Tres joyas Rashput: Udaipur, Jodhpur y Jaipur

En el tormento de leyendas y hechos históricos, la India esconde unas ciudades y fortalezas que animan el paisaje de Rajastán. El misticismo nos seduce, los dioses se infiltran en nuestro viaje, las batallas animan nuestra mente viajera conforme descubrimos un mundo que nos sorprende a cada paso. A la puerta del desierto de Thar, un universo fascinante nos abre las puertas para el placer de nuestra alma y nos sumergimos en las tres ciudades más bellas de Rajastán: Udaipur, Jodhpur y Jaipur.

Rajastán es conocido como el estado de la India que fuera reino de los rashput (rajput), término que en idioma sánscrito significa “hijos del rey” (rash —rāja— ‘rey’ y putrá: ‘hijo’). Este clan inició su hegemonía en el siglo VI, estableciendo diversos reinos en Rajastán y el norte de la India. Los rashputs resistieron las incursiones musulmanas, aunque algunos se convirtieron en dependientes del sultanato de Delhi y del imperio mogol.

 

Udaipur, también conocida como “la ciudad de los lagos”, en Rajastán, India.Udaipur, también conocida como “la ciudad de los lagos”, en Rajastán, India.

 

Udaipur es considerada una de las ciudades más románticas del mundo.Udaipur es considerada una de las ciudades más románticas del mundo.

 

Con la decadencia del Imperio mogol en el siglo XVIII, la región sufrió continuos ataques y al principio del siglo XIX, los diferentes rashput firmaron tratados con los británicos, aceptando la soberanía del imperio europeo a cambio de una autonomía local y protección frente a los marathas.

De la gloria del pasado nos quedan unos palacios fascinantes que alzan sus muros con orgullo y donde los rashput o maharajás siguen imperando, ocupando parte de sus palacios, dejando las otras partes en hoteles o museos. Al pasar las puertas de esos alcázares, se siente a los muros vibrar con el eco de las glorias del pasado, las celosías de piedra oscilan con las miradas de las mujeres de ojos largos.

 

Los templos hindúes de Jodhpur son un remanso de color. 
Los templos hindúes de Jodhpur son un remanso de color.

 

El Jal Mahal o “palacio del agua” en Jaipur, Rajastán, India. El Jal Mahal o “palacio del agua” en Jaipur, Rajastán, India.

 

Udaipur

Capital del antiguo reino de Mewar, Udaipur se aloja al pie de los montes Aravalli, al sur de Rajastán, y la llaman “Ciudad de los Lagos” por los diferentes cuerpos de agua que riegan todo su territorio, tales como el Pichola, el Fateh Sagar, el Udai Sagar y el Swarup Sagar. Lago Pichola, el mayor de éstos, es el corazón de la ciudad, donde se miran los palacios emerger y el visitante navega para alcanzar las islas o desembarcar en los diferentes embarcaderos.

Construido por Pichhu Banjara durante el reinado de Maharana Lakha hacia 1362, es un verdadero espejo que refresca la ciudad con gente que se baña y realiza sus abluciones. Entre 1743 y 1746 se construyó en un islote del lago un palacio real de verano, Jag Niwas o Palacio del Lago, que hoy día alberga el lujoso hotel Lake Palace.

Al llegar del aeropuerto, nos alojamos en el fastuoso Oberoi Udaivilas, con vista global del lago. Colocado sobre una colina, deslumbra con una postal soberbia y al llegar penetramos por un hermoso patio que nos hace sentir el cómo estamos ingresando a un palacio. La inmensidad del patio nos lleva a una pequeña puerta íntima que se abre sobre la recepción bajo una gran cúpula dorada y rodeada de elegantes salones.

 

Inspirador atardecer en el Lago Pichola, Udaipur, India.
Inspirador atardecer en el Lago Pichola, Udaipur, India.

 

El Taj Lake Palace es una de las más emblemáticas construcciones de Udaipur. El Taj Lake Palace es una de las más emblemáticas construcciones de Udaipur.

