Una especie en pugna por sobrevivir.

El lince ibérico (Lynx pardinus) se encuentra clasificado por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) en peligro crítico.

Actualmente, el 36% de las especies que pertenecen al orden Carnivora se encuentran en algún estatus de conservación, debido principalmente a actividades antropogénicas, entre las que destacan: destrucción y modificación de su hábitat, cacería indiscriminada o explotación irracional, lo que tiene como consecuencia la disminución del número de especímenes de especies consideradas depredadoras.

La distribución del lince se está restringiendo debido principalmente a la degradación de los recursos naturales. Actividades como la sobreexplotación del suelo y de las tierras de cultivo, provocan una rápida destrucción y fragmentación del hábitat, por lo que las poblaciones, ya de por sí pequeñas de fauna, ven disminuido el número de individuos que las integran, lo que las puede llevar hacia una rápida extinción.

Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund), este felino sólo vive en la península Ibérica donde, según los últimos censos, resisten unos 320 ejemplares, repartidos en cuatro poblaciones: el de Doñana, su entorno y las población de Sierra Morena distribuida en tres núcleos; Andújar-Cardeña (Jaén-Córdoba); a los que se suman las recientes poblaciones de Guadalmellato (Córdoba) y Guarrizas (Jaén) creadas en los últimos años con animales liberados procedentes de otras poblaciones y de centros de cría en cautividad.

 

 

 

 

 

Existe un gran escepticismo entre los biólogos de campo y los conservacionistas respecto a la cría en cautiverio y la reintroducción. Por un lado, la cría en cautividad puede “sobreexplotar” las poblaciones silvestres, mientras que por el otro, las reintroducciones son difíciles de llevar a cabo y conllevan una alta probabilidad de fracaso. De hecho, las experiencias de reintroducciones realizadas con linces euroasiáticos y canadienses extraídos de poblaciones silvestres, han sido ambivalentes, y los proyectos de reintroducción de felinos nacidos en cautividad tampoco son concluyentes. Sin embargo, se puede aprender de estas experiencias, la situación del lince es tan crítica que es necesario un enfoque que abarque el máximo rango de posibilidades. 

 

Características de la especie

Los felinos no suelen tener predadores naturales, por lo tanto, están ubicados en el extremo más alto de la cadena alimenticia. Su dieta puede incluir invertebrados (insectos) y pequeños vertebrados como peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. 

El lince o gato montés es de talla mediana con una longitud total de 72.5 a 94 cm y con un peso de 6 a 25 kg. La longitud de la cola varía de 12.5 a 21 cm, la pata mide de 13.8 a 19.1 cm y la oreja, desde la escotadura, 7.2 a 8.3 cm. Es de color gris en la parte dorsal, ante o rojizo, generalmente con manchas negras. Por lo regular, los colores más intensos se presentan en la parte media dorsal del cuerpo. Las orejas son prominentes y puntiagudas, terminan en una borla o mechón negro; mientras que la cola presenta una serie de manchas negras. La cara está rodeada con pelaje largo o gola. Su fórmula dentaria es distinta a la de los demás felinos, ya que tiene dos premolares menos. 

 

 

La reproducción era uno de los aspectos menos conocidos de la biología del lince ibérico. Su periodo de gestación es de 60 a 70 días aproximadamente y puede llegar a tener de tres a cinco crías. La época de apareamiento es entre los meses de enero y marzo. Durante la crianza se le pude encontrar en refugios naturales como troncos o cuevas. Es un cazador solitario, durante el invierno puede tener actividad tanto en el día como en la noche, mientras que en el verano es de hábitos nocturnos; es un ágil trepador de árboles y se adapta fácilmente a cualquier tipo de vegetación; inclusive se le puede observar deambulando en poblados cerca de su área de caza.

Actividades como la ampliación de la frontera agrícola o la deforestación han amenazado su supervivencia, ya que esto ha fragmentado las regiones consideradas como su hábitat natural, además de disminuir sus fuentes de alimento. Por lo que diferentes programas de conservación realizan un gran esfuerzo por evitar su extinción.

 

 

 

Texto: Gerardo López ± Foto: PATXI GLZ / MAGRAMA / WWF / LYN / XEXSITU / MANUEL SOSA ROBERTO ATENCIA