El palacio del lago y la ciudad Rashput

Llegar al Oberoi Udaivilas de Udaipur es como entrar en las páginas de Las mil y una noches; un cuento oriental con sabor a esplendor y elegancia.

Una pequeña puerta de fortaleza que evoca a Surya (dios hindú del sol), así como ornamentos de elefantes en mármol, nos da la bienvenida hacia un inmenso patio con una fuente que crea un espejo gigante, donde se refleja este palacio de cúpulas y piedra ocre.

La bienvenida con bindi en la frente, así como flores y regalos para cada huésped, es la antesala para deslumbrarnos con el impresionante hall de cúpula dorada, rodeado de elegantes salones.

Un largo pasillo conduce a las fastuosas habitaciones, cada una con terraza privada que da hacia la gran piscina, donde nadar en medio de una vista soberbia hacia el Lake Palace, el City Palace y la ciudad, mientras escuchamos el clamor que retumba sobre las aguas plácidas del lago Pichola, convirtiendose en una experiencia indescriptible. 

Cúpulas y pabellones se suceden; una larga fuente nos lleva a otras habitaciones y jardines que rodean otra piscina, la cual vibra bajo el sol y bajo la sombra de encantadores edificios, así como estatuas de dioses y guardianes. Los pavos reales se muestran majestuosos entre jardines por donde se asoman las leyendas del pasado. El restaurante es el comedor de un palacio, con una atención digna del maharajá, así como la exquisitez de exóticos y delicados sabores de la India.

Vivir unos días en el Udaivilas es convertirnos temporalmente en maharajás. Es sin duda la mejor opción para disfrutar a plenitud esta ciudad que palpita al ritmo de sus palacios emergentes en medio de la inmensidad de su lago.

Texto: Patrick Monney ± Foto: BEROI HOTELS