 

Un largo pasillo nos conduce con majestad a las habitaciones, cada una abriéndose sobre la larga piscina que rodea el edificio, el cual parece un cuento de Las mil y una noches con sus domos y pabellones que se reflejan en los espejos de agua. Es un verdadero sueño creado para la fantasía del viajero, que vibra al son del esplendor de una fábula y se transporta en el tiempo.

A través de una embarcación pudimos alcanzar el Lake Palace, antiguamente conocido como Jag Niwas. Fue acabado en 1746 bajo la dirección del Maharana Jagat Singh II, como palacio de invierno con orientación Este, para permitir a sus moradores rezarle al amanecer a Surya, el dios hindú del sol, que aparece muchas veces en la arquitectura del palacio. Cuenta con patios alineados con columnas, terrazas con pilares, fuentes y jardines, además de sus hermosos salones.

El suelo está incrustado de mármoles blancos y negros, las paredes se adornan con nichos y arabescos, su ambiente inspira paz y relajación en medio de un esplendor oriental. El palacio se había ido deteriorando hasta que Bhagwat Singh decidió convertirlo en el primer hotel de lujo de Udaipur. Ha recibido visitantes ilustres como Lord Curzon, Vivien Leigh, la reina Isabel II, el Sha de Irán, el rey de Nepal y Jacqueline Kennedy. También ha sido locación de películas como Octopussy de James Bond, o la serie británica Las joyas de la corona.

 

Los impresionantes  patios de los palacios en Udaipur, cuentan con una infinidad de historias entre sus muros. 
Los impresionantes patios de los palacios en Udaipur, cuentan con una infinidad de historias entre sus muros.

 

Piscina del Taj Lake Palace, en Udaipur.Piscina del Taj Lake Palace, en Udaipur.

 

El City Palace de Udaipur es conocido por ser el centro de la antigua ciudad. 
El City Palace de Udaipur es conocido por ser el centro de la antigua ciudad.

 

La India posee una gama de contrastes entre el ajetreado movimiento citadino y la serenidad en los recintos de sus palacios.La India posee una gama de contrastes entre el ajetreado movimiento citadino y la serenidad en los recintos de sus palacios.

 

Puesta de sol en la zona del casco antiguo de Udaipur.
Puesta de sol en la zona del casco antiguo de Udaipur.

 

Sadhu, un monje hindú en estado de meditación. 
Sadhu, un monje hindú en estado de meditación.

 

 Hotel Oberoi Udaivilas en Udaipur, India. Hotel Oberoi Udaivilas en Udaipur, India.

 

Nuestra exploración del lago Pichola nos llevó a Jag Mandir, un palacio construido sobre otra isla que nos recibe con una hilera de elefantes de piedra. Construido entre 1551 y 1652, los Maharanas, lo usaban como palacio de verano y placeres a través de sus jardines. Pasamos por la orilla adornada por el gran palacio del Maharana que se eleva como rey de piedra para dominar la ciudad; por los ghats donde la gente se baña y donde el lujoso hotel Leelah instaló sus jardines a la orilla del lago.

En el embarcadero del Udaivilas nos reciben unos hombres vestidos de blanco y turbante rojo, quienes nos dibujan un bindi en la frente, elemento de profundos y múltiples significados que la mayoría interpreta como señal del “tercer ojo” y buena suerte, en tanto que el carrito nos conduce al patio monumental para instalarnos a degustar los más exquisitos platillos regionales.

Ingresamos al palacio del Maharana por una rampa que domina el lago, pasando tres puertas, dejando la parte que ha sido transformada en hotel y penetrando en el inmenso patio. Comenzado por el Maharana Udai Singh en 1559, ha sido modificado a lo largo de los siglos y consiste en una serie de palacios, patios, terrazas, corredores y jardines. El Maharana actual vive en las partes privadas, otra zona es hotel y una tercera es un museo que alberga una gran colección de antigüedades, pinturas y muebles, así como artículos de decoración.

 

El pasado de los maharajás es evidente en Rajastán.
El pasado de los maharajás es evidente en Rajastán.

 

Sala del Maharana en el interior del City Palace. 
Sala del Maharana en el interior del City Palace.

 

Palacio del Maharajá en Rajastán, India.
Palacio del Maharajá en Rajastán, India.

