Para festejar a México, Arnold & Son, la casa relojera suiza de origen inglés desarrolló Ultrathin Tourbillon Icons of Mexico Unique Piece, una pieza única de gran valor artístico.

Este guardatiempos exclusivo para México está realizado en oro rojo, tiene grabados a mano dos símbolos patrios: el escudo y la bandera. El águila, símbolo de carácter guerrero, valentía y fuerza, personifica la unión entre mexicanos y la patria. Así, posada sobre un nopal, el águila representa el mito de Aztlán que concretó la fundación de Tenochtitlán: “un águila agitando sus alas, parada sobre un nopal y desgarrando una serpiente”.

Por otro lado, el lábaro ondeante ha sido inmortalizado en esta pieza, simbolizando la esperanza, unidad y sangre de los héroes nacionales.

La carátula de jade tiene ligeras vetas negras, intensificando su profundidad, su contraste y haciéndolo aún más precioso. De hecho, es un mineral extremadamente simbólico: ligado a lo sagrado, a la medicina tradicional y a los rituales de protección, una piedra única muy presente en el México prehispánico, usada para la representación de las máximas fuerzas divinas.

Además, México es uno de los pocos países con reservas de jade, así que, sin duda, esta piedra semipreciosa es idónea para vestir la carátula del guardatiemos en honor a la Patria.

 

La correa, realizada en piel de lagarto, es de color verde, con pespuntes de oro rojo de 18 quilates cosidos a mano. La hebilla está realizada en oro rojo de 18 quilates.

 

El tourbillon, a la vista

La pieza se presenta en una caja de oro rojo de 42 mm de diámetro y un grosor de 8.3 mm. La indicación descentrada y la apertura que deja a la vista el tourbillon evocan la disposición de los cronómetros marinos del relojero inglés John Arnold. Como resultado del replanteamiento de la estructura y el aspecto del órgano regulador giratorio, la reserva de marcha alcanza, como mínimo, 100 horas; un rendimiento extraordinario en la exclusiva categoría de los tourbillons ultrafinos.

Así, la casa rinde homenaje a México, inmortalizando los símbolos de una nación, enalteciendo el poder del águila y la bandera, montados en un calibre producto de años de expertise y saber hacer relojero.