La exposición “Richard Avedon. Photographs 1946-2004”, es la primera muestra retrospectiva a gran escala que se presenta, tras la muerte en el 2004 del fotógrafo estadounidense. Tras su exhibición en Dinarmarca, actualmente la exposición puede admirarse en París.
El Museo Jeu de Paume, en Place de la Concorde, alberga las 270 obras desarrolladas a lo largo de 60 años, muestra que continuará su itinerario en el Martin–Gropius-Bau de Berlín, en octubre de 2008.
Richard Avedon (1923- 2004), revolucionó el mundo de la fotografía de moda. En 1945 comenzó a trabajar con la revista Harper’s Bazaar y en 1966 se unió a la revista Vogue.
Avedon imprimió en dicho género un cambio decisivo, donde las modelos pierden el aspecto estatuario y salen a la calle a ser fotografiadas en clubes nocturnos, tiendas y cafeterías.
Su trabajo fotográfico no se vio supeditado al volátil mundo de la moda. Trabajó también como foto-reportero al servicio de causas sociales y eventos políticos, que despertaron la adormecida conciencia de la sociedad estadounidense de los años 60 y 70. Reportó el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos, antiguos esclavos, marchas pacifistas, pacientes de hospitales psiquiátricos, víctimas del napalm en Vietnam.
In the American West
La exposición presenta 40 impresiones en gran formato de la serie “In the American West”, producida entre 1979 y 1984, por encargo del Amon Carter Museum de Fort Worth, en Texas.
El fotógrafo escribió al respecto: “A principios de 1979 pasé los meses veraniegos viajando en el oeste, visitando paradas de camiones, corrales, caminando las ferias entre multitudes, buscando los rostros que quería fotografiar. La estructura del proyecto me era clara casi desde el principio y cada nuevo retrato debía encontrar su lugar dentro de la estructura. Conforme el trabajo progresaba, los retratos por sí mismos empezaron a revelar conexiones de todo tipo —psicológicas, sociológicas, físicas y familiares— entre gente que no se había conocido nunca”.
La serie “In the American West”, desmitifica el Oeste Americano como la tierra prometida de pioneros y conquistadores, como apunta Marta Gili, directora del Jeu de Paume. En cambio nos deja frente a frente con personas ordinarias: mineros, trabajadores petroleros, presidiarios, amas de casa, vagabundos, traileros, campesinos, meseras, secretarias.
Las fotografías de esta serie fueron captadas fuera del estudio, posicionando a sus modelos sobre un fondo blanco, que el fotógrafo sujetaba a cualquier edificio o al costado de un camión que estuviera disponible.
Las imágenes fueron captadas en la sombra para evitar que el rayo directo de la luz solar resaltara las facciones de los retratados, creando sombras particulares en el rostro, acentos o superficies que condicionaran el recorrido de nuestra mirada. Con esto, Avedon logró neutralizar la apariencia de los sujetos para que nuestra mirada pasee libremente en la luz envolvente de los rostros.
La potencia de los retratos de Richard Avedon ha sido ampliamente estudiada, no sólo por los teóricos del arte sino también como parte de los programas académicos en la formación fotográfica. Sus retratos indagan sobre la condición humana, no como registros sociales, sino como exámenes psicológicos.
El gran retratista poseía una maestría inigualable para trabajar en esencia con la personalidad de sus retratados. Encontraba en la superficie de los seres claves en los códigos de representación, que revelan intensamente la dimensión psicológica que emana de los modelos.
El fotógrafo estadounidense lograba asir al instante, aquello que los modelos son: lo detecta, lo provoca y lo hace converger en un acto de relación vital con sus retratados.
Sus fotografías, que se proponen como lecturas de la superficie, en verdad revelan una especie de búsqueda inagotada de la esencia. Cito al fotógrafo: “un retrato no es una semejanza. En el momento en que una emoción o un hecho son transformados en una fotografía, deja de ser un hecho para convertirse en una opinión. No existe la inexactitud en una fotografía. Todas las fotografías son precisas. Pero ninguna de ellas es verdadera”.
Todos los personajes que han poblado el siglo XX, con alguna particularidad, se sometieron al estudio preciso de la lente de Richard Avedon, tan letal que el mismo Henry Kissinger, cuando se presentó en su estudio para una sesión le advirtió: “tráteme con gentileza”.
Marcel Duchamp, Alberto Giacometti, Pablo Picasso, Chagal, Renoir, Andy Warhol, Francis Bacon, Truman Capote, Aldous Huxley, Ezra Pound, Samuel Beckett, Marguerite Duras. Todos ellos, por mencionar sólo algunos, posaron sus verdades bajo la lente del retratista más impiadoso que produjo el siglo XX.
Texto: Anarela Vargas ± Foto: Cortesía Jeu de Paume / Martin-Gropius-Bau