Lujo y confort cerca de los destinos más atractivos del sur de Francia
Este pacífico refugio, situado en un parque de 5 hectáreas en el corazón de los olivares, se ha convertido en los últimos años en uno de los hoteles más preciados del sur de Francia. Por una buena razón: es un hotel de 21 habitaciones y suites de primera categoría, y el hogar de un reconocido restaurante con estrella Michelin. Además, está a sólo una hora de las playas de Montpellier, y a menos de 15 minutos en coche de la ciudad artística de Arles y de la encantadora ciudad de Nîmes.
Un servicio de alta calidad en un entorno atemporal es el estándar aquí. En Hameau de Baux, los huéspedes podrán ver el mundo a través de los ojos del amante del arte Eric-Jean Floureusse, que ha equipado su hotel con todo lo imaginable, desde sofás Le Corbusier hasta sillas de Hans J. Wegner. Además, hay una selección de joyas, cerámicas y arte locales, así como una mini librería para los huéspedes.
Las habitaciones tienen una mezcla de arquitectura rústica y moderna, con vigas a la vista y una paleta de blancos, grises y azules. Sin embargo, cada habitación tiene su propia y peculiar distribución: el huésped puede elegir entre una Chambre Deluxe Terrace que cuenta, por supuesto, con una enorme terraza; o la Suite Caractère independiente y elegante; o una Suite Signature delicada, tranquila, así como espaciosa.
Para almorzar, se puede apreciar comida al aire libre mientras disfruta del juego de petanca en Le Camion Bleu, el camión de comida del hotel, “en la plaza del pueblo”. Siga esta experiencia culinaria con una cena en la terraza bajo las estrellas en Cicada, el restaurante estrella Michelin del hotel, donde el chef Stephan Paroche prepara magníficos clásicos modernos con ingredientes orgánicos locales. Ravioli abiertos de verduras, lubina con ajo negro, y un postre de fresa y ruibarbo al estragón son sólo algunas de sus inolvidables creaciones.
El hotel también cuenta con una piscina al aire libre y un retiro de yoga. Los huéspedes también podrán aprovechar las caminatas guiadas y los viajes de ida y vuelta a las aldeas cercanas.
Texto: Andrés Ordorica ± Foto: DAVID ANDRE / STUDIO CHEVOJON