 

La espiritualidad innata de la India se funde con su arquitectura.
La espiritualidad innata de la India se funde con su arquitectura.

 

Cada rincón de los palacios ofrece una vista única de la India. Cada rincón de los palacios ofrece una vista única de la India.

 

El gran atrio se usaba para desfiles con elefantes y caballos; penetramos en un patio más chico decorado con pinturas, antes de subir por pasillos y terrazas que permiten admirar el lago y el Lake Palace. Es un auténtico laberinto que nos lleva de sorpresas en sorpresas, de habitaciones decoradas por espejos en ventanas con celosías, de salas elegantes en patios ornamentados. El palacio es una joya que nos pasea por el tiempo, entre cuentos y leyendas, entre rashputs pintados en los muros o en las miniaturas.

Salimos aturdidos por tanta belleza oriental de asombroso esplendor y nos hundimos en el caos de los callejones citadinos para alcanzar el templo Jagdish, construido en 1651 y representativo de la arquitectura Máru-Gurjara, con su techo de forma piramidal. El misticismo invade su interior con los dioses que vigilan al viajero, en tanto las campanas retumban y la gente se acerca con ofrendas.

Las noches de Udaipur son fascinantes, las estrellas se miran en el lago y los palacios alumbrados se reflejan en el agua que centella. Desde la terraza del Udaivilas, nos instalamos para mirar ese cuento oriental donde el aire palpita como tiemblan los reflejos acuáticos. Esos momentos de contemplación llenan el alma y hacen que los viajes valgan la pena, convirtiéndonos en amantes de este destino.

 

Templo Chaumukha Mandir en el complejo de Ranakpur, Udaipur, India. Templo Chaumukha Mandir en el complejo de Ranakpur, Udaipur, India.

 

Ranakpur

Tomamos el camino hacia el norte, la carretera se reviste de folklore y atraviesa unos intrigantes pueblos colmados de caras fascinantes bajo unos turbantes de colores vivos o imponiéndose sobre unos saris que brillan. Cada momento hay algo que ver y llegamos a un lugar atascado de monos juguetones en espera de ser alimentados. Alcanzamos Ranakpur, el templo jaina más espectacular de la región, dedicado a Rishabha o Adinatha, uno de los 24 tirthankaras del jainismo, que data del siglo XV.

Por fuera parece un elegante santuario puesto sobre una plataforma, con sus techos adornados de Shikharas (torre labrada en forma de pico), domos, torres y cúpulas con estatuas de elefantes o chamanes en mármol blanco. Al atravesar la entrada se descubre un mundo de piedra enteramente labrada, cada uno diferente, los 1,444 pilares representan escenas y personajes con delicados detalles. Las puertas adornan sus pies con un semi-círculo de piedra, protegidas por guardianes. Los techos son finamente labrados, cada detalle es una obra de arte y el conjunto es un finísimo trabajo de encajes en mármol.

Entre una verdadera belleza que enchina la piel al observar su fantástico mundo místico perpetuado en piedra, encontramos las estatuas de los 24 maestros del jainismo, conocidos como tirthankaras, que predicaron los cinco principios: Ahimsa (no violencia), Satya (veracidad), Asteya (no robar), Brahmacharya (castidad), y Aparigraha (desapego de la materia).

El jainismo pone mucha atención en el control de sí mismo, despegándonos de lo material. Su lema, Parasparopagraho Jivanam, propone que la función del alma es ayudarnos los unos a los otros, practicando la no violencia, respetando las vidas animales y elevándonos a través de la meditación. Rankpur nos transmite una intensa paz, las piedras esculpidas se admiran, cada estela, columna y plafón, es una auténtica obra de arte; el templo entero vibra como una música mística impulsada por el son de las campanas.

 

Interior de templo en  Ranakpur, Udaipur, India.
Interior de templo en Ranakpur, Udaipur, India.

 

La particularidad de sus detalles arquitectónicos resaltan en los templos de Udaipur. 
La particularidad de sus detalles arquitectónicos resaltan en los templos de Udaipur.

 

Los templos jainistas de la India se caracterizan por su nivel de pulcritud y conservación ante el paso del tiempo.
Los templos jainistas de la India se caracterizan por su nivel de pulcritud y conservación ante el paso del tiempo.

