Prestigiosos pares de relojes Chinos

Desde que fue inaugurado el 8 de noviembre del 2001, el Museo Patek Philippe ha deleitado repetidamente a sus visitantes con extraordinarias exhibiciones que justifican su lugar en el mundo como uno de los lugares más representativos del arte de alta relojería.

El Museo expone una importante colección de relojes artesanales, así como obras de arte en esmalte, del siglo XVI al siglo XX, creadas en Ginebra, Suiza y el resto del continente europeo. El Museo también alberga una colección de más de 8,000 libros sobre el arte de la relojería y temas similares.  

Su colección histórica está compuesta principalmente de piezas de relojería, autómatas, y retratos en miniatura hechos en esmalte. El Museo alberga los ejemplares de las creaciones más prestigiosas que Patek Philippe haya diseñado, desarrollado y creado desde 1839.

En el 2002 fue cuando el curador Arnaud Tellier tuvo la idea de exponer una gran variedad de relojes producidos para el mercado Chino, especialmente aquéllos que se fabricaron con acompañamientos.

 

 

La colección del Museo Patek Philippe incluye más de cien relojes que fueron creados explícitamente para el mercado Chino durante la mitad del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX. Los relojes más antiguos son originarios de Londres, y muchos más, pagan tributo a la artesanía. Algunos de estos ejemplares comparten una peculiaridad: fueron fabricados en pares.

Gracias a la generosidad de instituciones públicas y colecciones privadas, el Museo tiene la oportunidad de presentar cuarenta pares de relojes “Chinos”, incluyendo aquéllos que pertenecen a la colección privada del Museo.

Las ecléticas decoraciones de estos relojes son sumamente variadas, representando temas religiosos, mitológicos, y algunos plenamente seculares. Juntos, demuestran a gran escala el talento que se gestó en esa época para un mercado exótico; relojeros, orfebres, expertos en arte en esmalte, y grabadores trabajando juntos para fabricar obras maestras diseñadas para encantar a dignatarios chinos.

La reputación global que han obtenido los relojes fabricados en Ginebra y Suiza durante este periodo, particularmente con China, tiene sus raíces en la corte de Constantinopla (Estambul), que tenía extensas relaciones con la ciudad de Ginebra desde principios del siglo XVII.

 

 

Aunque los relojeros suizos dependieron por un largo tiempo de los británicos para vender sus productos, gradualmente comenzaron a establecer su propio sistema de comercio con China. Durante el Reino del Emperador Qianlong (1736 a 1796), la industria de relojería de lujo de Ginebra jugó un papel importante, y evolucionó hasta convertirse en el proveedor de relojes más solicitado por el Imperio Chino. Un gran número de relojeros suizos establecieron residencia en China hasta que las relaciones se colapsaron con la interrupción de la Primera Guerra de Opio, que duró desde 1839 hasta 1842.

La exhibición, llamada “The Mirror of Seduction: prestigiosos pares de relojes Chinos” estará abierta al público hasta el 16 de octubre del 2010 en el Museo Patek Philippe, rue des Vieux-Grenadiers 7, 1205, Ginebra. Las horas de acceso serán de martes a viernes, de 2 a 6 de la tarde, y sábados de 10 de la mañana a 6 de la tarde. No estará abierta durante días festivos. Durante los meses de junio y octubre, la exhibición estará abierta al público hasta las 8pm el primer martes de cada mes. Los tours guiados estarán a la disposición del público los sábados, y durante los días en el cual el Museo se mantendrá abierto hasta las 8pm, empezando los tours a las 2:30pm con una duración de media hora.

 

 

Texto: Andrés Ordorica ± Foto: Museo Patek Philippe