Frecuentemente, Persépolis es asociada con Alejandro Magno, lo cual es bastante preciso, ya que fue este personaje notable y tenaz quién propició el fin de esta ciudad ceremonial. Pero antes de entrar en su período de destrucción, Persépolis fue concebida por primera vez por Ciro el Grande en 515 aC. Sin embargo, fue hasta el 550 aC cuando Darío I encargó la construcción de los icónicos palacios y terrazas que  hoy conocemos. Durante su imperio, Persépolis también se convirtió en la capital oficial de Persia, pero los gobernantes rara vez la utilizaban debido a su ubicación remota cerca de la ciudad que actualmente conocemos como Shiraz, en la provincia de Fars de Irán.

En el año 330 aC, la ciudad, ya conocida como Persépolis, llegó a su fin cuando Alejandro Magno envió a la mayoría de sus tropas a invadirla. Alejandro pasó cinco meses en esta ciudad antes de permitir que sus soldados la saquearan; los incendios causaron una destrucción casi total de la ciudad. Después de este episodio, alrededor del 316 aC, Persépolis se mantuvo como la capital del Imperio Persa, pero ahora era considerada como una de las provincias del Imperio Macedonio.

 

 

 

 

¿Pasaré a través tuyo, que yaces en el suelo por haber combatido contra Grecia? ¿o te restauro debido a tu naturaleza real y tus virtudes en otros ámbitos”.
Alejandro Magno reflexiona sobre una estatua caída de Jerjes, rey de la dinastía aqueménida de Persia.

 

La arquitectura de una ciudad perdida

Al principio, los persas no tenían un estilo arquitectónico único. Su arquitectura estuvo altamente influenciada por los pueblos y ciudades que invadieron durante su imperio. Pero para final de su reinado, habían creado un estilo propio. Persépolis es el mayor vestigio de lo que fue la arquitectura persa. Esta magnífica ciudad fue construida en una terraza de 125,000 metros cuadrados, donde se erigió el gran palacio junto con la majestuosa Escalera de Persépolis. Esta escalera era y sigue siendo muy admirada por su impresionante asimetría y sus amplios escalones. Los restos de esta maravilla arquitectónica aún se pueden apreciar en las ruinas de Persépolis hoy en día. La piedra caliza y el adobe se utilizaron como materiales primarios para la construcción de estas estructuras. También se construyó un innovador túnel subterráneo de alcantarillado en la ciudad, además de una gran cisterna para recolectar agua de lluvia para beber y bañarse.

 

 

 

 

 

Arte persa

Uno de los atributos más emblemáticos de Persépolis son sus obras de arte. Desde la primera vez que miras los restos, es fácil imaginar la grandeza clásica de los edificios, puertas y escaleras. Éstos se identifican principalmente gracias a las impresionantes esculturas y pinturas que aún se pueden apreciar en el sitio, y en las piezas que ahora se exhiben en distintos museos. La mayoría de las esculturas encontradas en esta antigua ciudad pertenecen a la técnica de bajorrelieve, y casi todas se caracterizan por las figuras que apenas sobresalen del fondo generalmente plano

Estas esculturas también muestran rastros de las técnicas egipcias y griegas, lo cual prueba que en algún punto se inspiraron en ellas. Este estilo era tan prominente en Persépolis que se puede encontrar en todas las columnas, escaleras y muros de la ciudad.

En general, Persépolis es una ciudad llena de historia y cultura. Una vez fue reconocida como la capital de uno de los imperios más grandes y desarrollados de la historia; así que no es ningún misterio por qué los restos de esta ciudad atraen a tantos arqueólogos, historiadores y turistas en la actualidad. Persépolis es prueba de todo lo que estas civilizaciones podían lograr, y también de qué tan rápido podían ser destruidas.

 

 

 

 

 

Texto: Laura García ± Foto: KILAND / WIKIWAND / WPF AT / TRAVEL KOREA / WPD / NATIONAL GEOGRAPHIC / wps / TRA JREA / KOREA BIZWIRE / HRT