Enigmas y maravillas
Capadocia destaca por sus legados sostenibles de tradición milenaria viva, en continuidad y conexión con su fuente: la creatividad original que genera el instinto de supervivencia.
Forma parte de la región de Anatolia Central, también conocida como Meseta de Anatolia, donde es posible recorrer vestigios de todas las civilizaciones que, a través de los años, influyeron en la zona.
Capadocia se describe comúnmente como una ciudad, pero está formada por 36 localidades, la mayoría de ellas subterráneas, aunque algunas están construidas sobre la tierra o entre ambos espacios. No es una entidad geográfica sino histórica, ubicada en tres provincias: Nevsehir, Kayseri y Aksaray.
Este es uno de los sitios donde las grandes civilizaciones confluyeron para desplegar sus primeros pasos. Se han datado vestigios del siglo II a.C., pertenecientes a personas procedentes de Asiria y Mesopotamia –donde se desarrollaron los orígenes de las sociedades humanas— quienes bautizaron el área como Katpadukya = tierra de hermosos caballos. Para estos grandes imperios, este noble animal era una pieza cardinal ya que eran usados con fines bélicos, de conquista, movilidad, animales de trabajo, etc. Un bien invaluable, en definitiva.
Muchas civilizaciones lucharon por el dominio de la región de Anatolia a la que pertenece Capadocia, tan disputada por distintas potencias, pero que siempre conservó su autonomía. Entre ellos: hititas, persas, macedonios, el imperio Romano y Bizantino.
Catalogada como reserva natural y cultural, Capadocia es el segundo sitio en importancia de Turquía; está situada a 300 km de la Capital Ankara y 750 km de Estambul. Es visitada anualmente por alrededor de tres millones de personas, procedentes de todas partes del mundo, atraídas por su enigmática belleza e importancia histórica, geológica y étnica.
El paisaje único de Capadocia se debe principalmente a las erupciones de varios volcanes extintos como el Monte Erciyes (3.916 m) y el Monte Hassan (3.253 m) cuya vista desde los valles es inolvidable. Es posible acceder a éstos escalando o haciendo senderismo.
Un territorio excepcional
El valle de Pasabag, en el pueblo de Uchisar, tiene las mejores chimeneas de hadas cuyo nombre turco es peribacasi. Suelen terminar en una cúpula o domo, cuya dureza y estabilidad protege al resto de la estructura, formada por toba volcánica de constitución más frágil; los montículos llegan a tener entre 100 y 150 m de espesor; los colores de sus muros han sido marcados por diferentes matices a causa de variaciones de temperaturas y la erosión.
Sus habitantes encontraron un material dócil y resistente para moldear lugares donde vivir y ocultarse de conquistadores o depredadores. También fueron usados para dedicarse a la práctica espiritual, sin añadir colores o imágenes, durante siglos.
Los muebles, como mesas, asientos, camas o estantes, se labraron en las paredes de roca. Algunas ciudades subterráneas siguen estando habitadas con absoluto apego a la conservación de las estructuras, en las que se han resguardado, también, sus animales de cría o de compañía, y toda clase de espacios para diferentes usos sociales.
En Capadocia se han establecido diversas comunidades desde épocas primitivas que lograron convivir pacíficamente, estas personas han practicado diversos credos entre los que hoy predominan los musulmanes.
Se menciona que las ciudades pudieron ser aptas para que los habitantes pasaran varios meses sin ir al exterior, pues contaban con pozos de agua, almacenes, cocinas, granjas, acueductos, caballerizas y lo posiblemente necesario.
Se cree que las comunidades llegaron a ser de hasta de 30,000 miembros. Con la llegada del cristianismo, algunas las cuevas adecuadas como iglesias se vistieron de colores y de retablos acerca de las historias bíblicas, pasajes de la vida de Jesús, apóstoles y santos.
Algunas partes de las ciudades, cuyas edificaciones pueden tener varios pisos, hoy en día son ocupadas por poblaciones, museos, mezquitas, restaurantes y alojamientos para los turistas. En algunas áreas de Capadocia no es posible construir nada nuevo, solo restaurar lo que ya existe.
Siempre es buen momento para viajar a Capadocia.
En la temporada de verano, el clima fluctúa entre 30° y 45°; en invierno, las temperaturas bajan a los -5°: se realizan diferentes actividades, pero tienen la misma intensidad en cuanto a experiencias y belleza de los paisajes. La temporada alta se da desde mayo y hasta octubre. En estas ciudades están disponibles excelentes opciones de hoteles boutique, restaurantes y otros establecimientos, en las propias entrañas de la tierra.