 

Aunque algunos rincones de estos templos luzcan similares, cada uno tiene su propia esencia.Aunque algunos rincones de estos templos luzcan similares, cada uno tiene su propia esencia.

 

Jodhpur

Al entrar a la “ciudad azul” dominada por su imponente fuerte de Mehrangarh, nos sentimos absorbidos por la energía de esta ciudad que palpita, acoge y fascina a la puerta del desierto de Thar. Jodhpur fue fundada en 1459 por Rao Jodha, un Rashput del clan Rathore, dirigente del Estado conocido como Marwar. Feudo del imperio mogol, se alió a los británicos y con la independencia se unió a la India, a pesar de su deseo de ser completamente independiente.

Nos instalamos en el hotel Raas, un moderno hospedaje dentro de la antigua ciudad, en un viejo Haveli, al pie del fuerte. Después de tomar un rickshaw para llegar a él, aventurándonos a toda velocidad por los callejones cerca de la torre del reloj, dentro de la muralla, era un placer descansar a la orilla de su piscina.

 

La arquitectura de Jodhpur se funde con el cielo azulado del atardecer.La arquitectura de Jodhpur se funde con el cielo azulado del atardecer.

 

Johdpur es mundialmente famosa por sus templos, fuertes y palacios. 
Johdpur es mundialmente famosa por sus templos, fuertes y palacios.

 

Los tesoros de Jodhpur  poseen un enigmático halo en su arquitectura  
Los tesoros de Jodhpur poseen un enigmático halo en su arquitectura

 

Algo que prevalece en la arquitectura de Jodhpur es la multiplicidad de detalles.
Algo que prevalece en la arquitectura de Jodhpur es la multiplicidad de detalles.

 

El color es otro aspecto fundamental de la arquitectura de Jodhpur y de Rajastán.
El color es otro aspecto fundamental de la arquitectura de Jodhpur y de Rajastán

 

 La India siempre sorprende a propios y extraños. La India siempre sorprende a propios y extraños.

 

Una mañana azul arropaba a la ciudad del mismo tono cuando subimos al Jaswant Thada, el cenotafio construido por el Maharajá Sardar Singh en 1899, en memoria de su padre Jaswant Singh, y que sirve de cementerio para los dirigentes de Marwar. Cubierto por finas hojas labradas de mármol, tiene un esplendor fascinante bajo el sol y seduce por su elegancia y solemnidad. Subimos al fuerte de Mehrangarh, situado a 125 m sobre la ciudad, construido por Roa Jodha y terminado por Jaswant Singh hacia 1660.

Impone por sus muros de más de 36 m altura, pero también por la belleza de sus fachadas labradas como encajes, sus hermosas ventanas decoradas, sus celosías y sus balcones finamente esculpidos, pues no queda un espacio vacío en sus hermosos exteriores. Entramos por la puerta de la Victoria y paseamos por una serie de patios, habitaciones de palacios ricamente decorados con espejos, vidrios de colores y telas doradas.

 

Jodhpur, “la ciudad azul” de Rajastán, India.
Jodhpur, “la ciudad azul” de Rajastán, India.

 

Los fuertes son el tipo de construcción más recurrente en Jodhpur.
Los fuertes son el tipo de construcción más recurrente en Jodhpur.

 

 Fuerte de Mehrangarh en Jodhpur, India. Fuerte de Mehrangarh en Jodhpur, India.

 

El museo exhibe palanquines, armas, hermosas cajas y elegantes objetos de los rashput. Los cuidadores impresionan con sus turbantes de colores, las vistas sobre la ciudad azul se enaltecen con el palacio Umaid Bhawan a lo lejos. Quedamos atónitos por la fuerza que vibra en esos muros de piedra roja transformada en obra de arte por el hombre y que ha atestiguado el pasar de un tiempo incalculable.

 

Umaid Bhawan Palace, el edificio icónico del maharajá en Jodhpur.Umaid Bhawan Palace, el edificio icónico del maharajá en Jodhpur.

