El mundo de realismo fantástico de Pedro Friedeberg es ilustrado a base de líneas, dejando siempre poco espacio en blanco, imaginando símbolos y contrastando colores, materializandose en un lienzo inusual el cual queda plasmado en las nuevas versiones irreverentes de dos piezas de Ediciones Limitada, de la casa relojera Corum.
Friedeberg declara “El arte ha muerto. Después del surrealismo no ha habido nada nuevo”.
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