La ciudad de la luz

Día 1:

No lo podía creer, estaba estática, casi congelada, el vuelo vía AirFrance a la ciudad de la luz se me antojo demasiado largo, tal vez por la anticipación del viaje, o quizá porque esta vez vería un Paris diferente. El vuelo de 14 horas quedo olvidado cuando llegue al Charles de Gaulle, el cual parecía una gran fiesta, y todos estaban invitados: gritos, acentos, pasos rápidos, personas queriendo llegar a su destino final y ver a sus seres queridos. El aire era helado, “Bienvenida tu Paris de 1°C” pensé, mientras caminaba hacia un hombrecito sosteniendo un letrero del Ritz con mi nombre escrito en letra apresurada. Parecía una réplica del inspector Clouseau. Ahí estaba Paris a los pies de quien fuera lo suficientemente educado como para introducirse cortésmente a ella,  lista para confiarle sus secretos sin pensarlo dos veces. Miré por la ventana y pensé que en cuanto llegara al hotel debería llamarle a mis amigos e ir a cenar al “Au Pied de Cochon” solo para terminar de formalizar los lazos con la ciudad. Llegamos al 15 de la Place Vendôme, y después de hacer un dinámico check-in abrí la puerta del cuarto. Coco Chanel vivió en el Ritz por un tiempo, y yo estaba por quedarme 5 días en lo que sería su espacio más íntimo durante este periodo. “El Ritz es mi hogar” dije citándola. Todo estaba en su lugar, las flores, los pastelillos complementarios, y la vista…Si observa por la ventana, puede ver la alfombra de lucecitas que componen Paris, el domo de la imponente Place Vendôme, y si tiene la suerte de estar en diciembre, la nieve, casi acomodada a mano copo por copo. 

 

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Me di un baño e inicie el protocolo de llamar a mis amigos, que llegaron a las 21:00 por mí. Si me lo preguntasen, no hay mejor lugar que este para compartir una noche Parisina con amigos, el broche de oro para las perfectas 24 horas:6, RueCoquillière El menú, a cargo del Chef ChristopheQuinart-Gouretes una delicia gourmet, el Plateau Royal es la entrada justa para compartir, seguido por la tradicional Soupe à l’oignon gratinée (Si no la hubiese pedido mi abuelo jamás me lo perdonaría), como plato principal el Pluma Pata Negra Ibérique y para cerrar el Fameux Baba Au Rhum Ambré con el Café Gourmand que te provoca querer raptar al pâtissier. Todo esto acompañado por un Saint Emilion Grand CruChâteau Haut Veyrac. Textualizando la inmortal frase de esa noche “ Que n sárretepas le vin!” 

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Día 2:

El amor entra por los ojos, y mi recomendación es que el desayuno sea tomado en Ladureé. Paris nos cobija con sus pequeños café y agradables restaurantes boutique, reducidos locales que parecen tan íntimos. Fundada en 1862 esta pastelería estaba ubicada en la rue Royal al 16, tras un incendio fue resituada y nuevamente construida. Con su arquitectura francesa y grandes ventanales, esta tienda guarda dentro de sus puertas pequeños “pedacitos” de cielo, listos para salir de sus refinados anaqueles en el momento que lo dispongamos. Mi personal favorito es el Fraisier, aunque si no es amante de las fresas, el Religieuses es exactamente lo que implica su nombre, acompañado por un café au lait; sin embargo, algo con lo que no puede dejar de salir de esta pequeña y hermosa boulangerie son sus macarrones, que no tienen comparación. Los de chocolate con cereza son una visión, aunado a esto está el de caramelo con mantequilla, frutos rojos, flor de naranjo y mi personal favorito, mango con jazmín. Son perfectos acompañantes para una fría mañana parisina, y me hacen olvidar por un momento que estoy lista para ir a uno de los destinos más emblemáticos de la capital Francesa, Notre Dame. 

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Es una mañana donde la nieve brilla por los rayos del sol, haciendo de esta preciosa estructura una imponente declaración de aquello a lo que ha sido testigo. Ahí, rodeada por las aguas del río Sena, le doy el titulo de una de las iglesias más hermosas de estilo gótico que he visto. Camino por sus pasillos y veo el órgano Caville-Cole, para un organista una de las mayores aspiraciones en su vida, es tocar en el. Me siento por un momento en uno de sus reclinatorios y recuerdo que la coronación de Enrique VIII ocurrió justo aquí cuando la guerra de los cien años, la coronación de Napoleón Bonaparte 4 centenarios después y la beatificación de Juana de Arco...todo aquí. Todos separados por esa relatividad de tiempo-espacio; Ya entiendo porque Víctor Hugo escribió de ella, la catedral, está viva. Salgo de Notre Dame, y miro el reloj, las 11:00 am, ¡justo a tiempo! De compras a Rue Montaigne: Lugar donde se encuentran las mejores tiendas en Paris. Aunado a los Campos Eliseos y Rue Royal, con la que comparte su prestigio.

