Una de las características de los jets ejecutivos, especialmente de los widebody (cabina ancha), es la facilidad de adaptarse a las necesidades de las compañías que buscan un medio de transporte ideal para sus ejecutivos.

Tal es el caso del Challenger 850 de la firma canadiense Bombardier, considerada la número uno en el negocio de los jets ejecutivos y la tercera en la construcción de aviones en general.
El Challenger 850 ofrece las ventajas comprobadas de una cabina amplia, con bajos costos directos de operación, confiabilidad del transporte y facilidad de mantenimiento, todo ello forma parte del sello distintivo del modelo pionero de Bombardier, el CRJ200, de donde se deriva.

La aeronave forma parte de la familia Bombardier Challenger de transportes corporativos que también incluye al Challenger 870 y el 890, reuniendo más de seis millones de horas de servicio comercial, que lo convierte en un modelo seguro y comprobado.

Cada modelo Challenger 850 ofrece una selección de tres configuraciones de planta y múltiples opciones de cocina y baño, para ajustarse a un amplio rango de necesidades del cliente. Todos se caracterizan por cabinas donde se puede estar de pie, un piso plano, ideal para realizar diversas combinaciones de interiores, y una distancia mínima de 79 centímetros entre los mullidos asientos de cuero, lo cual en viajes largos se agradece, especialmente quienes miden más de 1.80 metros, así como detalles en finas maderas.

Descanso a bordo
El diseño y la construcción del Challenger 850 ha fijado el estándar de confiabilidad y valor en su clase. Por su tamaño y versatilidad ofrece la habilidad de crear ambientes con mucho espacio, además de soluciones personalizadas para cualquier requerimiento corporativo, al contar con la facilidad de poder crear a bordo distintas zonas, separadas, de trabajo y descanso, con la opción de aislarlas, además de contar con dos baños, cocinetas, armario y zona de equipaje, a la cual se llega a bordo.

En cuanto a valor, fácil mantenimiento y bajos costos directos de operación, la aeronave se relaciona directamente con su orgulloso linaje de aeronave de pasajeros. La valiosa experiencia ganada del Bombardier CRJ200, como una revolución en los viajes comerciales regionales, es lo que la convierte en una original, eficiente y multitalentosa aeronave corporativa.

Impulsado por su par de motores General Electric CF34-3B1, el Challenger 850 ofrece una velocidad crucero de Mach 0.80 (859 km/h) y puede volar hasta 2,231 millas náuticas (4,132 kilómetros) con 27 pasajeros y 1,427 millas náuticas (2,643 kilómetros) con una carga completa de 50 pasajeros, lo que habla de la facilidad de la configuración. Es decir, desde la Ciudad de México se puede viajar a Estados Unidos y Canadá, y la parte norte de Sudamérica.

Un Nuevo Cliente
Uno de los más recientes clientes del Challenger 850 como aeronave corporativa fue Suncor Energy Inc., empresa pionera en el desarrollo de los vastos recursos de combustible del oeste de Canadá, que operará servicios para su personal y contratistas seis días a la semana, en una configuración para 50 pasajeros, viajando entre los cuarteles generales de Suncor en Calgary y Fort McMurray en el norte de Alberta, en un recorrido de casi 350 millas náuticas (648 kilómetros) en aproximadamente una hora.

Para Eric Axford, vicepresidente de servicios de negocios de Suncor Energy, el modelo en cuestión es la solución a sus necesidades de transporte del personal, uniendo dos ciudades donde realizan negocios, para llevarlos cómodamente. “Vemos el avión como una inversión en el personal y la productividad”, expresan los ejecutivos.

 

 

Texto: Laura Velázquez ± Foto: Cortesía de Bombardier