Es frecuente enlazar la visita a Capadocia en viajes desde Estambul y Ankara, pero también desde otros destinos, pues las rutas siguen trazándose en sus milenarios caminos. Se recomienda una estancia mínima de tres días, al menos.
Nevsehir
Es una provincia importante para la historia del cristianismo, pues los laberintos subterráneos refugiaron a los devotos durante la persecución del imperio Romano. Un aeropuerto, además de su red carretera, conectan a la región con diversas rutas. Podría decirse que Nevsehir encierra una importante cantidad de los sitios de interés en Capadocia:
Parque Nacional de Goreme
El parque está formado por diferentes valles, es el lugar predilecto para una estancia en Capadocia, porque reúne diversas ventajas, como la de ser el epicentro desde donde planear las rutas hacia todas las regiones. Es un lugar considerado Patrimonio de la Humanidad; su paisaje distintivo es comparado con un ambiente lunar, tan de otro mundo, que fue escogido para representar un territorio extraterrestre en la famosa saga ‘La Guerra de las Galaxias’. Tiene una población de 2,000 habitantes aproximadamente y ofrece una significativa infraestructura turística.
Museo al Aire Libre de Goreme
Este complejo monástico bizantino, es un lugar de peregrinación cristiana desde el s. XVII. Es posible visitar sus extraordinarias iglesias: la Capilla de San Basilio, la Capilla de Santa Bárbara (s. XI), la Iglesia de la Manzana (s. XII) con frescos de escenas bíblicas; la Iglesia de la Serpiente, la Iglesia Oscura, cuyas representaciones pictóricas son impresionantes. En el exterior del complejo se encuentra la Iglesia de la Hebilla, de singular belleza. Algunos de sus frescos se conservan casi indemnes.
Devrent, Valle de la Imaginación
Los montículos en el Valle de la Imaginación se asemejan a figuras de animales, simbolizan la ocurrencia de algún hecho importante o evocan bellos sentimientos, por lo que algunos tienen nombres: dinosaurio, halcón, cabeza de serpiente, liebre, celda de San Simón, el caracol, el camello, besos en pacto de amor, etc., este es uno de los itinerarios obligados. Los cientos de fotografías demuestran que en realidad no es necesaria tanta imaginación para distinguir las formas que en ellos se plasman.
Valle del Amor
Situado cerca de Goreme, el Valle del Amor forma parte de un circuito de tracking imperdible al visitar Capadocia. Sus formaciones rocosas, tienen aquí una delineación nítida y especial, erguidas hacia el cielo en torres de hasta 50 m.
Cerámica del pueblo de Avanos
Se le reconoce por sus alfombras y artesanías, y por ser el lugar donde fue creado el arte de la cerámica turca, cuya fuente data de la Edad de Bronce. El pueblo está dividido por el cauce del Río Rojo, uno de los afluentes más importantes de Turquía. La arcilla roja es el material usado por los alfareros para lograr sus renombradas piezas; también se emplea para materiales constructivos. Los talleres de alfarería son su principal atractivo turístico.
Los globos de Capadocia
Es innegable que los globos flotando sobre Capadocia simbolizan un viaje a esta región única en el mundo. Es prácticamente imposible encontrar un espacio donde no estén presentes. Diariamente se pueden observar alrededor de 100 globos, cada uno con 20 personas a bordo, que comienzan a elevarse y a flotar al amanecer para aprovechar los vientos adecuados para ello.
Los globos se desplazan a la misma velocidad, manteniéndose a la misma altura; de otra manera, podría ser muy peligroso. Los pilotos conforman una comunidad restringida de empresas autorizadas, especializadas y dedicadas a garantizar la seguridad de los visitantes que han convertido esta actividad en un ícono.
Ciudad Kaymakli
Los cuatro niveles superiores de la ciudad de Kaymakli, que está conformada por ocho pisos subterráneos, permanecen abiertos al público, la ciudad es señalada como la más antigua de la región, descubierta en la década de los sesenta.