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Día 3:

Para empezar un día lleno de lujo, la mejor opción es el SPA en el George V Four Seasons. Del cuál es fácil enamorarse; Ambientado con un estilo del siglo XVIII, su construcción fue realizada mediante una exhaustiva  selección de los materiales más delicados y finos, asegurando un resultado asombroso, cuenta con los mejores estilistas de la ciudad, y a decir verdad no podía ir a Versalles sin presentarme digna para la ocasión. Evocar a Marie Antoinette es volver al París de sus autores, los cuadros dispuestos, joyas que hablan, sus recamarás y pasillos, ayudan a regresar a su esencia. Llegue a la ciudad por la noche, más que lista para ir a Fouquet’s, una gema gastronómica de la ciudad de la luz a cargo del chef Jean-Yves Leuranguer, que transporta el paladar con sus platillos insignia como lo son: ceviche de thon au citron vert, jus de carambole poivrée, lotte en blanquette de noix de coco et tamarin. Más que felices por la visita, estábamos listos para tomar la ciudad como tormenta, esta noche es para disfrutar.

 

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 ¡Hacia el Moulin Rouge y Crazy Horse nos vamos! Y es que, para fanáticos de lo bohemio y la Belle Epoque, esta, es una parada forzosa. Sin embargo, la noche no termina ahí, pues lo actual en Paris, son las fiestas en sus catacumbas, por las cuales se ingresa en Arrondissement 14, en la Plaza Denfert-Rochereau Nos volvemos a topar, con la inevitable historia que se encuentra en cada rincón de la ciudad, de los cuáles estos túneles subterráneos tienen mucho que contar: su inmortalización en Les Miserable, la usanza por  los miembros de la Resistencia, y su participación en la segunda guerra mundial. En las catacumbas sin duda, se escuchan los cantares de Paris.  

Día 4:

Miraba el simbólico biombo de Chanel mientras me preguntaba si era cierto que en su momento ella fue una espía, cuando sonó el teléfono. -¿Lista para ir a la Village Suisse?- De un salto me levante. Mirábamos la nieve caer cuando llegamos al 78, avenue de Suffren. Estaba ansiosa por lo que fuese a encontrar con los anticuarios. Si ustedes son en algo como yo, siempre estaremos alertas por encontrar “El Objeto” que capture la esencia del lugar, para volver a casa y recordar. Esta ciudad se caracteriza por ello, por su añoranza. Caminábamos por las calles donde Julio Cortázar escribió Rayuela, iríamos por petición mía al Hôtel Des Invalides, la tumba de Napoleón Bonaparte, en la cual hay un truco, queramos o no, nos vamos a inclinar.

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 A la entrada de esta se encuentra un balcón circular y la tumba esta abajo, para asomarnos a ver lo que contiene hacemos una reverencia. Irónicamente sentía que algo me faltaba de París, no sabía exactamente que, hasta que en su momento, me llego como si hubiese descubierto una teoría relevante en el campo de la física cuántica ¡La torre Eiffel! Símbolo de la revolución industrial parisina, obra arquitectónica de un hombre que estaría destinado a odiarla y que para su muy mala suerte, era visible en todo Paris. Evocando a Gustav Eiffel, cenamos en el restaurante 58 y nos dejamos llevar por la cocina de Alain Soulard. Pero como todos sabemos, no se puede ir a esta ciudad y no ir a la cúspide, haciendo lo propio y para mi mala suerte me entere que era una costumbre besarse en aquel lugar, y si se encuentran en mi situación, solo repitan después de mi: “Je suis à la Tour Eiffel, embrassez moi” 

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Día 5:

Despertar en un mar de lino, es renovarse. Los japoneses dicen que todo amerita un ritual, de este modo nos preparamos mejor para las cosas del porvenir…El último día en la ciudad del amor. Es inevitable el sentimiento de expectativa. Desayune en la Rue de Rivoli, cerca del Louvre para dar un paseo por sus salas más relevantes y saludar a la Mona Lisa. Caminando por las calles, logré llegar hasta la Place de la Concorde y observar la majestuosa fachada del hotel Crillon, el cuál pronto tendrá una renovación.

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 Este hotel, al igual que Notre Dame, ha sido testigo del reinado de reyes, el imperio napoleónico y la revolución del país. Para el 2015, este hotel celebrara el inicio de una nueva era (Nota mental: Quedarme aquí la próxima visita). Sigo caminando bajo un cielo gris y me da gracia pensar, que quizá Paris también esta triste porque me voy y deberíamos de darnos la despedida de manera formal. – Muy bien, muy bien- pienso, mientras me encamino a tomar el bote que da el circuito por el Sena. Un paseo en barco es, en definitiva algo que no se puede perder.  

Mientras el gran bote avanza por las perezosas aguas del rio Sena, me despido de la ciudad, apoyada contra el barandal veo el Jardín de las Tullerias, La plaza de la Concordia, Notre Dame, el museo de Orsay y La Torre Eiffel. Inertes, indiferentes al vaivén de los años; Todos esperándonos, dispuestos a contarnos sus vivencias, desplegando lo mejor que tienen que ofrecer para todos y cada uno de esos extraños que vengan a verlos. Paris es mística, cada rinconcito cuenta una historia, cada vuelta en una calle es un sitio importante, cada mirada de sus habitantes es una mirada de ella, presente, alerta y tangible. Son ya las 6:45 pm, y curiosamente mi reloj se queda sin batería en el momento en el que pongo un pie en el Charles de Gaulle, lista para volver a casa, llena de excelente compañía, interesantes anécdotas y vivencias que sólo se dan en Paris, pienso que después de todo, no sé si en la ciudad de la luz es donde se empieza o se termina, si lo mío es de ella o lo de ella es mío, o tal vez, sólo tal vez ya somos una parte de la otra.

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Texto: AMURA ± Foto: swea / DFRT / DFRT / huff harrington / pursitist / wps / / sxc / sdb / flickr / columbus / wordpress /dsf / hrs / alcon viajes / wallrtf