Vivir sin esperanza es dejar de vivir

El nombre de Dostoievski tiene vínculos con San Petersburgo. Es la ciudad donde vivió la mayor parte de su vida y se desarrolló como escritor. San Petersburgo se convirtió en un personaje de sus novelas: ninguna otra ciudad en la faz de la tierra ha adquirido una apariencia tan dostoievskiana como esta ciudad tan “intencional” y “loca” en el mundo. Aquí Dostoievski creó novelas como Pobre gente, Humillados y ofendidos, Crimen y castigo, El idiota y El adolescente, escenarios en los que la propia ciudad se convirtió en el verdadero héroe de la obra.

 

La historia de un hombre

Su primer encuentro con San Petersburgo ocurrió en mayo de 1837, en el comienzo mismo de las “noches blancas”, el tiempo del año más poético de la ciudad. San Petersburgo se puso adelante del futuro escritor como una hermosa y romántica ciudad: “Hay algo indescriptiblemente conmovedor en la naturaleza alrededor de ella, cuando a la llegada de la primavera brotan todas sus fuerzas, todos los poderes otorgados a ella por el cielo, cuando rompe junto con la hoja. Se cubre a sí misma con lentejuelas y flores”. 

 

 

 

 

Sin embargo, su gozosa percepción de la ciudad se oscureció por la necesidad de estudiar en la Academia de Ingeniería Militar. Allí sus sueños y la realidad comenzaron a divergir. El sueño de la ciudad hizo que la urbe se convirtiera en una ciudad fantasma, donde todo era irreal y artificial. Para el joven Dostoievski, San Petersburgo parecía un teatro de marionetas: “Oculto detrás de toda esta gente fantástica, alguien me estaba haciendo muecas y moviendo los hilos: los hilos y los títeres se movían mientras se reían y se reían”.

El padre de Dostoievski eligió la profesión de ingeniero militar para su hijo. El, sin embargo, no sirvió ni siquiera la mitad de un año para el Departamento de Redacción. En lugar de una posición estable y un salario regular prefería una vida desordenada, una dependencia constante a sus editores, el trabajo sin fin, y las dudas del escritor agonizante: “Me retiré porque me retiré, es decir, te juro que no podía servir más tiempo. Odias la vida cuando el mejor momento es arrebatado y llevado lejos de ti. Para nada voy a trabajar como el diablo”.

Dostoievski escribió constantemente, sin detenerse a descansar: “Estoy convencido de que ninguno de nuestros escritores, fallecido o con vida, escribieron en las condiciones en las que constantemente escribo”.

Cuando renunció al servicio, Dostoievski, necesitaba darse a conocer, y esto lo hizo con vigor y talento en 1846 con su primera novela Pobres Gentes, llevándole brillantemente al éxito. Todos en San Petersburgo comenzaron a hablar de Dostoievski. Continuó escribiendo y publicó varias obras más: El matrimonio, La casera, Netochka Nezvanova y Noches Blancas. 

 

El efecto Dostoievski

En la noche del 22 de abril de 1849, Dostoievski fue detenido por su participación en el “revolucionario” Círculo Petrashevski. Después del juicio, él y otros miembros del círculo fueron exiliados a Siberia. El escritor había sido arrancado del proceso literario de diez años. A su regreso a San Petersburgo a finales de 1859, Dostoievski se vio obligado a empezar de nuevo.

Alquilando cuartos baratos en zonas pobres de la ciudad, él se movía con frecuencia y nunca se quedaba en una dirección más de tres años. Los amigos que lo visitaron en varios apartamentos notaron el ascetismo de su decoración, la sencillez y la moderación de los interiores. La habitación principal de Dostoievski fue siempre su estudio. Un escritorio, a menudo era colocado en medio de la habitación y siempre ocupó el lugar principal: “El estudio de Fedor Mijáilovich era una habitación grande con dos ventanas, en la parte trasera de la sala había un sofá suave con cubierta de un material marrón bastante desgastado y, frente a ella, había una mesa redonda con una servilleta de tela color rojo. Estaban también una lámpara y dos o tres álbumes. Por todo el lugar había sillas suaves y sillones, las ventanas estaban decoradas con dos grandes jarrones chinos de una forma hermosa a lo largo de la pared. Había un gran sofá de cuero verde de marruecos, y cerca de éste había una pequeña mesa con una jarra de agua. En el lado opuesto, a todo lo largo de la habitación, un escritorio podía ser encontrado”. De este modo Anna Dostoevskaya, la segunda esposa del escritor, describió el estudio en el apartamento donde Dostoievski creó su novela Crimen y castigo.

