Los barcos hundidos son el hogar de varios peces y corales; sus oxidados y viejos cascos se convierten con el tiempo en arrecifes artificiales, siendo algunos de gran interés arqueológico e histórico. Con el paso de los años las plantas marinas se incrustan en la estructura, mientras que las morenas, pulpos y congrios se esconden en sus agujeros aprovechando el refugio y protección que les ofrece. Los peces pequeños suelen rodear el casco y los más grandes merodean alrededor para alimentarse de los más chicos. Esto convierte a los barcos hundidos en una experiencia grandiosa para el buceo y la investigación submarina. En algunos sitios se marcan los recorridos con líneas que te guían dentro de la estructura de la embarcación, o folletos sumergibles que indican los datos más relevantes.

 

 

En la historia, hay muchos restos de naufragios desconocidos que están situados en aguas muy profundas, lo que hace muy difícil el acceso a los buzos de nivel recreativo y sólo pueden bajar quienes tengan una preparación especial. Por lo general, este tipo de embarcaciones son de metal, pero también existen de madera, provenientes de hace cientos de años, y en ellos se pueden admirar antiguos y extraños artefactos. En la actualidad la información sobre recientes naufragios es bastante accesible, entre los que se encuentra el Ferri Salvatierra, que viajaba de La Paz a Mazatlán.

Normalmente se puede bucear en todos los naufragios del mundo, pero para algunos se requiere un permiso especial, como los declarados históricos o cementerios de guerra. Además, en algunos lugares se han hundido barcos a poca profundidad, con el propósito de hacer arrecifes artificiales y facilitar el acceso de este tipo de buceo a más personas. Las estructuras de estos barcos suelen ser más seguras, porque antes de ser depositadas en el mar fueron limpiadas por completo, dejando el puro casco, sin cables u otros objetos que hacen más complicado y técnico el buceo. Esto los convierte en un buen lugar para practicarlo.

 

 

 

¿Qué preparación se debe tener?

Este tipo de buceo es para expertos, por lo que es muy importante adquirir un entrenamiento específico y llevar el equipo adecuado, dado que es una actividad fascinante que conlleva ciertos riesgos y es muy fácil quedarse atrapado. Por eso se necesita una preparación y técnicas especiales para poder salir bien librado de situaciones imprevistas.

Este tipo de buceo no es recomendable para personas claustrofóbicas, ya que en el interior de los barcos los espacios suelen ser muy cerrados, oscuros y con pocas salidas al exterior.

 

¿Qué equipo se debe llevar?

Guantes para protegerse de los objetos filosos de madera o metal; cuchillo para cortar un cable o un cabo en caso de enredarse, hacer palanca o medir algún objeto; lámpara principal y una de repuesto, dependiendo de la penetración que se haga, hasta un casco con linterna; carrete con una línea para marcar el camino de regreso y una botella pony como fuente de aire alternativa que se pueda usar en caso de emergencia.

 

 

¿Cuáles son las técnicas recomendadas?

1. Seguir la regla de los tercios para el consumo de aire: un tercio para descender al punto y explorar, otro para regresar al punto de entrada y el último de reserva, que es para emergencias.

2. Llevar aire enriquecido, el cual aumenta el tiempo de fondo impidiendo llegar a los limites de descompresión.

3. Usar la técnica de patada de rana para evitar levantar el sedimento del fondo.

4. Bucear en formación de fila india para acceder a los diferentes compartimentos, ir de uno en uno.

 

¿Cuál es el mejor punto de acceso al agua?

Muchos barcos llevan un cabo que se encuentra atado en un extremo al casco y en el otro a una boya que flota en la superficie, para facilitar la localización. Si no es así, es recomendable que el propio buzo ate una boya o un cabo de señalización.

Para regresar a la superficie por el mismo punto, es importante tener un carrete con una línea para encontrarlo, sobre todo si hay poca visibilidad. Pero, si se pretende subir a un punto diferente en el que se entró al agua, hay  que utilizar una boya de señalización, para indicar al bote dónde se va salir.

 

Ser un buzo responsable:

1. Dado que la mayoría de los naufragios son patrimonio histórico, está prohibido extraer o alterar objetos de ellos, de hecho en varios países esto puede ser castigado con la cárcel.

2. Con los barcos de madera se deben extremar precauciones, ya que la estructura es muy frágil y podría romperse, enterrando al buzo.

3. En algunos lugares del mundo hay naufragios de la segunda guerra mundial, por lo que se debe tener especial cuidado de no tocar algo similar a un torpedo o una mina, ya que pueden estar activos.

 

 

 

 

Texto: Gerardo del Villar Cervantes ± Foto: Gerardo del Villar Cervantes