A bordo

• Es posible esquivar un tsunami a bordo de una embarcación. Si se ha dado el llamado de emergencia con suficiente tiempo de antelación, o el nivel del agua baja repentinamente exponiendo el suelo marino de las orillas, el procedimiento de emergencia es trasladar el bote mar adentro, a aguas profundas, ya que ahí el impacto de las olas en formación será drásticamente menor. Contacte al harbor master para verificar las condiciones de la marina una vez que el peligro haya terminado.

• Un tsunami está compuesto por una serie de olas de gran tamaño que rompen en la costa por un tiempo prolongado. No necesariamente la primera es la más grande, así que se recomienda permanecer alerta aun cuando parezca que el peligro haya pasado. Si después de dos horas de la primera ola ya no se registran movimientos se puede predecir que no habrá más.

• El tiempo entre un terremoto y la serie de olas que componen un tsunami puede ir de 20 minutos a varias horas, así que al sentir un movimiento telúrico en la costa es preciso moverse a tierras elevadas (al menos 30 metros sobre el nivel del mar) en el menor tiempo posible.

• Se recomienda estar atento a los escombros que dejan los tsunamis: autos, lanchas, rocas y palmeras pueden ser llevados por las corrientes y golpear con fuerza a los que se hayan logrado sujetar de algún árbol o edificio.

• Tenga siempre presente que un tsunami puede penetrar por ríos, quebradas o marismas varios kilómetros tierra adentro, por lo tanto hay que alejarse de éstos aunque ya se esté distante de la costa.

• Pese a lo que se podría pensar, algunos cruceros no alterarán sus rutas por el océano Índico en sus viajes este año. Entre éstos se encuentran Holland America, Cunard, Silversea, Radisson Seven Seas y Crystal. Sin embargo, el Star Flyer de la compañía Star Clippers, que recorrería la costa de Tailandia, fue reasignado a Singapur, y a mediados de este mes regresará a su base en Phuket. La mayoría evitará tocar Sri Lanka y las Islas Maldivas, así como Langkawi, Penang (Malasia), Cochin y Puerto Victoria.  

 

 

En el maletín

Para que una embarcación extranjera pueda llegar a cualquier puerto mexicano es necesario presentar una solicitud de arribo a la Capitanía del puerto. Esta solicitud debe incluir los siguientes datos:

• Nombre de la embarcación

• Bandera

• Calados: proa y popa

• Tonelaje bruto

• Peso muerto

• Eslora y manga

• Tipo de embarcación

• Número de matrícula

• Puerto de procedencia

• Fecha y hora de arribo previstas

• Señal distintiva de llamada, en su caso

• Fecha y hora de zarpe previstas

• Fecha y hora de fondeo, si es que se hace

• Señalar los últimos seis puertos que tocó la embarcación

• En su caso, lista de pasajeros que habrán de

internarse en el país y de los que volverán a embarcar

• Declaración de provisiones a bordo y declaración de efectos y mercancías de la tripulación

• Despacho de salida del puerto de origen o documento oficial similar expedido por la autoridad competente que acredite la procedencia de la embarcación

Para más información: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. Fuente: www.cofemer.gob.mx  

 

 

Tesoros

• Según las leyes marítimas internacionales, cuando una aeronave circula una embarcación en mar abierto tres veces mientras dispara con estruendos sus motores y luego se dirige a un punto determinado quiere decir que existe un barco o bote con una emergencia en ese punto. El capitán del barco debe acudir en su ayuda.

• Contrariamente a lo que se piensa, los bucaneros y los corsarios tenían una marcada diferencia: los primeros eran piratas de aguas caribeñas y los segundos navegaban exclusivamente en el mar Mediterráneo.

• En tiempos de Cristóbal Colón era un ritual común que cada mañana el capitán señalara con el dedo hacia la Estrella del Norte, y luego bajara su brazo lentamente formando un arco hasta llegar a la brújula. A esta costumbre se la llamaba “La bendición del piloto”.

 

 

 

• Según lo marca la tradición, en cada víspera de Año Nuevo todo navío que cuente con una campana debe hacerla sonar 16 veces, ocho por los años que se van y ocho por los que vienen. Generalmente, los más experimentados de la tripulación hacen sonar las primeras ocho y los miembros más jóvenes se encargan de las campanadas que representan los años venideros.

• Durante la Segunda Guerra Mundial varias embarcaciones aliadas instalaban en sus cascos cables de cobre por los cuales pasaba una corriente eléctrica. Esto era para alterar el campo magnético del barco y repeler la atracción de las minas submarinas.

 

 

Texto: Miguel Ángel Castilla ± Foto: I Stock Photo