Noruega: La puerta a los Fiordos 

El Reino de Noruega cuenta con una economía próspera y rica, la cual combina la actividad del mercado libre con la participación estatal, esto genera bajos niveles de desigualdad y corrupción, traduciéndose en un estado de bienestar para su población. Asimismo, es uno de los principales productores de petróleo y gas natural de Europa, por lo que se distingue como uno de los países más desarrollados del mundo, y donde más de dos terceras partes de la mano de obra, se dedican al sector terciario, lo que habla de una sociedad desarrollada.

En este sentido, el gobierno controla áreas clave, como el sector del petróleo, en donde Noruega figura en la 13ª posición de reserva de hidrocarburos y gas. La Compañía Estatal de Petróleo de Noruega, Statoil, establecida en 1972, tiene ventas por 126,000 millones de dólares (mdd) y está valuada en el mercado por 78,000 mdd. 

 

 

Día Nacional

Tras haber sido parte de la monarquía danesa durante 400 años, Noruega firmó su Acta Constitucional el 17 de mayo de 1814; aunque la independencia se dio hasta 1905, cuando se separa de Suecia. Sin embargo, la fecha histórica ha permanecido oficialmente como el Día Nacional de Noruega, pues se trata de un periodo significativo, marcado por pensamientos y visiones revolucionarias que dieron paso a grandes cambios nacionales y políticos, por lo que también se le conoce como “El Año de los Milagros“.

Este 2014 Noruega celebró el bicentenario de su independencia y la formación de su Constitución, también conocida como Grunnlovsjubileet, acto que quedó plasmado en la pintura de Oscar Wergeland (1844–1910), Riksforsamlingen på Eidsvoll 1814 (Asamblea Constituyente de Eidsvoll 1814), la cual se resguarda en el Museo Nacional de Arte, Arquitectura y Diseño.

Así, el pasado 17 de mayo, Noruega tuvo una de las celebraciones más emotivas en su historia, Oslo y Bergen captaron la atención por ser las ciudades más importantes, pero también los pueblos más pequeños, sus embajadas y consulados alrededor del mundo tuvieron participación para conmemorar 200 años de la promulgación de su Grunnlovsjubileet. 

 

 

Las festividades comenzaron con coloridos desfiles de niños que llevaban orgullosamente sus banderas y carteles, las bandas de música amenizaron el transitar de la gente que portaba sus trajes típicos nacionales.

En la capital, Oslo, desfilaron un aproximado de 100 escuelas y bandas de música que recorrieron la ciudad pasando por monumentos y edificios icónicos, en uno de los balcones del Palacio Real, se podía ver a la familia real saludando a todos los que desfilaban. La procesión llegó a su fin, frente al Ayuntamiento, donde miles de ciudadanos y visitantes, se dieron cita. 

En Bergen la marcha principal salió de Torgallmenningen y concluyó en Festplassen, los desfiles se abrieron paso entre las calles centrales de la ciudad. Al terminar se realizaron conciertos y actividades a lo largo del día, entre ellas una competición de remo en Vågen. Las celebraciones culminaron con un gran espectáculo de fuegos artificiales.

El día tuvo una gran actividad desde las siete de la mañana, por lo cual la gente no debía sorprenderse ante el ruido al ser despertada, por el ajetreo de los preparativos para esta gran fiesta nacional. Este fue un momento verdaderamente especial para estar en Noruega, y mezclarse con los locales, ya que de esta forma se pudo vivir una de las tradiciones más especiales de cualquier país. 

 

 

 

 

Un viejo lobo de mar

La historia de Noruega está vinculada fuertemente a la pesca y el mar, aunque también tiene importantes y famosas pesquerías de río. La proclama entre sus habitantes ha sido ganarse la vida pescando, cazando ballenas y focas. La pesca es un elemento central en las empresas e industria del país, dado que dispone de algunos de los bancos de especies marinas más ricos del mundo. Las costas noruegas como el mar del Norte, el mar de Barents y el Frente Polar, son zonas de gran productividad pesquera, donde el arenque, capelán, bacalao, caballa, carbonero, eglefino, bacaladilla, maruca, brosmio, espadín, fletán negro, perro del norte, gallineta nórdica y faneca noruega, son las principales especies de captura comercial.

