Anualmente, miles de especies se extinguen cada año, casi mil veces más rápido que el ritmo de una desaparición natural.

La pérdida de biodiversidad es tan alta, que las especies están extinguiéndose a un ritmo no visto desde la última pérdida masiva hace 66 millones de años. La situación resulta grave porque nuestra salud, economía y bienestar dependen de la naturaleza, comenta Tim Forslund, especialista en Economía Circular de SITRA (Fondo de Innovación de Finlandia), en su reporte presentado en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza.

Para el experto, puede cambiarse el rumbo, deteniendo el declive abordando las causas fundamentales del problema: cómo producimos y usamos los recursos. “Hasta el día de hoy, ningún estudio ha intentado cuantificar el potencial que puede tener una economía circular para abordar la pérdida de biodiversidad global”, comenta Forslund.

En la actual economía lineal, el 90% de la pérdida de biodiversidad relacionada con el uso de la tierra se debe a la forma en que son extraídos y procesan los recursos naturales. En esta economía derrochadora, muchas cosas se usan una vez y luego son desechadas.

En una economía circular, se diseñan los residuos. Las cosas están hechas para durar y permanecer en uso activo en el sistema durante el mayor tiempo posible. Esto reduce la necesidad de extraer recursos naturales y deja espacio para que la naturaleza prospere.

Para cuantificar el potencial de la economía circular y detener la pérdida de biodiversidad, el Fondo de Innovación finlandés Sitra y Vivid Economics realizaron un estudio. En él, se creó un escenario de economía circular para cuatro sectores (alimentación y agricultura; edificios y construcción; textiles y fibras; y bosques) que tienen el mayor impacto en la pérdida de biodiversidad, que podría detenerla para 2035.

 

El marco ARRRT (evitar, reducir, restaurar y regenerar y transformar) de Science Based Target Network enfatiza que las acciones primero deben evitar y luego disminuir los impactos antes de buscar resultados regenerativos y restaurativos.

 

La agricultura y la alimentación

Según la investigación, es necesaria una transformación en los cuatro sectores. La mayor contribución proviene del sector de la agricultura y la alimentación, y hay tres turnos de especial importancia.

  • Diseñar sustitutos circulares. La mayor parte de la pérdida de biodiversidad está relacionada con el uso de la tierra, y aproximadamente el 85% de esta desaparición está vinculada a la extracción y el procesamiento de biomasa, desde alimentos hasta madera, textiles y otros materiales de base biológica. La alimentación y la agricultura es el sector más grande que impulsa la pérdida de biodiversidad, debido a la expansión de la producción de carne y lácteos, que consume el 77% de las tierras agrícolas según datos de la FAO.

El estudio encuentra que la acción más impactante para detener la pérdida de biodiversidad es diversificar las fuentes de proteínas de origen animal hacia un diseño de alimentos menos derrochador y contaminante, que permite la reducción del consumo de carne a la mitad y del consumo de lácteos a dos tercios. Esto podría liberar 350 millones de hectáreas de tierras agrícolas para 2050.

  • Reducir los residuos. A nivel mundial, el 28% de los campos son utilizados para producir alimentos que se pierden o desperdician. Muchas soluciones circulares se enfocan en darnos más valor de lo que tenemos y minimizar el desperdicio a lo largo de toda la cadena de valor, reduciendo así la necesidad de tierras agrícolas en rápida expansión.

Las soluciones pueden encontrarse de la granja a la mesa, por ejemplo, al valorizar los “productos feos” que generalmente se dejan en el campo, a través de iniciativas de supermercados que congelan o procesan productos casi caducados en productos como jugo. La reducción de desechos es la segunda acción más importante para detener la pérdida de biodiversidad, liberando 146 millones de hectáreas de tierra agrícola.

  • Impulsar resultados regenerativos. La economía circular puede detener la pérdida de biodiversidad al reducir la demanda de suelo. Ayuda a que la biodiversidad se recupere a los niveles de 2000 para 2035. En parte, esta trayectoria positiva es posible a medida que se regeneran los campos, pastizales y bosques. La agricultura regenerativa incluye métodos de labranza cero, rotación de cultivos, policultivos, agricultura de precisión y principios agroecológicos.
  • Tiempo de acción. El tiempo y recursos son limitados, y están agotándose, en un momento en que las tensiones geopolíticas corren el riesgo de obstaculizar el progreso hacia una transición circular global, que depende del comercio y las inversiones, estándares comunes para la difusión de las principales innovaciones circulares.