Una oda a la riqueza aromática
En esta Maison conocemos un vino de múltiples facetas que se convierte en un modelo de sofisticación y pone en relieve la constancia del estilo de su casa. Desde su fundación en 1811, la Maison Perrier-Jouët nos permite desvelar añadas únicas, que anteriormente habían sido guardadas de forma secreta en sus bodegas. Una selección precisa de la cuvée Belle Époque es casi imposible de encontrar hoy en día.
A la vista, este líquido dorado revela un manto con reflejos ámbar; su efervescencia es persistente. Al olfato despliega una paleta aromática con una afluencia excepcional que se introduce de manera sutil. Un perfume de fruta, madera, flores secas, peras cocidas y frutas confitadas, se entrelazan con trazos de canela, miel de brezo, nueces y turrón, coronados por notas de mantequilla y granos de cacao que se expanden progresivamente. El gusto es refinado y complejo, crea una perfecta armonía de acidez, frescor y mineralidad.
Texto: Gloria Bassaure ± Foto: HOUSEOFCO / DIADEMA / boerl and kroff / krug