 

 

 

 

En la actualidad, Noruega es uno de los principales proveedores de productos alimenticios de origen marino, tanto de pesca extractiva como de acuicultura. Estos últimos representan casi el 50% de las exportaciones de pescado de este país. La acuicultura se basa en el principio de la explotación sostenible de los recursos marinos vivos. Según el Instituto Nacional de Estadística, el arenque, el capelán y el bacalao (con 506,000, 155,000 y 470,000 toneladas respectivamente), son los tres principales productos marítimos extractivos. Mientras que el salmón del Atlántico –del cual se produce 1 millón de toneladas al año a escala mundial, sobretodo de Noruega, Chile y el Reino Unido– y la trucha arcoíris, son las principales especies de la industria acuícola, aunque ya se crían algunas variedades de bacalao. Noruega, junto con Escocia, son los principales productores de éste, con 10,000 toneladas al año. Sin embargo, esta variedad se ve amenazada por la sobrepesca, al igual que el fletán, el perro del norte y algunos mariscos.

 

 

Oslo: Fiordo de los sueños

La antigüedad de Oslo se estima en más de un milenio, en el año 2000 se celebró oficialmente su aniversario número 1,000. Pero fue hasta 1814 cuando Cristianía, se convirtió en la capital de Noruega al obtener su independencia de Dinamarca. En 1925 la capital cambia de nombre y retoma el original de Oslo, ya que durante más de 300 años se le conoció como Cristianía. Se encuentra situada en el fiordo Oslofjord, que es un accidente geográfico de extraordinaria belleza. Se trata de un estrecho o terraza marina, que da paso a un estuario formado en un antiguo valle glaciar. Oslo es una ciudad que por estar rodeada de bosque y tener un amplio terreno de naturaleza es considerada como una ciudad verde.

 

 

 

Las calles de esta capital durante el verano son recorridas por el encanto de los viejos tranvías y están protegidas de la modernidad, lo que garantiza poder disfrutar de un buen día paseando por sus andadores peatonales.

Esta milenaria ciudad merece un recorrido pausado iniciando por el paseo en la calle Karl Johans, que va de la Estación Central de ferrocarril hasta el Palacio Real y que conduce al nuevo edificio de la Ópera, inaugurado en 2008. Este edificio luce en su mayoría una impresionante estructura de mármol blanco, y se ha convertido en un centro de reunión con una espectacular vista al fiordo de Oslo. 

En esta ciudad se puede sentir una atmósfera especial, compuesta por músicos callejeros, flores y pintorescos atractivos. Descansar un momento junto al mar, brinda la energía para continuar el andar y disfrutar de la fortaleza de Akershus, cuyas principales construcciones datan de la Edad Media y el Renacimiento y que tuvieron un papel importante en diversas batallas históricas. En la actualidad esta fortaleza es el Museo de la Resistencia y sede de actos oficiales.

 

 

 

 

 

 

Las opciones de entretenimiento en la capital son muy abundantes, museos, festivales, conciertos y exposiciones son ejemplo de algunas actividades. Muchas de ellas dependen de la estación del año en que se visite la ciudad.

Algunos de los museos que se deben conocer en cualquier visitita a Oslo son: la Galería Nacional, el Museo Munch y el Museo Kon-Tiki, que relata gráficamente las expediciones de Thor Heyerdahl. Uno de los museos más sorprendentes es el de los barcos vikingos, donde se encuentran tres embarcaciones en magníficas condiciones; asimismo, exhibe la historia gráfica de su descubrimiento. Uno de ellos descansaba debajo de un montículo, hasta que en 1879, dos adolescentes campesinos comenzaron a excavarlo. El hallazgo atrajo una misión arqueológica la cual continuó con el rescate y determinó que se trataba de un barco funerario. Tampoco se debe dejar de lado el museo dedicado al Premio Nobel de la Paz, que es interactivo y se enfocan en temas actuales.

 

 

 

Uno de los paseo más recomendables es en Aker Brygge, en esta zona se puede disfrutar de una rica comida de mariscos; por un lado se encuentra la Fortaleza de Akershus, con enormes cruceros que atraviesan frente a su bahía y por el otro, decenas de restaurants con terrazas al aire libre.

Al recorrer todo el muelle, se llega a la moderna zona de Tjuvholmen, algunas personas nadan en una pequeña playa, otras toman una copa en la terraza del Museo Astrup-Fearnley, diseño del arquitecto Renzo Piano. Cafés, restaurantes, galerías y edificios de lujo conviven en esta pequeña isla. Lo recomendable en esta zona es cenar un salmón en una de sus terrazas; es una excelente forma de comenzar una buena velada. Conforme cae la noche aparece la luna, cada vez más grande y luminosa. Admirar los mástiles de los veleros en el fiordo, creará un recuerdo de las noches de verano de Noruega. Uno de los barrios más modernos y lujosos es el barrio de Bjørvika, una antigua zona industrial, donde se han construido edificios residenciales, oficinas y edificios inteligentes, en el área se ha inaugurado la nueva Ópera y el Ballet Noruego.