 

Alcanzamos el Umaid Bhawan Palace, construido en piedra ocre por el maharajá Umaid Singh en 1929 y terminando en 1942, que todavía pertenece a la familia real. Una parte del edificio ha sido transformado en hotel, manejado por el grupo Taj. Cuenta con 347 habitaciones en total y unos patios impresionantes, el decorado es de estilo Art Déco con piezas de museo, trofeos de cacería y jardines.

Nos instalamos en el comedor donde nos sirvieron una comida digna de la realeza, con detalles espléndidos. El hotel ofrece 70 habitaciones, incluyendo unas fabulosas suites, en tanto que el museo expone relojes, porcelanas, pinturas y la impresionante colección de coches clásicos del Maharajá.

Jodhpur es también el placer del tumulto de su bazar, sus animados callejones para comprar artesanías, telas y especias, así como descubrir la intensa vida de la ciudad celeste, caminando entre vacas y animales que deambulan entre las personas, degustando samozas (empanadas fritas rellenas de verduras al estilo indio, de carne o chocolate), observando el vaivén de la gente con ojos y miradas fascinantes. Las noches invitan a disfrutar de las terrazas y de la calma después de pasear por el complejo de templos de Mandore invadidos por los monos y la vegetación.

 

Jaipur

La autopista nos llevó hasta Jaipur, atascada de camiones que circulan en cualquier vía y a veces en sentido contrario, junto con motos y vacas. En India, la leyenda popular dice que no se necesita licencia para manejar, solo se necesitan “buenos frenos, buen claxon y buena suerte”. Jaipur es la “ciudad rosa”, teñida de ese color que es su sello de bienvenida. La ciudad fue fundada en 1728 por el maharajá Sawai Jai Singh, gobernante de Amber, destino que abandonó para trasladar la capital a Jaipur.

Los maharajás de Jaipur pertenecían al clan de los Kachwaha, descendientes del dios Rama, y su primera capital fue Amber. El belicismo natural de los Kachwaha les obligó a fortificar la mayoría de sus ciudades y palacios. Después del Raj británico y tras la abolición del principado por Indira Gandhi, el maharajá conservó únicamente funciones honoríficas. El actual maharajá de Jaipur, Bhawani Singh, ejerce un papel fundamentalmente cultural y mantiene su residencia en un pabellón privado del palacio real de Jaipur.

Nos instalamos en el maravilloso hotel Rajvilas de Oberoi, alojado en un jardín encantado en medio de los pavos reales que despiertan con su distintivo canto, con su templo dentro del jardín, su hermosa piscina y el confortable Spa. Cada grupo de seis habitaciones es un pabellón con patio propio, otras son carpas lujosas y las suites cuentan con piscina privada. Salones, restaurantes y patios son la parte principal del fuerte, favorecido por sus fuentes. Es una verdadera joya.

 

Jaipur es otra de las ciudades de la India donde vemos edificios que se erigen entre las aguas.Jaipur es otra de las ciudades de la India donde vemos edificios que se erigen entre las aguas.

 

Pasando por el palacio Jal Mahal en medio del lago, alcanzamos el fuerte de Amber a 11 Km de Jaipur. Impresionante complejo palaciego, fue comenzado durante el reinado del Rash (‘rey’) Man Singh, comandante en jefe del ejército de Akbar en 1592. Amber sufrió modificaciones en los siguientes 150 años, hasta que los Kachwahas mudaron su capital a ese lugar, al pie del Jaigarh Fort, localizado en una colina sobre el complejo de Amber.

Subimos a un elefante para alcanzar el palacio, admirando la muralla y el lago Maotha. Después del traqueteo del paquidermo, entramos por la puerta monumental Suraj Pol para descubrir el gran patio llamado Jaleb Chowk, con el templo del clan Kachwaha dedicado a Shila, manifestación de la diosa Kali, a un lado. Pasamos al segundo patio con la Sala de Audiencias Públicas, el Divan-i-Am, sala abierta por tres partes, con doble hilera de columnas de arenisca rosa y amplias cornisas.

