El empresario y diseñador Louis Vuitton, nacido en Anchay, al este de Francia, a los 13 años, buscando mejorar su vida partió a pie rumbo a París –sin un centavo en la bolsa–, en un viaje de 480 km y duración de más de dos años.
A los 16 años Louis Vuitton –LV– (1821-1892) arribó a la capital francesa y se convirtió en aprendiz de un fabricante de cajas de embalaje. Al destacar en su oficio, en 1853 fue contratado como fabricante de cajas y empaquetador personal de Eugenia, emperatriz de Francia. Al poco tiempo se convirtió en el fabricante preferido de artículos de viaje de la aristocracia, nos comparte la casa de subastas Christie’s.
En el sentido de las agujas del reloj, desde abajo a la izquierda: armario de lona con monograma y herrajes de latón, 1930; Cabin 110 de lona con monograma y herrajes de latón, 1915; con tapa redondeada de lona revestida Gris Trianon y herrajes de hierro lacados en negro, 1870; Courrier 90 de lona Vuittonite verde con herrajes de hierro lacados en negro, 1909; de piel de vacuno natural con herrajes de latón, 1913, y High 100 de señora de lona Damier con herrajes de latón, 1895.
Aprovechando su experiencia y creciente reputación, en 1854 LV abrió su taller cerca de la Place Vendôme. Dado que sus clientes viajaban más lejos, más rápido y con mayor frecuencia, se dedicó a diseñar equipaje duradero y fácil de transportar. En 1858, presentó el primer baúl de tapa plana que podía apilarse: una revolución, porque hasta entonces las cajas de embalaje tenían tapas curvas.
Pronto siguió el éxito comercial y, en 1859, abrió un taller más grande en Asnières, en las afueras de París, donde al día se hoy todavía se elaboran los productos LV.
En 1867, exhibió sus creaciones en la Exposición Universal de París, ganando una medalla de bronce y el reconocimiento internacional. La evolución continuó en 1872, con la introducción de la icónica lona a rayas, y en 1875 por el pionero baúl de guardarropa, que revolucionó el embalaje para viajes.
Los materiales característicos
Sus primeros baúles estaban confeccionados con lona Trianon, un tejido gris resistente al agua, inodoro y extremadamente resistente. Sin embargo, a medida que crecía la popularidad de sus baúles, también crecía el número de imitaciones. En un intento por evitar el plagio, LV amplió su gama de revestimientos de lienzos: introdujo paños a rayas en rojo y blanco (1872) y beige y marrón (1876), seguidos en 1888 por el lienzo Damier, el diseño de tablero de ajedrez que ahora es sinónimo de la marca.
Baúl Cabin 90 de lona a rayas beige y marrón con herrajes de latón, 1895.
En 1896, el hijo de Louis, Georges, presentó el lienzo con el monograma LV en memoria de su difunto padre. El diseño característico, que todavía adorna una amplia gama de productos LV, tiene un motivo floral y de estrella junto a las iniciales del fundador de la empresa.
Baúl de lona Vuittonite naranja para 30 pares de zapatos, con herrajes de latón, 1926.
Los lienzos de colores Vuittonite, amarillo, rojo, verde o naranja (como el ejemplo anterior), suelen aparecer en baúles fabricados entre 1900 y 1920. Se trata de una tela robusta que resiste la exposición a los elementos, cosida directamente sobre baúles de madera. También era popular su uso en automóviles, ya que podía teñirse fácilmente para que combinara con el color del vehículo. (La mayoría de los automóviles de esa época eran negros, por lo que la Vuittonita negra se usaba ampliamente). Otros materiales que aparecen en piezas de pedido especial y accesorios de viaje más pequeños incluyen madera, zinc, cobre y pieles de animales como cocodrilo.
La cerradura imposible de abrir
En 1886, un año después de la apertura de la primera tienda fuera de Francia, en Oxford Street, Londres, LV adoptó un sistema de cierre único con dos hebillas de resorte que era "imposible de abrir". La cerradura se consideró tan efectiva que Georges Vuitton desafió a Harry Houdini, el célebre escapista estadounidense, a evadirse de una caja cerrada de Vuitton. Houdini no estuvo a la altura del desafío, pero el innovador sistema de la cerradura sigue siendo una de las mayores innovaciones de la marca. Ahora es un sello distintivo de los baúles de LV y todavía se utiliza en los modelos actuales.
Baúl Ideal de piel de vaca natural con herrajes de latón, 1894.
El baúl Ideal es muy apreciado por su forma elegante y funcional diseño de doble techo. El ejemplo anterior, elaborado con piel de vaca y adornado con herrajes de latón, tiene compartimentos separados para zapatos, sombreros y bufandas.
A medida que la industria de los viajes de lujo evolucionó, LV adaptó sus baúles para satisfacer las necesidades cambiantes de sus clientes. A principios del siglo XX, la empresa adoptó la idea de que no sólo la ropa podía viajar. Desde entonces, ha diseñado cajas para almacenar y transportar de todo, desde juegos de picnic y tacos de billar hasta discos, pinturas de acuarela, pasteles, adornos navideños, decantadores de vino y libros.
Caja de lona con monograma de encargo especial para pastel de cumpleaños, con herrajes de latón, de Tomoko Tashiro, 2004.
Los baúles de biblioteca de LV, que pueden colocarse sobre una mesa, mostrando elegantemente los volúmenes del interior, se encuentran entre los modelos más populares y coleccionables de la marca.
Baúl de biblioteca de lona amarilla de Vuittonite con herrajes de latón, 1926.
El baúl de biblioteca Hemingway, que cuenta con cajones, compartimentos convertibles para libros y espacio para una máquina de escribir, fue concebido originalmente por Gaston-Louis Vuitton para Ernest Hemingway. Vienen en varios materiales, incluido Vuittonite amarillo, como el ejemplo anterior.
