Islas Cícladas: el nacimiento de la civilización occidental

El archipiélago de las Cícladas está conformado por islas de encanto, poderosas, preñadas de mar, misterio. Fueron el escenario de una etapa cardinal en el devenir de la formación de la nación griega con todas sus implicaciones de legado al mundo: la civilización cicládica (Edad del Cobre y del Bronce, Cícladas, Mar Egeo, 3000 a. C. al  2000 a. C.) Nuestro viaje nos lleva en especial a tres de ellas: Mykonos, Delos, y Kea ¡Lancemos velas al viento!, sus puertos nos esperan.

 

"El amor consiste en sentir que el ser sagrado late dentro del ser querido."
Platón

 

 

MYKONOS el centro del mar Egeo

Es la Isla de la Luz, por el dios Apolo, a quien está vinculada por lazos mitológicos y que le aporta sus dones: luz, belleza, poesía, música. Es también la Isla del Viento debido a la fuerza indómita  -en ciertos momentos terribles- de aquellos aires llamados Meltemi, que son más frecuentes entre julio y agosto. Su cotidiana presencia en estas costas renueva el aire para que permanezca limpio, transparente. Es la perla de las Cícladas, la Isla de las Maravillas, y muchas más formas, todas halagadoras, de llamarla. Es el hogar donde han nacido y florecido grandes historias de amor. Es el balcón perfecto desde donde observar los maravillosos colores que regalan al alma las luces del amanecer y del ocaso. Si lo visitas tendrás a tu alcance la posibilidad de conocer sitios arqueológicos, museos, galerías de arte, innumerables playas de arenas finas y aguas de zafiro para deleitarte con el gozo de navegar, nadar, tomar el sol, practicar deportes acuáticos; pero también pasear a caballo y realizar excursiones a todos sus rincones.

 

 

 

Tampoco está de más deleitarse con la deliciosa gastronomía, con la intensidad de su vida nocturna y los espacios exclusivos, boutiques de ropa, joyas y accesorios de alta gama que atraen a personalidades y celebridades de todo el mundo. El redescubrimiento de la isla comenzó a partir de los años 50, cuando llegaron los primeros yates de lujo y los cruceros empezaron a llenar sus puertos. La afluencia de visitantes ha crecido exponencialmente debido a su reputación como destino de alto nivel.

 

 

 

Sus habitantes conservan el alma sencilla y abierta. Habitan en su mayoría en  Chora (en griego significa ciudad capital) conformada por un laberinto de calles, que se dice fueron planeadas así debido a la presencia de los piratas, construidas para confundir a los intrusos. Esta ciudad es una bella postal de casas permanentemente blancas, cuyos balcones adornados por flores, además de las puertas, ventanas y escaleras, ponen una nota multicolor donde predomina el azul. El secreto para que siempre luzcan pulcras reside en la buena costumbre de los vecinos, quienes mantienen y pintan no solo sus casas sino los lugares cercanos a las mismas, o a sus negocios, una vez al año.

 

 

 

 

Mitología e historia

Mykonos se ubica entre Tinos y Naxos, cerca de Santorini. Tiene solamente 90 km², de los cuales 80 km son costas. El archipiélago de las Cícladas tuvo gran predominio en los tiempos antiguos debido a que Delos –la isla sagrada– fue un relevante centro económico, religioso y social. Albergaba el santuario panhelénico más importante de Grecia, declarado Patrimonio de la Humanidad, y que en la actualidad pertenece a la unidad periférica administrativa de Mykonos.

Los últimos descubrimientos arqueológicos indican que la isla estuvo poblada por lo menos a partir del 3000 a. C.; su nombre se debe al héroe Mykonos, rey de Delos, descendiente de Apolo y la ninfa Rhino, hija de Dionisio, dios del vino. Los habitantes originales honraban además a Zeus (padre de los dioses y de los hombres), Poseidón (dios del mar, de las tempestades, que con un golpe de su tridente hace que broten los manantiales),  Artemisa (hermana gemela de Apolo, virgen, eternamente joven, señora de los animales, de la caza y los bosques)  y Hércules (semidiós y héroe que encarna la fortaleza). Mykonos fue el escenario de la batalla entre Zeus y los Titanes (titanomaquia: serie de luchas libradas entre dos razas de seres dominantes). La primera ánfora de los tiempos antiguos, simbolizando al caballo de Troya, se descubrió en Mykonos, atestiguando que tuvo un gran desarrollo cultural. Debido a su proximidad con Delos –densamente poblada durante la época clásica– gozaba la bonanza económica de ser un proveedor natural de servicios y alimentos. 