A su lado sur se encuentra la gran puerta Ganesh Pol, adornada por la imagen del dios-elefante Ganesh, así como frescos y mosaicos. Esa puerta da entrada a las habitaciones privadas del maharajá. Sus ventanas de celosía llamadas “jali” permitían a las mujeres asomarse sin ser vistas. Encontramos el Divan-i-khas o Sala del Consejo Real, llamada Jai Mandir, una muy lujosa sala decorada con mármol blanco y mosaicos, tanto en el techo como en las paredes. Otra sala totalmente recubierta de espejos y vidrieras de colores llamada Shish Mahal, era la propiedad de la maharaní.

 

Fuerte Amber, a 11 km de Jaipur, India.
Fuerte Amber, a 11 km de Jaipur, India.

 

El fuerte y palacio de Amber es considerado un Patrimonio del mundo por la UNESCO.
El fuerte y palacio de Amber es considerado un Patrimonio del mundo por la UNESCO.

 

 Es común ver elefantes y otros animales recorriendo la India. Es común ver elefantes y otros animales recorriendo la India.

 

Hawa Mahal, también conocido como “el palacio de los vientos” en Jaipur. Hawa Mahal, también conocido como “el palacio de los vientos” en Jaipur.

 

Es una verdadera aventura de gran esplendor descubrir ese palacio hasta llegar al patio-jardín, el Sukh Mahal o Palacio del Placer, con puertas de marfil y madera de sándalo. Sobre las paredes de mármol caían cascadas de agua. Seguimos nuestro recorrido pasando en frente del Hawa Mahal o “palacio de los vientos”, construido en 1799 y que forma parte del palacio de la ciudad. Es una extensión de la Zenana o “cámara de las mujeres”, destinada al harén, la cual permitía a las mujeres reales observar la vida cotidiana de las calles sin ser vistas.

Esta última construcción tiene cinco pisos en forma piramidal de arenisca roja y rosa, con un total de 953 ventanas pequeñas, por donde se infiltra el viento que permite refrescar el recinto, aún en verano. Su estructura recuerda la cola de un pavo real, animal de gran simbolismo en la India y se puede acceder a los pisos superiores mediante rampas. Se trata de uno de los más importantes símbolos de Jaipur, completamente impactante y elegante.

Penetramos entonces en el recinto del Jantar Mantar, el famoso observatorio construido por el maharajá Jai Singh en 1728, compuesto por una colección de monumentos escultóricos, cuyas formas permitían el estudio de la evolución de las sombras producidas por el sol, para definir la hora y las estaciones. El más impresionante es una estructura de 27 m de alto y cuya sombra se mueve a una razón de 4 metros por hora. Todos esos instrumentos de arquitectura futurista siguen en función.

 

El Hawa Mahal data de 1799.
El Hawa Mahal data de 1799.

 

Observatorio astronómico Jantar Mantar en Jaipur, Rajasthán, India.Observatorio astronómico Jantar Mantar en Jaipur, Rajasthán, India.

 

Observatorio astronómico Jantar Mantar en Jaipur, Rajasthán, India.Observatorio astronómico Jantar Mantar en Jaipur, Rajasthán, India.

 

Las noches en Jaipur, Rajastán, India.
Las noches en Jaipur, Rajastán, India.

 

 En Jaipur se realiza un “festival del elefante”, donde  podemos ver a estos animales sagrados de la India con colores festivos.
En Jaipur se realiza un “festival del elefante”, donde podemos ver a estos animales sagrados de la India con colores festivos.

 

Jaipur es centro tanto de glamour como de espiritualidad en la India. 
Jaipur es centro tanto de glamour como de espiritualidad en la India.

 

Sattais Katcheri en la Fortaleza de Amber.
Sattais Katcheri en la Fortaleza de Amber.
 
 
 
 
 La Fortaleza de Amber posee un total de 40 columnas de mármol en su estructura.  
La Fortaleza de Amber posee un total de 40 columnas de mármol en su estructura.

 

En la ciudad de Rajastán destacan los emblemáticos palacios edificados sobre montañas. 
En la ciudad de Rajastán destacan los emblemáticos palacios edificados sobre montañas.

 

Jaipur se caracteriza por el colorido tono naranja rosáceo en su edificios; sin embargo también alberga importantes colecciones de textiles y armas.Jaipur se caracteriza por el colorido tono naranja rosáceo en su edificios; sin embargo también alberga importantes colecciones de textiles y armas.