En Oslo, es posible encontrar diversas plazas comerciales en las que se puede ir de compras, pero es en la calle de Akersgata en donde se encuentran las mejores tiendas. 

 

 

 

Ciudad Fiordo

El proyecto denominado Plan Ciudad Fiordo busca convertir a Oslo en una ciudad totalmente transformada y renovada. Lo que se pretende es aprovechar el fiordo para darle nuevo significado a la capital noruega, integrando los espacios en distintas etapas, con lineamientos de acción a largo plazo en función a su estructura social y cultural.

El ambicioso plan contempla tres ejes principales: Oslo Verde, que va en función al medio ambiente; Oslo Red, dedicado a las relaciones humanas, y Oslo Grande, en donde los temas son la densidad y diversidad poblacional. Estos escenarios convergen en la idea de la capital verde europea, la ciudad como un espacio accesible y de encuentro, construyendo vínculos relacionales a través de un potente eje de movilidad extendido por el fiordo.

El tranvía y túnel, por ejemplo, son el planteamiento para resolver los problemas de movilidad en el puerto, lo que en la actualidad se ha convertido en el principal tapón para la integración y el contacto social. Los estudios de movilidad, permiten desarrollar estrategias de conectividad y de uso de suelo, entendiendo que ambos inciden directamente en la fluidez y atractivo del tejido.

 

 

Bergen

Uno de los recorridos más emblemáticos de Noruega es Bergen, la segunda ciudad más grande del país, cuya historia se remonta al siglo XI. Caminar por sus plazas, con el cálido clima del verano y la luz de la tarde, es suficiente para hacer que el día sea magnifico. Rodeada por siete colinas y siete fiordos, le da un encanto singular y cuando al recorrerla se cree que no puede haber un paisaje más bello, aparece uno nuevo para desafiarnos. Bergen significa “La montaña”, y se trata de una ciudad fundada en 1070 a la orilla de bahía de Vågen por el rey Olaf III. 

Su distinción arquitectónica, acentuada por el sol de media tarde y el espectacular emplazamiento natural han hecho que la ciudad sea declarada Patrimonio de la Humanidad. En verano, es posible disfrutar de una de sus principales atracciones internacionales, ésta es Tall Ship Races, en donde se pueden ver decenas de barcos de mástil alto o tall ships, provenientes de distintos países. El cielo es de un azul profundo y la temperatura de más de 30°C, en las calles hay puestos de salchichas, helados, fruta y todo tipo de delicias. Miles de visitantes toman los andadores junto al  , donde se aprecian las antiguas casas multicolores, hechas en madera, herencia del Bryggen del siglo XIV, las cuales en vez de pescado o mercancías –como en antaño– albergan colecciones de arte y centros culturales.

 

 

 

Resulta interesante visitar el mercado de pescado y disfrutar del marisco fresco. 

Así como pasear por su barrio medieval que data de los días en que el puerto era un importante centro de comercio.

Otras actividades que la ciudad ofrece son teatro, danza, deportes y conciertos de una de las sinfónicas más antiguas del mundo. Algo que no se puede evitar hacer en Bergen es tomar el funicular al monte Fløyen, desde donde es posible ver toda la ciudad y el mar, realizar una caminata en el bosque o hacer kayak en un estanque en la cima.

Esta ciudad también es conocida por ser la entrada a los fiordos, aunque se disponga de poco tiempo, se puede dar un recorrido por éstos y apreciar un poco de la majestuosidad que se podría vivir en una expedición por el litoral de Noruega.

Una característica sobre la población de la ciudad es que existen muchos estudiantes, por tal motivo es una de las ciudades conocidas como centros de educación.

 

 

 

 

Manejar por los fiordos

Rentar un coche y manejar por las autopistas de Noruega es una de las formas en que se podrán conocer lugares y admirar paisajes que posiblemente sólo existen en los sueños.  Una de las mejores rutas es hacia Lofthus, en donde la ruta larga es sinónimo de exquisitas vistas panorámicas. En el camino es posible detenerse en las cascadas de Steinsdalsfossen; con una altura de 50 m, su principal atractivo es que se puede caminar detrás de la caída de agua. 

Los fiordos son entradas angostas de mar que se formaron durante la era del hielo, al contraerse los glaciares. Sólo existen en algunos países y su mayor concentración se encuentra en Noruega, gracias a su clima templado, abunda la vegetación. Conducir junto a los fiordos es un reto, a veces la carretera pasa a un diminuto carril, aunque el camino está perfectamente bien planeado. En ocasiones y dependiendo de la ruta, es mejor tomar ferris para cruzar estrechos de agua, posteriormente se puede retomar el viaje. Si ya se ha decidido a viajar en auto, es importante que durante el invierno se verifique que las carreteras no están cerradas, para disfrutar al máximo de este viaje. 