 

 

 

Los fenicios la habitaron a partir del año 1000 a. C.; luego fue conquistada por los jónicos de Atenas (400 a. C.), seguida por la ocupación por parte los persas,  tiempo durante el cual se convirtió en un importante centro marítimo que tuvo su máximo desarrollo durante la dominación de romanos y bizantinos. En el siglo IV, la isla fue ocupada por los venecianos, seguidos por los sarracenos. En 1537 cayó tras el ataque de Barbarroja, corsario bajo el mando del almirante Solimán el Magnífico; entonces fungió como puerto de la flota otomana (turca).

En 1615 se desarrolló la “comunidad” de los mykonios; la isla vivió entonces un periodo de prosperidad, pero debido a las guerras entre Turquía y Venecia, y a una epidemia de cólera, resultó casi deshabitada en 1667. Entre 1770 y 1774, estuvo bajo el dominio del Imperio ruso, pero regresó a ser sometida por los otomanos. En el siglo XVIII juega un papel predominante en el Mar Egeo debido  al gran desarrollo de sus flotas, mercantil y militar, durante la Revolución griega de 1821, en la que aportó sus barcos, cañones y tripulación. La revuelta fue encabezada por la Señora Manto Mavrogenous, concluyendo en victoria. El siglo XIX trajo un desarrollo exponencial de la tecnología y del comercio marítimo. La apertura del canal de Corinto en 1893, y la Primera y Segunda Guerras Mundiales,  causaron una depresión económica que generó el éxodo masivo hacia diferentes regiones del mundo.

 

 

 

 

 

Punto y aparte

A partir de los años 50 comienza su nuevo destino como un gran polo turístico. Se establece como la meca de célebres artistas, políticos, empresarios y otras personas acaudaladas que le proporcionaron un aura de exclusividad y sofisticación. Los escritores Lawrence Durrell y Henry Miller inmortalizaron la vida sosegada de las Cícladas y sus bellos paisajes volcánicos; fue la época en la cual llegaron los navieros Aristóteles Onassis y Stavros Niarchos en sus aviones y yates particulares. Pero el gran detonador ocurrió cuando en 1954, la reina de Grecia, Federica de Hannover, organizó un crucero en el barco Agamemnon IV a las islas griegas para los reyes, reinas, príncipes y princesas de Europa, ya que las familias reales no habían vuelto a reunirse tras la Primera y Segunda Guerras Mundiales, y la contienda civil griega (1946-1949). Las notas e imágenes en las  primeras planas de la prensa internacional con detalles sobre los 110 miembros de las familias reales visitando el monte Olimpo, Creta, Rodas, Corfú, Thesalónica, Volos, Knosos y Mykonos, le dieron la vuelta al planeta, abriendo camino a los millones de visitantes que les siguieron. Cuentan que fue en este viaje en el que encontraron un pelícano casi muerto, y lo rescataron llevándolo a Chora. Ya totalmente recuperado le llamaron Petros, que con el tiempo se convirtió en un símbolo de la isla. Hoy es posible fotografiarse con Petros, pero ya no es el mismo pelícano de esta historia.

 

 

En los 60, las revistas cosmopolitas y periódicos de todo el mundo regresaron a hablar de Mykonos como un destino insuperable. Imágenes en diferentes medios de comunicación de los populares actores Marlon Brando, Grace Kelly, Richard Burton, la actriz griega Melina Mercouri, la famosa cantante de ópera Maria Callas y Carolina de Mónaco de visita en la isla, la promovieron internacionalmente. Jackie Kennedy llegó a Mykonos en 1961, momento en el que se presume comenzó su romance con Aristóteles Onassis, el entonces propietario de la compañía de aviación Olympic Airlines, y quien construyó el primer aeropuerto en la isla. Konstantinos Karamanlis, primer ministro de Grecia, también se enamoró de Mykonos y volvió habitualmente durante el resto de su vida.

Estos fueron algunos de los ingredientes que influyeron en su transformación cosmopolita, combinados con su encanto, su halo indescriptible que fascina los corazones de quienes la conocen. De alguna manera pareciera haber quedado encapsulada entre los 70 y 80, cuando atrajo también a numerosos viajeros que buscaban la libertad del anonimato y el estilo de vida sin restricciones, alternativo: los nómadas de Mykonos, quienes regresan una y otra vez, pero no permanecen.