Caravanserais
También conocidos como Caravasar, se construyeron a través de la Ruta de la Seda, a partir del s. XIII para ser utilizados por los comerciantes o viajantes por el camino desde China a Turquía, en la ruta por Asia central e Irán. Caravanserai significa «palacio de los viajeros». Sus ancestrales edificaciones competían en belleza y en ofrecer la mejor atención, tal y como se realiza en la hotelería moderna. En Capadocia hay algunos ejemplos de estas edificaciones, como el Sultanhani Caravaserai Akseray, Akzikarajan Caravaserai y Saruhan Caravanserai.
Ebru, arte turco de papel jaspeado
El Ebru es un arte tradicional colectivo turco, considerado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Es transmitido de generación en generación. Consiste en crear estampados multicolores, vertiendo, gota tras gota, pigmentos y disolventes naturales sobre una superficie mojada, para crear la imagen que va dibujándose minuciosamente, para luego ser trasladada, en un acto casi mágico, al ‘papel turco’. Esta es la forma en que se conoce comúnmente en Occidente.
Música de los instrumentos antiguos, fabricados de manera artesanal como la Barbuca. Las construcciones e iglesias de Capadocia ofrecen una acústica especial y diversa, ideales para ensayar, actuar o incluso, grabar hermosas melodías. Los secretos de la alfarería de la región, entre otras artes tradicionales, son trasmitidos de generación en generación.
Recorrer la ruta de los viñedos y catar el legendario vino de Capadocia. Quienes van en busca de aventuras al aire libre para disfrutar de la naturaleza de los diferentes parajes capadocios, tienen la oportunidad de recorrerlos montados en camellos, caballos o tomar un ATV o Quad, considerado como el vehículo perfecto para transitar los escarpados terrenos. Es una delicia degustar su diversa y exquisita oferta gastronómica.
Kaisery
Es otra de las provincias de las regiones de Capadocia que también tiene su propio aeropuerto, está situada en el centro de este territorio; su ciudad fue fundada en el siglo II a. C. La ciudadela fue construida en el siglo IV, y entre sus sitios de interés está la Mezquita de Hunat Hatun.
Akzaray
Es otra de las ciudades más importante de la región histórica de Capadocia, ha estado habitada desde el año 6000 a. C.
De compras en Capadocia
En Capadocia se producen muchas de las piezas de la artesanía turca, es posible conocerlas y adquirirlas en un paseo por los bazares con sus famosos textiles y cerámicas. También abundan las tiendas de antiguedades y joyerías.
Universo troglodita
Aunque Capadocia es único, su desarrollo forma parte de la civilización troglodita que se desarrolló en el neolítico, cuando las cuevas fueron intervenidas por la mano del hombre para aprovechar las ventajas tanto habitacionales como del medio ambiente de la zona. Con el tiempo, se han construido ciudades realmente extensas y diversas. Capadocia es un ejemplo de un sistema troglodita que sobrevive.
El término troglodita describe explícitamente una sociedad asentada en cavernas, refugiada en casas excavadas en las montañas o hacia las profundidades de la tierra en las cuevas; estos procedimientos se han repetido en diversos países alrededor del mundo: Egipto, Irán, Azerbaiyán, Turquía, China, Afganistán. También en América, en Oceanía y distintas regiones de Europa. El término describe también a una persona prehistórica.
Estas civilizaciones que, a menudo se relacionan con desarrollos urbanos rústicos y elementales, dieron lugar a ciudades tan extraordinarias como: Capadocia, Petra, en Jordania, y Matera, en Italia. Se siguen desarrollando espacios para habitar en las cuevas o bajo tierra; los ambientes son transformados por la capacidad inagotable de adaptación de la raza humana.
Algunos célebres arquitectos contemporáneos han creado verdaderos palacios como refugios subterráneos, capaces de resistir cualquier hecatombe, a la vez que desarrollan prospectos de ciudades subterráneas, en lugares emergentes en cuanto amenazas ambientales y meteorológicas, escasez de territorio o recursos naturales. Vivir bajo tierra puede ser también una opción probable y hasta emergente para las comunidades del futuro.
En este sentido, diversos refugios subterráneos se han construido para distintos fines. Svalgard, el banco globlal de semillas, conocido como la ‘cámara del fin del mundo’, puede sobrevivir a todo tipo de desastres. Se han enterrado mensajes para los futuros habitantes o viajeros del futuro. Se dice que las estaciones subterráneas de los metros podrían ser usadas también como refugio. Quizás un nuevo tiempo troglodita podría estar comenzando apenas.
Texto: Alberto Robles ± Foto: inspirock, get your guide, pnt, investment, 6yhy, trave cpadocia, Trivago