 

 

 

 

Stave Churchs 

Los Stavkirke, como se nombra en Noruega a los templos cristianos medievales construidos de madera, mejor conocidos como Stave Churchs, son quizá una de las piezas de arquitectura cristiana en madera más bellas del mundo, además de tener gran valor histórico pues muchas de ellas se remonta a la época medieval. Dentro de éstas, destaca el templo de Urnes, en Luster. Data de 1150 y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979. La historia cuenta que fue creada para una familia poderosa. Sus constructores decidieron transferir la estética pétrea a la madera, logrando una reproducción excepcional, elegante y estilizada, a través de varias capas de techumbre. El interior de esta pieza de planta rectangular está decorado con motivos animales, así como por representaciones de seres de la mitología nórdica.

 

 

 

La más grande Stave Church del país es Heddal, en el condado de Telemark, la cual consta de tres naves, un ábside y un pórtico. El templo, dedicado a la Virgen María, fue construido en el siglo XVIII. En su interior cabe destacar la ricamente labrada silla del obispo, el altar y las pinturas de las paredes que datan de cuando fue construida. Según una leyenda local, fue levantada en tres días por cinco agricultores. Ha sido objeto de varias restauraciones en los siglos XIX y XX; aún está en funciones y continuamente se celebran bodas, así como los tradicionales servicios dominicales.

Existen diversos tipos de iglesias de madera, pero todas están conformadas por un esqueleto con tablas que hacen de pared, apoyándose en unos alféizares. Además, la decoración de las stavkirker entremezcla diseños cristianos con vikingos precristianos, como el motivo del dragón entrelazado. Las puertas de madera y remates están maravillosamente talladas.

 

 

 

 

Donde se encuentra la felicidad

La Red de Soluciones para el Desarrollo Sustentable (UNSDSN) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) colocó dentro de su Reporte de Felicidad Mundial 2013 a Noruega en segundo lugar, después de Dinamarca y antes de Suiza. Esta Red define a la felicidad como un estado emocional cambiante, pero de igual forma, como un indicador del grado de conformidad y bienestar de las personas.

Algunos datos que indican que Noruega es uno de los países más felices son, por ejemplo, que la mayoría de sus habitantes muestran una larga y saludable vida (el promedio de vida es de 81 años); tienen conocimientos (el promedio de escolaridad es de casi 13 años) y un nivel de vida digno, dado entre otras razones por el ingreso bruto per cápita, que según el Banco Mundial (BM), en 2013, fue de 100,808.50 dólares.

Algunos indicadores que se toman en cuenta para poder decir si un país, en este caso Noruega, resulta “más feliz” que otro, se basan en estadísticas como la tasa de divorcios o la vida que llevan en comunidad; es decir, qué tanta relación tiene la gente con la ciudad donde vive. También se toma en cuenta el bienestar material, medido por el PIB per cápita, el índice de desempleo (alrededor del 3%); la estabilidad política y la seguridad en las ciudades y el país mismo; el clima y la geografía del lugar; los derechos civiles y la libertad de credo, la igualdad de género, así como el ambiente de paz que se tiene con otros países; esto es que no se viva un estado de guerra latente.

 

 

 

Felicidad y medio ambiente

Noruega también destaca por ser uno de los países que más se preocupa por el cuidado de su entorno natural, el cual incluye, sólo por mencionar un ejemplo, el uso de combustibles alternos. En este sentido, uno de los documentos más importantes para definir la sustentabilidad, es el Informe Brundtland, elaborado por la exministra noruega Gro Harlem Brundtland, así como por un grupo de expertos. En la actualidad, este país se ha convertido en un líder en el tema, del cual otros toman ejemplo en materia medio ambiental. Otro parámetro que utiliza la ONU, así como distintas instancias, es el grado de corrupción que puedan tener sus gobernantes o funcionarios. En este sentido, la Organización de Transparencia Internacional, en su ranking 2013, puso a Noruega en quinto lugar de un listado de 175 países.

Oslo es una ciudad que sorprende por su diversidad cultural y religiosa, lo mismo se ven mujeres con burka que de minifalda, lo hay de todo…

Bergen ofrece numerosos eventos musicales y culturales internacionales a lo largo del año.

 

 

 

 

Texto: Daniela Becerra ± Foto: Daniela Becerra / Asgeir Helgestad / Artic Light AS / visitnorway, Norwegian Visual Artists © Society / SXCHN / LNGN ©ASLAK TRONRUD / DAMIEN FRIZ / WLS / WILLIAM CHO / K SKYE / GETTY IMAGES / PXZARD / BP / hostaff