La comida regional más fina en Sudamérica

El nombre del restaurante proviene del término Dominus Optimo Maximo, el cual significa el deseo de tener el “hogar” del “mejor” y “la máxima” cocina. Ha sido reconocido como el 7o mejor restaurante del mundo por la guía S. Pellegrino “Los 50 Mejores Restaurantes del Mundo 2011” y es el primer restaurante de lujo en Sudamérica. 

Todo este prestigio se debe al chef Alex Atala, quien ha acumulado fama internacional por utilizar ingredientes brasileños en platillos contemporáneos majestuosamente creados. Un ejemplo: ostras asadas y marinadas en leche de coco acompañadas de un crujiente chip de mango que aparenta ser el ala de una libélula.

 

 

El servicio incluye una bienvenida para todo comensal, al ser recibido con gran cortesía, empujando las sillas al sentarse, prestando una gran atención a este tipo de detalles. Más aún, cuentan con un entrenamiento profesional y son bilingües, además de estar gustosos de llamar al sommelier incluso si uno está decidiendo entre las dos botellas más baratas del menú.

Los comensales se dividen notoriamente en dos grupos: la elite y los conocedores de comida. Es lo suficientemente exclusivo como para ponerlo fuera del rango de la mayoría de los brasileños, pero los amantes de los restaurantes reconocerán que están en las manos de un experto, en una combinación de producción perfecta y creatividad.  

Las ya mencionadas ostras asadas y marinadas en leche de coco son deliciosas, así como lo es la ensalada con delgadas rajadas en curva de calabacera abobrinha con pétalos de flores con cangrejo de río al fondo del platillo, y una elipsis extendida de frutas de pasión de color pastel-naranja que bordean el plato. Este platillo crea uno de esos momentos en los cuáles uno podría sentirse inclinado –embarazosamente– a tomarle una foto a la creación que se ha servido en la mesa.

Entradas como las costillas de cerdo y arroz prohibido con catupiry son también un tremendo éxito. El arroz prohibido, una reliquia y variedad de arroz color morado-negro, armoniza maravillosamente con el catupiry, un queso cremoso que es un tipo de manjar nacional que va con todo, desde aperitivos hasta pizzas. Y las costillas se cocinan en ese exquisito punto en el que la carne se desploma del hueso y aun así es crujiente.

Los comensales pueden ordenar postres como un sorbete cagaita, o bien, esperar a que ruede el impresionante platillo de caramelos que acompañan al espresso. Éstos incluyen dulces Dadinho, pequeños cubitos de pasta de cacahuate dulce que cualquier persona en Brasil que haya vivido su infancia en las últimas tres o cuatro décadas reconocerá.     

Se recomienda ampliamente hacer reservaciones con anticipación, ya que el restaurante sólo abre de lunes a viernes de 12 pm a 3 pm para comidas, y de lunes a jueves de 7 pm a 12 pm para cenas, mientras que de viernes a sábado abre de 7 pm a 1 am.

 

 

 

Info

D.O.M.

Rue Barao de Capanema, 549 Jardins, Sao Paulo, Brazil

T: (+55) 113 088 0761

www.domrestaurante.com.br

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Texto: AMURA ± Foto: D.O.M