Bajo la premisa de que no siempre hay dos visitas iguales al Museo Porsche de Stuttgart-Zuffenhausen, en Alemania, el departamento de Patrimonio y Museo de Porsche recién actualizó su acervo.

En su próximo arribo al recinto, los invitados encontrarán 20 nuevos exposiciones, tres modelos funcionales y numerosos objetos nunca antes vistos, además de ser más interactiva. Desde el Prólogo, el área introductoria de la muestra, hay contenidos novedosos sobre los inicios de la marca y la historia anterior a la fundación, en un viaje por el tiempo.

Lo primero en apreciarse es el vehículo más antiguo en el que trabajó Ferdinand Porsche: el Egger-Lohner C.2 de 1898, símbolo del tema principal ‘Futuro-Patrimonio’, porque la historia de Porsche comienza con la electricidad.

La fascinación de Ferdinand Porsche por la movilidad basada en la electricidad quedó reflejada en el Egger-Lohner. Hace 123 años, un auto con dirección en el eje delantero y motor eléctrico Oktagon en la parte trasera de un carruaje Egger-Lohner rodó por primera vez por las calles de Viena, Austria, de este modo, la historia contemporánea de Porsche se encuentra ya en el punto de partida, uniendo el pasado con el presente, con la ayuda de la tecnología más avanzada.

Otras piezas son el Lohner-Porsche Semper Vivus, el camión de bomberos Austro-Daimler, un Cisitalia tipo 360, el 356 Nº 1 Roadster de 1948, el primer deportivo que llevó el nombre de Porsche, y un 356/2 Gmünd Coupé.

 

 

Otra parte del museo se centra en la vida y la obra de Ferdinand Porsche como empleado. Después del motor para un auto eléctrico, diseñó el motor integrado en el cubo de rueda del que fue el primer vehículo híbrido funcional del mundo: el Lohner-Porsche, que causó expectación en la Exposición Universal París 1900. Ese mismo año, Ferdinand Porsche abrió un camino técnico original con el Semper Vivus, el vehículo inicial totalmente híbrido del planeta.

En 1948 nace la marca Porsche, sin embargo la historia de la empresa se remonta más atrás en el tiempo. El nuevo Prólogo presenta el nacionalsocialismo y el periodo de la Segunda Guerra Mundial. Un diagrama ilustra la complicada red política en la que operaban la empresa y su personal. Junto a la rama que detalla los orígenes del Volkswagen y las versiones militares de los tanques hasta el carro de combate Maus, que Porsche desarrolló.

Para la empresa es importante que esta parte esté dedicada a la gente forzada a laborar en la fábrica Stuttgart durante la década de 1940. Entre los documentos de aquella época están la tarjeta de trabajo y el carné de la empresa del francés Jean Cast. Con estas piezas, el Museo Porsche cuenta la historia de estos trabajadores franceses.

Otro espacio está dedicado al nuevo comienzo en Gmünd, Austria, y al regreso a Stuttgart, donde Ferry Porsche, hijo de Ferdinand, se hizo cargo del Estudio de Ingeniería y fundó Porsche. Allí, a través de la realidad virtual, los invitados pueden entrar en las instalaciones de producción de Gmünd y perfilar y pintar su propio Porsche 356.

Hay un sitio dedicado al motor del Cisitarlia de 1.5 litros, desarrollado en 1947 e instalado en un auto de Gran Premio, expuesto por primera vez. Los visitantes pueden ver en un monitor una imagen digital del motor de 12 cilindros plano en configuración V a 180 grados y obtener información sobre su construcción y características. En el ‘banco de pruebas’ digital, puede uno pisar el acelerador y experimentar virtualmente este motor único en acción.