 

El palacio de Jaipur, o palacio de la ciudad, se visita en parte, ya que el resto se encuentra ocupado por el maharajá y la familia real. Fue construido entre 1729 y 1732, inicialmente por Sawai Jai Singh II, y se agregaron edificios a lo largo de los siglos. Su museo presenta importantes colecciones de telas y armas, en tanto que el recinto principal descubre las enormes jaras de plata que el maharajá utilizó para llevar agua del Ganges durante su visita a Londres. Unas puertas monumentales, decoradas con pavos reales, adornan algunos de los patios.

Visitamos también esa ciudad rosada en bicicleta para sentir el ambiente de la parte comercial con sus tiendas de joyas, turbantes, ropa, miniaturas, así como un inesperado etcétera. Estar en Jaipur es una invitación a sentirse un maharajá, disfrutando también del lujo de la piscina y de los jardines del Rajvilas.

Al final del día fuimos al templo Birla Mandir, hecho totalmente de mármol blanco, con su típica cúpula alargada y tallada. Entramos quitándonos los zapatos, descubriendo el altar con la figura del dios Visnú y su esposa Lassi. A las 7:00 PM comenzó la ceremonia Aarti, la cual nos invade de misticismo con sus cantos y campanas. Todo el mundo estaba rezando con sus manos juntas y recibiendo la bendición con agua por parte de los sacerdotes.

 

Birla Mandir, un templo hinduista de Jaipur, Rajastán, India.Birla Mandir, un templo hinduista de Jaipur, Rajastán, India.

 

Birla Mandir, un templo hinduista de Jaipur, Rajastán, India.Birla Mandir, un templo hinduista de Jaipur, Rajastán, India.

 

Birla Mandir, un templo hinduista de Jaipur, Rajastán, India.
Birla Mandir, un templo hinduista de Jaipur, Rajastán, India.

 

Aarti viene del concepto védico del ritual del fuego, o homa, las flores representan la tierra (solidez), el agua representa a los elementos líquidos (liquidez), las lámparas o velas representan al componente fuego (calor), mientras que el incienso representa el estado purificado de la mente. Así, la existencia entera y todas las facetas de la creación son simbólicamente ofrecidas al dios a través de la ceremonia Aarti. Un escalofrío recorría nuestro cuerpo a través de la intensidad de los cantos, durante alrededor de 15 minutos.

La India es un poema místico, donde Rajastán ofrece muchos tesoros y expresiones escondidas, desconocidos por muchos. Por sólo citar ejemplos, podemos mencionar a la ciudad dorada de Jaisalmer en medio del desierto, la ciudad de Bikaner, el templo de las ratas, el monte Abbu, Ranthambore y varios fuertes más.

Vivimos una gran aventura soberbia paseando por estas tres joyas de palacios y templos, de vida de maharajá al misticismo de las ceremonias. Nos sentimos un rashput por el lapso de un viaje, que fue incluso a través del tiempo, descubrimos monumentos fastuosos y nos alojamos en verdaderos palacios. La riqueza que invade el alma al estar en esos lugares es un don que solo la India nos puede ofrecer, como en ninguna otra parte.

 

Las deidades de la India se descubren en cada rincón de Rajastán, impregnada de misticismo.Las deidades de la India se descubren en cada rincón de Rajastán, impregnada de misticismo.

 

 

Texto: Patrick Monney ± Foto: Patrick Monney / © Minyun Zhou / © Rafał Cichawa / © Byelikova / © Sergeychernov Th Js / Gaisano / © Marina Pissarova / © Pzaxe / © Anthony Brown / © Dbyjuhfl / © Takepicsforfun / © Ozphotoguy / © Nniud / © Saiko3p / © Luciano Mortula / © Xantana / © Dhammabum /© Federico Donatini / © Erickn35 / © Jan Skwara / © Pniesen / © Steve Allen / © Suronin / © Xantana / © Socrates / © Donyanedomam / © Ryszard Laskowski / © Dmitry Rukhlenko / © Michelleliaw