La construcción del superyate está basada en la premisa 'el detalle marca la diferencia'.
El diseño exterior es de Philippe Briand - Vitruvius Yachts, con arquitectura naval de Philippe Briand - Vitruvius Yachts y Rossinavi.
La magia del astillero italiano Rossinavi quedó plasmada en Alchemy, un superyate a motor de 66 metros, totalmente personalizado, con el respaldo de Vitruvius Yachts y el diseño de interiores y estilismo de los espacios exteriores de Enrico Gobbi-Team for Design.
Alchemy es un elegante navío a motor de tres cubiertas, encargado por un cliente que estuvo involucrado a lo largo de todo el proceso del proyecto, centrándose en las zonas exteriores y los aspectos de bienestar. El intercambio de pretensiones del dueño, combinado con la experiencia de Rossinavi, resultó fructífero y eso incluye que cada mueble esté hecho a medida, incluido el sofá de gran tamaño del salón principal, único en su tipo.
La nave, que avanza con propulsión eléctrica diésel, impulsado por cápsulas para reducir la pérdida de energía entre los motores y la velocidad de navegación, se caracteriza por el camarote del propietario en la proa, con una vista despejada del mar hacia popa, gracias al espacioso pasillo central. Este rasgo de diseño crea una sensación de apertura y una fuerte conexión con el entorno marítimo.
Los espaciosos lugares de Alchemy, de 65 metros de eslora.
Una monumental escalera flotante ocupa un lugar central en el salón principal, frente a la original cava, y conecta el puente con la cubierta superior, creando una conexión con las dos áreas a través de una abertura vertical justo en el corazón del yate con escalones de vidrio sostenidos entre dos muros de cristal, con el piso de mármol blanco de Carrara.
Para comodidad de los viajeros, se puso énfasis en minimizar las vibraciones a través de técnicas y materiales –desde la hélice de proa hasta el sistema de aire acondicionado y la distribución de la sala de máquinas–, buscando la reducción del ruido y los movimientos a bordo.
Del proceso de fabricación de Alchemy, Federico Rossi, director de operaciones de Rossinavi, reconoce que la palabra clave para este yate es equilibrio. “Con el equipo de Vitruvius pudimos conjuntar los conocimientos y habilidades adquiridos a lo largo de décadas de experiencia; juntos, pudimos trabajar en sinergia bajo la guía y presencia del dueño”.
El elegante diseño interior es una creación de Enrico Gobbi – Team for Design.
Amplias zonas de descanso
En el diseño exterior, la silueta de Alchemy se ve realzada por volúmenes y una distribución óptima de las zonas habitables, así como más de 330 m2 exteriores distribuidos en las tres cubiertas, incluido un jacuzzi, varios solariums, un bar, áreas de entretenimiento y un asador. La cubierta del puente cuenta con un salón y otro comedor al aire libre para ocasiones más formales, mientras que la cubierta principal presenta una gran cabina.
El Beach Club coincide con el área de bienvenida de la embarcación, diseñada para dar la impresión de ingresar a un spa. La madera de teca, realzada con detalles en acero inoxidable y mármol blanco con acabado mate, proporciona un ambiente relajante.
“El ambiente de spa fue la palabra clave para los interiores y la decoración exterior de este yate”, comenta Enrico Gobi, quien empleó materiales naturales, colores suaves y formas esenciales en los interiores, combinado con una iluminación indirecta en combinación con la sencillez de las formas.
El reto para el equipo de Gobi fue trabajar en un navío de esta magnitud, bajo la estrecha supervisión de su dueño, iniciando desde una hoja de papel en blanco hasta la decoración de los sofás y los cojines para hacer que cada objeto resultara único e irrepetible. “En resumen, en este proyecto, el lujo y la singularidad residen en la profunda búsqueda de un detalle refinado”, añade Gobi.
Otro elemento técnico destacable son las escotillas especiales de almacenamiento de los juguetes marinos, que incorporan un sistema mecánico diseñado para garantizar la estabilidad al lanzar el ténder al agua. El garaje tiene espacio para almacenar una amplia gama de equipos, desde tablas de remo hasta windsurf y esquís acuáticos hasta dos embarcaciones (de 7 y 8 m de largo, respectivamente), toboganes, muelles inflables e incluso bicicletas de montaña para viajes de exploración en tierra.
Para Philippe Briand, fundador de Vitruvius Yachts, el propietario de la embarcación les dio las pautas de cómo sería su yate ideal, “resultó una auténtica Alchemy, como su nombre evoca: una combinación de elementos que trajo como consecuencia un estilizado y elegante barco de tres cubiertas”.
Texto: Amura ± Foto: Rossinavi