El estudio en el apartamento de Dostoievski en la avenida griega se reproduce en las memorias de M. Aleksandrov: “El estudio de Fedor Mijáilovich era único en su extrema simplicidad. No había ni siquiera una insinuación del arreglo moderno banal de los estudios, que por lo general, ni siquiera sirve para descifrar la profesión de la persona que lo utiliza.

 

 

 

 

El último estudio del escritor fue su apartamento en Kuznechny Lane, preservando al mismo tiempo la sencillez y la modestia de los anteriores, sin embargo, más espacioso y cómodo. La posición financiera de los Dostoievski “se ha vuelto más estable, la popularidad de Dostoievski había crecido, y en el transcurso del día recibiría una amplia variedad de huéspedes. Con algunos pasó un tiempo en la sala de estar, mientras que los amigos cercanos entrábamos a su estudio. Su familia recordaba que no le gustaba ser molestado en su estudio -los manuscritos o libros no debían ser movidos, él notaba cuando una silla había sido movida del lugar donde la había dejado. Este fue su taller creativo, y no había nadie que pudiera perturbar su ambiente especial. “Sobre su escritorio -escribió Liuba, la hija de Dostoievski– era donde reinaba el mayor orden, sobre él había un paquete de cigarrillos, cartas que recibía, libros que consultaba. Todo tenía que estar en su lugar. El más mínimo trastorno irritaba a mi padre.”

 

 

 

 

Un lugar para recordar

El 12 de noviembre de 1971, el FM Dostoeivski Literary Memorial Museum abrió sus puertas en la casa de Kuznechny Lane. Dostoievski había alquilado un apartamento en ese edificio dos veces. Una vez, por un breve periodo de tiempo en 1846 y luego, desde octubre 1878 hasta su muerte, el 28 de enero de 1881. El principio y el final de su carrera como escritor resultaron estar unidos en un sólo lugar. Aquí había trabajado en su novela temprana, El doble, y aquí escribió su último libro, Los hermanos Karamazov. 

El apartamento de los Dostoievski fue recreado en su mayor parte gracias a las memorias de su esposa Anna:

“Nuestro apartamento del segundo piso constaba de seis habitaciones, un enorme almacén para libros, un hall de entrada y una cocina. Siete ventanas que daban a Kuznechny Lane, y el estudio de mi marido estaba en el lugar en el que una placa de mármol está montada.”

El estudio del escritor fue reconstruido a partir de una fotografía tomada por el fotógrafo V. Taube después de la muerte de Dostoievski. Varios objetos personales están en la exhibición: encima del escritorio hay una pluma, una caja de medicinas, una billetera y un soporte para cartas y papeles, en la pared de la esquina derecha cuelga un icono religioso con marco de plata titulada “Madre divina, gozo de todos los que sufren”. Desde las ventanas del estudio se pueden ver las cúpulas de la Iglesia de Vladimir, donde Dostoievski asistió a los servicios en los últimos años de su vida. Las viejas estanterías contienen los libros que tenía en su biblioteca personal. El museo recoge estos libros basados en las listas compiladas por la segunda esposa del escritor, Anna Grigorievna. En la parte trasera de la habitación hay un sofá, encima del cual cuelga una fotografía de la Madonna Sixtina de Rafael, pintura favorita de Dostoievski. Sobre la mesita, al lado de las ventanas, encontramos un reloj que se detuvo en el día y la hora de la muerte de Dostoievski: Enero 28, 1881, 20:36. En el apartamento adyacente al de Dostoievski hay dos salas que albergan una exposición literaria dedicada a su vida y obra.

San Petersburgo también sirve como última morada del escritor. Está enterrado en el cementerio de Tikhvinskoe, en el monasterio de Alexander Nevsky.

 

 

Texto: F.M. Dostoievski The Literary Memorial Museum of St. Petesburg ± Foto: RODRIGO FERRARI/ PHOTO BUCKET/ GANDHI