El máximo predador en los océanos
El encuentro más impresionante que he vivido con una criatura marina fue con una orca, cuando la vi engullir una tortuga de un solo bocado. En general, a los humanos nos resulta salvaje la forma en que este mamífero caza sus presas y el modo en cómo se alimenta, de donde se deriva el nombre que le hemos dado: “ballena asesina”. Sin embargo, su impresionante inteligencia y sus adaptaciones físicas para conquistar el ambiente marino han fascinado a muchos investigadores y al público en general.
La Orcinus orca, comúnmente llamada “orca”, es la especie de mayor talla dentro de la familia de los delfines y la más cosmopolita, ya que habita en todos los mares de nuestro planeta. Desde la costa, se han observado individuos a 500 millas mar afuera, y se encuentran en mayores concentraciones sobre la plataforma continental. Se observan más frecuentemente en aguas frías y templadas que en aguas tropicales y subtropicales.
Diversos estudios en el noroeste de Norteamérica muestran que las poblaciones de orcas se han especializado en dos principales tipos o “razas”, genéticamente distintas. Éstas se pueden diferenciar por su apariencia y comportamiento, aunque fundamentalmente por sus hábitos alimenticios.
Las orcas transeúntes cubren grandes extensiones del océano y se alimentan principalmente de mamíferos marinos, como crías de ballenas grises o jorobadas, lobos marinos y otras especies de delfines o marsopas. Forman grupos de 1 a 7 individuos, no vocalizan muy frecuentemente y realizan buceos prolongados, de entre 5 y 18 minutos de duración. Las orcas residentes cubren menos extensión oceánica, y normalmente se alimentan de peces. Forman grupos numerosos, de 25 o más individuos, y vocalizan frecuentemente.
Sus estructuras sociales son muy distintas. Las transeúntes tienen un sistema social más fluido que las asociaciones estables de las residentes. Un grupo típico de transeúntes es una madre con dos o tres crías, o bien varias hembras adultas de parentesco desconocido. Algunos individuos jóvenes se separan de sus madres al llegar a la adolescencia, normalmente con la llegada de un nuevo hermano. Sin embargo, los machos adultos usualmente viajan solos, y en ocasiones se asocian con otros machos para cazar en grupo.
Las residentes viven en clanes, en grupos estables formados por varias hembras emparentadas, cada una con sus respectivos hijos. Las crías permanecen junto a la madre mientras ésta viva. Como resultado, las residentes forman grupos numerosos y contienen a tres o cuatro generaciones simultáneamente. Este sistema social es muy inusual, no sólo entre cetáceos sino entre mamíferos, en general.
Existen evidencias de grupos de orcas con dieta mixta, que presentan comportamiento transeúnte, pero que además de comer mamíferos también comen tortugas, mantas y otros peces. También existen evidencias de orcas que viven en mar abierto y aguas profundas, con comportamiento residente y que comen peces, pero no se puede precisar que no incluyan ocasionalmente en su dieta mamíferos marinos.
Esta variedad de tipos de orca evidencia que tienen una asombrosa capacidad de adaptación al medio marino según la disponibilidad de alimento, y precisamente es lo que posiciona a la orca como el máximo predador en los océanos.
Texto: Óscar S. Frey ± Foto: Óscar S. Frey.