También ha sido elegida como locación para filmes internacionales: El magnate griego (1978)  Un amor de verano (1982), Shirley Valentine (1989), El caso Bourne (2002), Kamaki (2007), la primera película independiente escrita y dirigida por los hermanos O'Connor, y Wog Boy 2: Kings of Mykonos (2010).

La población de Mykonos es de 11,000 personas aproximadamente; en algunas temporadas los visitantes superan las 30,000 personas. En 2015 la llegada a sus aeropuertos aumentó un 40 %,  según datos publicados por la confederación de empresas turísticas griegas (SETE). De acuerdo a estas cifras, los visitantes han preferido viajar a islas como Mykonos más que a Ibiza, Cerdeña o Saint-Tropez. En términos de valor, la isla de las Cícladas fue calificada 84,2%, en comparación con 80,5% para Ibiza y el 79% para Saint-Tropez.

 

 

 

 

 

Llegando a Mykonos

Es posible abordar un avión en diferentes puntos de Europa hasta Atenas, desde donde pueden seguir en vuelo o continuar en los barcos y catamaranes de alta velocidad que navegan a la isla desde el puerto Pireo y el de Rafina en Atenas, hacia las islas Sarónicas, al resto de las islas Cícladas a Creta y al Dodecaneso; no hay límites. De acuerdo a la afluencia de visitantes es la frecuencia de viajes, pero se recomienda, en temporada alta, anticipar la compra de boletos o renta de barcos.

La mejor manera de llegar y permanecer es en una embarcación, ya que podrás disfrutar de las escapadas a tierra y regresar a tu propia isla flotante, con autonomía, privacidad y libertad para moverte por las costas. Es posible rentar todos los tipos y tamaños de yates, veleros, catamaranes, etc., para pasear o disfrutar de los paisajes durante semanas. Otra ventaja es la infraestructura marítima, cuantiosos son los puertos y fondeaderos a lo largo de su litoral. El más grande y el primero en importancia es el Puerto Viejo en Chora, abrigo de las lanchas de los pescadores, y donde atracan los barcos que hacen el viaje hacia Delos, así como también los diferentes ferries de mediano calado y yates. En Tourlos, se encuentra el Nuevo Puerto, que recibe a los cruceros y otros barcos grandes. Otro punto es el embarcadero de Platis Gialos. Otros embarcaderos son: Ornos Korfos, Panormos, Kalafatis, Psarou, Ayios Annas o Baraga.

 

Imperdibles

 

Pequeña Venecia de Mykonos: las coloridas casas de dos y tres pisos frente al mar con balcones de madera albergan tabernas, terrazas y bares de copas.

Los Molinos son la imagen que ha recorrido el mundo identificando a la isla. En la actualidad quedan cinco, y de los 15 que antiguamente existían, algunos han sido convertidos en museos y están ubicados en la zona alta del barrio de Chora, en la pequeña Venecia y en Ano Mera, a 8 km de la capital.

 

 

 

Barrio de Kastro es un área que circunda al castillo; es considerado la zona más bella y tradicional, donde se encuentran los monumentos y sitios de interés más visitados y recomendados.

Museo Arqueológico de Mykonos. Inaugurado en 1902, exhibe una colección de esculturas, joyas y cerámicas encontradas en Mykonos, Delos y Renia, entre las que se encuentra el jarrón del siglo VII a. C. con la imagen del caballo de Troya.

 

Ciudad de Mykonos, Grecia

+30 22890 – 22325

http://odysseus.culture.gr/h/1/eh151.jsp?obj_id=3301

Horario de 8:30-15:00, excepto los lunes.

 

Museo Folclórico de Mykonos. Muestra llaves antiguas, prendas de vestir, bordados, muebles antiguos, herramientas y fotografías. Incluye también el Museo de la Agricultura, exposición al aire libre: máquinas de trillado, hornos y objetos usados antiguamente en la agricultura, y la Casa de Lenas: típica casa del siglo XIX con su decoración tradicional. Horario 16:30 a 20:30, excepto los domingos.

 

Kastro, Ciudad de Mykonos, Grecia

+30 22890 - 22591

Horario: de 16:30 a 18:30 p.m. excepto domingos

 

Museo Marítimo del Egeo contiene la historia de la navegación por el Mar Egeo, botes, lanchas,  todo tipo de buques,  y una colección de monedas y pergaminos.

