Pintor, escultor y grabador, está considerado como uno de los pioneros del Pop Art.

"Lo que muchos califican como superficial, para mí es real y positivo”, afirma el artista de origen ruso nacido en Brooklyn, Alex Katz, quien ha logrado convertir sus obras en símbolos de cierta clase rica y bohemia, ante la premisa de su gusto por el glamour.Sus característicos cuadros de gran formato, en los que sus principales aportaciones son los cutouts –figuras recortadas y pintadas–, la implementación de fondos neutros, la apuesta por la abstracción y el uso de vallas publicitarias, han construido un puente entre el arte, la publicidad y la moda.

 

 

Sus retratos escapan de la interpretación psicológica y de todo carácter anecdótico al ofrecer una propuesta icónica y libre de aquellos elementos no indispensables, es por ello que sus pinturas suelen presentar gente allegada a él, parientes, amigos y paisajes, sobre todo de Maine. “La luz de Maine me gusta mucho, es diferente, muy diferente a la de Nueva York. Desde la primera vez que fui allí decidí que no quería dejar de verla el resto de mi vida”. También suele plasmar personajes de la vida cultural de las décadas de 1960 y 1970, incluyendo a artistas como Rudy Burckhardt, Al Held, Brice Marden, Ted Berrigan, Thomas Disch y Williams Dunas; Katz da a sus creaciones una objetividad fría y una elegancia seductora; en general, en su estilo abundan los primeros planos dramáticos y los colores expresivos, las imágenes que produce son nítidas, limpias y amenas.

Sin embargo, aunque son muy intensos, la condición en los cuadros de Katz es que no hay melancolía en ellos. Él mismo señala que su obra habla del presente, ya que es la su forma de vivir, siempre en el presente. “No hay narrativa, no existe pasado. Nada de lo que vemos en ella desaparecerá”.

Un personaje recurrente en el trabajo de este singular artista es su modelo Ada, musa inspiradora y esposa, quien se ha convertido en icono absoluto de su obra. Muestra de ello son Blue Umbrella #2 (1972), Orange Hat (1990), Ada With Sunglasses (1990), Brisk Day (1990) y otras obras en las que el pintor hace alusión a las tendencias de la moda de las últimas décadas. Lo cierto es que con pañuelo o sombrero, la intimidad de Ada forma parte de la historia del arte de la segunda mitad del siglo XX. “Esa fue mi intención desde siempre: convertir en universal algo tan pequeño como mi intimidad”.

 

 

 

 

 

Referente obligado

 

Debido a la clara influencia de los medios de comunicación masiva, su trabajo fue considerado precursor del Pop Art; incluso en entrevistas recientes, él mismo ha hecho alusión al tema autonombrándose padre de dicho movimiento, aunque ciertos elementos característicos de su producción como el uso de la luz, como recurso modulador de la superficie, marcan una frontera con dicha corriente.

En los inicios de la década de 1950, se sintió atraído y fue influenciado por los expresionistas abstractos, comenzando a pintar sobre todo árboles y algunos cuadros a partir de fotografías, y sus retratos de gente común. En 1954 expuso por primera vez en solitario, en la Roko Gallery de Nueva York.

A mediados de los años 60, su trabajo se centró más en el grabado, la producción de ediciones en litografía, serigrafía, xilografía y linóleo cortado, en donde resalta el color y muestra una estética de formas muy simplificadas, y en sus conocidas siluetas y cutouts.

Para 1970 se preocupó por plasmar el mundo artístico y cultural.

Durante los años 80 sus temáticas abordan situaciones efímeras, sus personajes son captados al momento de realizar expresiones como sonrisas o en acciones como el discutir. En esa etapa sintetiza una época caracterizada por el ocio, la influencia del mundo de la moda y la despreocupación; también llamó su atención el paisajismo a gran escala, tema plagado de experimentos que concuerdan con la primera fase de su carrera artística y que ha venido explorando hasta la actualidad.

 

 

Hoy, a sus 88 años de edad, con una sonrisa radiante que le hace lucir joven y pleno, Katz divide su tiempo y su trabajo en dos temporadas, casi como sucede en el mundo de la moda; para él primordialmente están el verano y el invierno: “Mi verano se extiende hasta noviembre, que es cuando suelo acabar, allí sólo tomo apuntes, de muchas cosas, y luego esos apuntes van evolucionando. Es el propio cuadro el que decide su tamaño final”.

Como uno de los artistas más influyentes del arte contemporáneo, su obra es marco de referencia para otros autores modernos, misma que está representada en los más importantes museos de Arte Contemporáneo del mundo, como el MoMA, el Whitney Museum, el Metropolitan Museum, de Nueva York; el Centro Georges Pompidou de París; la Tate Gallery de Londres, el Museo Reina Sofía de Madrid y el Guggenheim de Bilbao.  

 

Texto: AMURA ± Foto: Museum of Fine Arts Boston