knots (57.41 km/h aprox.)

 

Texto: Edmundo A. Eguiarte ± Foto: Cortesía Heesen Yachts