Los business jets vienen en todos los modelos y tamaños. Las configuraciones varían: desde las más lujosas, con salones para juntas, hasta las que tienen habitaciones privadas para descansar en largos vuelos, pasando por mullidos asientos de piel con múltiples opciones de reclinado.
Un ejemplo de que poseer un jet no es un lujo sino una necesidad de trabajo lo brinda el golfista Tiger Woods, quien en 1996 se convirtió en profesional. Con sus primeras (y millonarias) ganancias su inversión inicial fue adquirir un avión privado, para poder llegar en cualquier momento a donde deseaba. Por ello, es muy común verlo con su esposa Elin y sus amigos en Los Cabos, jugando tranquilamente en los campos de la zona, sin que nadie sepa en qué momento llegó, y menos cuándo partió.
Entre las constructoras de aeronaves, las dos grandes, Boeing (BBJ) y Airbus (ACJ), ofrecen enormes jets corporativos, para que las compañías lleven a sus ejecutivos de un continente a otro, con la enorme ventaja de que son gastos de representación, y por lo tanto deducibles. Estas verdaderas oficinas “voladoras” ofrecen a los ejecutivos todas las facilidades para que se mantengan en contacto con la oficina central a 14 000 pies de altura, especialmente ahora que el Internet y la telefonía celular están a punto de ser autorizadas a bordo.
Los business jets (bizjet) se han convertido en el medio ideal para llevar por todo el mundo a los ejecutivos, sin depender del horario de vuelo de las aerolíneas comerciales.
La firma europea Airbus ofrece el A319, que utilizado por las líneas comerciales transporta a 134 pasajeros, pero en su versión bizjet lleva hasta 48 personas, y una tripulación de cuatro, con una autonomía de 5 200 millas náuticas (mn). La respuesta estadounidense es el BBJ1, con un número similar de ocupantes, pero un rango de distancia de 6 116 mn. Esta firma, ubicada en Seattle, Washington, cuenta con el BBJ2, con 5 618 mn. Ambos modelos están montados sobre un 737.
También hay jets de menor tamaño, como el Embraer Legacy de la firma brasileña, considerada la cuarta constructora del mundo. Es una elegante oficina del aire, donde el lujo y el confort se disfrutan en cada detalle. Con asientos de piel de varias posiciones y detalles en finas maderas, esta aeronave brasileña es ideal para 16 pasajeros. Con una autonomía de 3 297 millas náuticas, este avión es una buena opción.
Otras marcas de jets privados son: AdamJet A700 (para 4 pasajeros); como el Ave Fénix, luego de sobrevivir a la bancarrota AvCraft presenta el Do329-310, con las alas montadas arriba del fuselaje (para 12 pasajeros); los canadienses de Bombardier ofrecen el Learjet 40 (para 7 pasajeros) con 1 616 mn de autonomía, y el Global 5000 (para 19 pasajeros) y 4 800 millas náuticas.
Los estadounidenses de Cessna no brindan solamente avionetas de hélice, ofrecen el Citation Mustang (para 4 pasajeros), hasta el lujoso Citation X (para 12 pasajeros) con 3 122 mn. La empresa Gulfstream tiene en el mercado el Gulfstream 100 (para 9 pasajeros), el 550 (para 19 pasajeros), que transporta a 6 706 mn, y otros modelos también para 19 pasajeros pero con menor distancia. Los precios van de 1 a 50 millones de dólares, dependiendo (¡y mucho!) de la configuración y los detalles que se quieran poner a bordo.
Microjet (5000 -10 000 libras de empuje) Entry (10 000 - 13 000) Light (13 000 - 20 000) Light Medium (20 000 - 33 000) Medium (33 000 - 50 000) Long Range (50 000 - 80 000) Very Long Range (80 000 - 100 000) Bizliner (más de 100 000)
Fuente: Rolls-Royce |
Texto: Laura Velázquez ± Foto: Aribus, Boeing, Falcon, Eclipse