Tradición relojera con tecnología
¿Cómo entró al mundo de la relojería?
Siempre me gustó la técnica mecánica, mecánica automotriz, la aeronáutica y he vivido en muchos lugares como Módena, Mónaco, en Alemania, y aunque siempre estuve cerca de los coches, mi pasión era por la técnica mecánica.
Viviendo en el sur de Francia, la industria de ahí siempre ha sido la relojería, así que fue ahí donde me inscribí a la escuela técnica de relojería. Para 1980 era el único relojero, esto fue porque nadie quería aprender la relojería debido a la crisis del cuarzo japonés. Era el único relojero y era una fortuna para mí. Fue de mucha suerte para mi, ya que los maestros me enseñaron de una manera muy personalizada.
¿Cómo inicia la empresa Reynaud Papi?
Después del aprendizaje quise entrar a la Alta Relojería, empecé a trabajar en Audemars Piguet en su laboratorio de especialidades, ahí conocí a Dominique Reynaud, éramos jóvenes y teníamos ganas de trabajar haciendo compilaciones más complicadas que el Calendario Perpetuo, como la Repetición de Minutos por ejemplo. Nos dijeron que era posible hacer lo que querían pero debíamos esperar 20 años, para nosotros no era bueno.
Entonces entendimos que no era ése el único método para crear complicaciones. Nos salimos de Audemars a la hacienda de mi padre para poder ha-cer este tipo de alta relojería complicada.
¿Ustedes se involucran en todos los movimientos de Audemars Piguet o sólo los más complicados?
No, la Ecuación del Tiempo es mi proyecto. Es un proyecto interno, de Audemars Piguet la ecuación del tiempo es una gran obra. La Triple Complicación también es un proyecto interno de Audemars Piguet. Las otras complicaciones son obras mías.
¿Cómo fusionaron la tradición relojera mecánica con la tecnología de hoy en día?
En el estudio tenemos la computadora, nos ayuda a hacer el reloj mejor y lo hace mucho más rápido. Ayuda a hacer los componentes más precisos.
Pero hacemos toda la decoración y el terminado a mano porque todavía los terminados más bellos que hay, son hechos a mano y no con máquinas.
Si algún día hay una máquina que haga los terminados mejor que a mano, agarro la máquina. El objetivo es hacer los terminados más bellos, hoy en día se necesita una mano experta para hacer el montaje, no sólo la mano sino también la inteligencia para montar las regulaciones.
¿Qué elementos tomas en cuenta para crear tus movimientos: es la tecnología, moda o es lo que viene, qué es?
Un poco de todo, tecnología, estética (influenciada de la moda, forma y color), un ejemplo es la fibra de carbón que está muy a la moda porque son muchos años en la Fórmula 1, y la tecnología usa este material como las bicis, las raquetas, entonces la gente está acostumbrada entonces es considerado como moda y tecnológico, son influenciados por la moda.
¿Se comenta en varios círculos que en Reynaud Papi quieren romper con la relojería del siglo XIX, ¿cómo lo están haciendo?
Rompimos nuestro esquema de relojería clásica. Tuvimos un sueño de hacer relojes de alta relojería, la Alta Relojería no es sólo clásica para nosotros es la tecnología, con nuevos materiales pero con terminados muy bien hechos. Si agarramos un reloj de 100 años antes, del siglo pasado, eran relojes con mucha tecnología ahora usamos el latón y ya no es tecnológico y antes era muy tecnológico. Entonces el espíritu de la relojería de alta gama debe ser tecnológico.
¿Hay algún movimiento que destaque de tus creaciones, que te guste más a ti?
Cada reloj no está en competencia, son todos diversos, la complicación que más me gusta es la Sonneria, Repetición de Minuto. Son los que más me gustan.
¿En que estás trabajando para el futuro?
Estoy preparando el próximo futuro para Audemars Piguet, estoy trabajando en esto, como sea son siempre relojes, que se parecen, son clásicos y mo-dernos, con más tecnología pero más elegantes.
Texto: Enrique Rosas ± Foto: Rodrigo Hernández, Cortesía Audemars Pihuet.