10 Enoplon Dynameon Street, Mykonos-Town 846 00, Grecia

+30 2289 022700

Horario de 10:30 a 13:00 y de 18:30 a 21:00.     

 

 

 

Panagia Paraportian (la Iglesia de la Señora)

Es la más famosa, ubicada en la entrada lateral del Castillo en el barrio de Kastro. Su arquitectura e historia son distintivas en Mykonos.

Agion Anargyron, Chora, Mykonos, Cícladas, Grecia, 84600

 

Iglesia Metropolitana

Es reconocida como la iglesia católica principal por los habitantes de la isla. El edificio es mayor y más suntuoso que el resto de los templos, y está situada en una plaza con numerosas tiendas y restaurantes.

Alefkandra, Chora, Mykonos, Cícladas, Grecia, 84600

 

 

 

 

En la isla existen alrededor de 500 iglesias y monasterios.

 

Monasterio Panagia Tourliani

Está dedicado a la Virgen María, y queda a 8 km de la capital. Destaca su campanario, la fuente de mármol y el coro tallado en madera preciosa florentina, más una exposición de objetos religiosos y gemas eclesiásticas.

Plaza central, Ano Mera, 846 00, Grecia

Horario: Todos los días 9:00-13:00 y 14:00-19:30

 

Iglesia de Agios Nikolakis

Asentada muy cerca del puerto en un edificio antiguo de cúpula azul, es de las iglesias más vistosa de la ciudad.

Yalos, Chora, Mykonos, Cícladas, Grecia, 84600

Playas las hay por doquier, alrededor de 35 . Algunas de las más famosas son Paranga, Agios Sotis, Platis Gialos, Paradise, Panormos o Ftelia, muchas de ellas nudistas, y donde se puede nadar con snorkel, bucear, y practicar windsurf en las ventosas playas del norte. En Mykonos se puede fondear en la mayoría de las playas, por lo que no hay problema si deciden alquilar un barco o un velero.

 

La Isla del Glamour y la Alegría

 

En sus calles encontrarán restaurantes, bares de moda, boutiques de diseño;  Matoyianni es la calle donde se encuentran las tiendas más exclusivas y joyerías junto a interesantes galerías de arte. Todo permanece abierto hasta altas horas de la noche, especialmente en los meses de verano. No olvide llevar los productos típicos de exportación: tejidos multicolores, exquisitos quesos de oveja y de cabra, entre los que destaca el famoso feta. Las alhajas son lo más buscado, con diseños originales, y la reconocida calidad de la plata y el oro empleado por los orfebres.

Hay numerosas opciones para vivir un ambiente festivo tanto en la noche como en el día en sitios como el Psarou, Paradise y Super Paradise.

 

 

A partir del atardecer abren sus puertas un sinnúmero de lugares para cenas informales, cócteles, celebraciones extravagantes, o bailar hasta el amanecer con famosos DJs internacionales. A partir de las 11:30 pm hasta las 7:30 am abre el club Cavo Paradiso, situado en un acantilado. Pero si buscan algo más tranquilo, les recomendamos El Pecado y el Goya bar que están en la playa de Paraga. Es grande la oferta de pubs, clubs y discotecas por la zona vieja y por el barrio de la Pequeña Venecia, como Space Dance y el Skandinavian Bar, el pub Galleraki en la calle Mitropoleos, el Kastro, que es un bar para comenzar la noche, o el Caprice y el Veranda Bar. En esta zona también hay fiestas electrónicas con reconocidos DJ’s internacionales. Las barras de Astra, Abajo bajo, Tropicana Club de Playa, son algunos entre una lista interminable de sitios divertidos.

 

 

 

 

 

Texto: Maruchy Behmaras ± Foto: © Ramonespelt / © PULPITIS / ETHNOS / ad / © Haris Vythoulkas / ROYAL CHRONICLES / © JOOP KLEUSKENS / JAS.JPG / © Asteri77 / © Songallery / © Mark Higgins / © FRANCOCOGOLI / SEFEA LE / © GIAN MARCO VALENTE / ADSF © ASTERI77 / © COLACAT2006 / © RAINPREL / ARGOLAS / SDF / © ANDREI / STANCU / © Brento / ASHX / MAID / © ZWAWOL / © SERGEIALYOSHIN / © PAUL PHILLIPS / © IVAN JELISAVCIC / SANAT /