El pop coreano, o K-Pop, es un fenómeno musical conformado por solistas como  Kim Hyun Joong y BoA, y grupos masculinos como BTS, Super Junior y Exo, así como también femeninos como F(x), Red Velvet y BlackPink. Todos se caracterizan por ser atractivos, con videos y vestimentas coloridos, impresionantes coreografías y pegajosos ritmos. Aunque es generalmente categorizado como pop, algunos tienen influencias de hip-hop y otros se inclinan más por el rock. Los exponentes del K-Pop imponen nuevas modas y tendencias entre sus seguidores, y éstas se propagan al resto de la población. Es normal salir a la calle y ver a jóvenes usando colores representativos de su grupo favorito, imitando su estilo, consumiendo sus productos, haciendo filas interminables para verlos en concierto e incluso presentando coreografías de sus canciones favoritas en concursos locales. Si bien esto sucede a mayor escala en Corea, seguidores de otros países los aclaman de igual manera.

 

 

A los artistas del K-Pop se les conoce como “idols”, y se les considera ejemplos a seguir. Por esa razón tienen la tremenda responsabilidad de ser los representantes de su país y su cultura ante el mundo. Los idols tienen que ser tan perfectos como sea posible, y es por eso que convertirse en uno requiere años de trabajo y esfuerzo. Para llegar a donde están ahora tuvieron que llevar una formación muy estricta. En Corea existen grandes compañías que hacen castings, seleccionan a los más talentosos y los preparan hasta que perfeccionan sus habilidades de baile, canto y todo lo necesario para proyectar la mejor imagen posible.

El K-Pop pasó de ser un género musical a un fenómeno mundial. Nos invita a conocer una nueva cultura y a ser parte de ella al adoptar su moda, su estética, sus costumbres y sobre todo, su música.

 

 

 

Texto: Michelle Prieto ± Foto: ASFT/ SM ENTERTAINMENT /HOOLYEOOD REPORTER