Baúl de escritorio de lona con monograma para 36 pares de zapatos, con herrajes de latón, 1926.
Las creaciones más extravagantes e innovadoras se publicaron en Louis Vuitton: 100 Legendary Trunks (2010). Los pedidos especiales celebrados incluyen el Trunk Bed, diseñado para Pierre Savorgnan de Brazza para su expedición al Congo en 1905, y el Lily Pons Shoe Secretary Trunk (1925), diseñado para acomodar la extensa colección de calzado de la cantante de ópera. LV utilizó el baúl de Lily Pons como modelo para otros, incluido el ejemplo del monograma anterior.
Baúl de lona roja de Vuittonite con herrajes de latón, alrededor de 1926.
Los baúles estancos y hechos a medida de Albert Kahn fueron diseñados para acompañar al banquero en sus expediciones fotográficas por el mundo. Los interiores, forrados con tela gris, presentaban compartimentos para sus cámaras y otros equipos, mientras que los exteriores estaban cubiertos de Vuittonite rojo y adornados con tres pájaros blancos. El motivo característico de Khan apareció en numerosos baúles encargados entre 1911 y 1929, incluido el ejemplo anterior.
Otros pedidos especiales notables incluyen un baúl de croquet con monograma, un baúl de reloj con monograma y un baúl Damier de 2006 hecho para guardar utensilios tradicionales para la ceremonia del té japonesa.
Baúles de edición limitada
LV reinventa constantemente los modelos clásicos y busca inspiración en los archivos de la marca. Los diseños resultantes suelen producirse en ediciones limitadas, lo que los hace muy buscados por coleccionistas de todo el mundo.
Baúl Courrier 110 con monograma amarillo y blanco de edición limitada con herrajes plateados, de Virgil Abloh, 2021.
En 2021, el fallecido diseñador de moda Virgil Abloh reimaginó el famoso baúl Courrier de la compañía, cubriéndolo con una lona con monograma amarillo con herrajes plateados.
Raro baúl Casino de lona con monograma y herrajes de latón, 2009.
Igualmente deseables son los nuevos diseños de edición limitada, como el Casino Trunk, lanzado en 2009 para celebrar la inauguración de la tienda de LV en Macao. El exterior muestra el monograma característico de la compañía, mientras que su interior cuenta con compartimentos para parafernalia de juego, incluida una ruleta, 20 paquetes de cartas y 800 fichas de póquer.
Colaboraciones
Los baúles, bolsos y accesorios de LV, concebidos en colaboración con renombrados diseñadores de moda y artistas, combinan la herencia y el prestigio de la marca con la creatividad y el estilo contemporáneos, lo que da como resultado piezas altamente coleccionables.
Baúl Malle Courrier 90 con monograma rojo y blanco de edición limitada con herrajes plateados, de Supreme, 2017.
En 2017, LV se asoció con Supreme, un pilar de la moda urbana de la ciudad de Nueva York. Para celebrar el bicentenario de Vuitton en 2021, LV presentó otro proyecto colaborativo, Louis 200, que ejemplificó su deseo de evolucionar respetando al mismo tiempo su patrimonio e historia. La empresa invitó a 200 figuras destacadas de las artes, ciencias, deportes y la política para reinventar el baúl original de 1858.
Los 200 baúles hechos a medida se presentaron luego en 200 Trunks, 200 Visionaries: The Exhibition, que viajó desde Asnières a Singapur y Los Ángeles, antes de aterrizar en su última parada en Nueva York. Entre los colaboradores se encontraban el arquitecto Frank Gehry, la astróloga Susan Miller y el diseñador de moda Marc Jacobs.
Un fenómeno coleccionista
En los últimos años, el mercado secundario de baúles LV se ha ampliado. "Los modelos antiguos y raros han experimentado un aumento en el interés de los coleccionistas de todo el mundo, impulsados por su escasez y valor histórico", explica Lucile Andreani, especialista en bolsos y accesorios de Christie's.
Lo que, por supuesto, hace subir los precios de las subastas. En 2014, Christie's ofreció la mayor colección de baúles LV de un solo propietario hasta la fecha en The Ski Sale, Travel in Style, con un baúl en lona con monogramas de la década de 1930 que alcanzó 47,500 dólares.
Desde entonces, los precios de los baúles LV se han disparado. En diciembre de 2018, un baúl de aluminio se vendió por 205,500 dólares, un precio récord para un baúl LV, mientras que en mayo de 2019 un baúl de latón se vendió por 160,000 dólares en Hong Kong. Un raro baúl de cobre de 1925, que se muestra a continuación, se ofrece en Legendary Trunks: A European Private Collection.
Raro baúl hermético Explorer de cobre con herrajes de latón, 1925.
Debido a su rareza, los baúles de metal, también conocidos como baúles Explorer, alcanzan precios altos en las subastas.
Baúl armario de lona con monograma y herrajes de latón, 1930.
La procedencia de las celebridades es otro factor que hace subir los precios. En 2011, un juego de maletas Alzer y una boîte pharmacie de la colección de Elizabeth Taylor alcanzaron 110,500 dólares, más de 22 veces la estimación más alta; mientras que en 2022, un juego de tres maletas de la colección de André Leon Talley se vendió por 94,500 dólares, 23 veces la estimación más alta.
Entre los lotes con procedencia de celebridades en la venta actual se encuentran tres baúles que anteriormente pertenecieron al actor inglés John Moffat, mejor conocido por su interpretación del detective belga de Agatha Christie, Hercule Poirot. El baúl del armario con monograma tiene seis cajones y perchas, y presenta el nombre de Moffat de manera prominente en el exterior.
Baúl de picnic de piel de vacuno con herrajes de latón.