Una vida en homenaje a la música clásica
En esta ocasión Amura Yachts & Lifestyle toma el espacio en el que, por cerca de dos años, el maestro Ricardo Rondón nos ha deleitado con su conocimiento sobre la música clásica y la ópera; pues hoy queremos rendir un merecido homenaje a este profesional de uno de los campos de las artes menos difundidos en nuestro país.
A través de media centuria de labor periodística, no solo se ha granjeado el prestigio entre sus lectores y el respeto entre sus colegas, sino la admiración de los más grandes intérpretes y compositores de la música clásica.
Ante ello, resulta difícil escribir una semblanza que hable con justicia sobre la labor de alguien que durante tanto tiempo se ha dedicado íntima y profesionalmente a retratar el arte, cultivar el buen gusto, promover la cultura, apoyar a los nuevos talentos y, sobre todo, amar la música. El maestro Rondón comparte su conocimiento con una sensibilidad a flor de piel, caracterizándose, precisamente, por preferir la modestia y la sencillez antes que el elogio y la admiración, ¿cómo describir entonces una intensa labor de cerca de 50 años?
Todo aquel que esté involucrado en el ámbito de la música culta, seguramente tendrá conocimiento de la importante trayectoria del maestro Rondón en los medios de comunicación y habrán tenido la oportunidad de leer, en varios de los fascículos editados en los años 50 por la célebre estación de radio XELA, interesantes artículos firmados por él. Además de su participación en esta radiodifusora que se escuchó durante 61 años, hasta diciembre de 2001, en la frecuencia 830 kHz de AM.
Como columnista del diario Novedades, a través de su sección diaria Novedades en la Música, con la cual inició en 1971, misma que se mantuvo en el gusto de un público muy singular de manera ininterrumpida durante más de 25 años, fue uno de los artífices del milagro de llevar la cultura contemporánea mexicana a sus lectores; se trata de una labor a la que se suman miles de artículos escritos en los cuales nos ha presentado de cerca a los más grandes intérpretes, las mejores orquestas, los más distinguidos directores, los más talentosos solistas, las voces más privilegiadas y los más reconocidos compositores del género.
Asimismo, quienes hayan conocido la revista Siete, editada por la Secretaría de Educación Pública entre 1974 y 1976, podrán recordar las acertadas entrevistas que el maestro Rondón hacía a muchos de los jóvenes talentos para la música mexicana de concierto.
Otros tantos seguramente conocen o tienen en su colección el álbum El niño y la música, lanzado al mercado por el sello discográfico London, para conmemorar en 1979 la designación que la ONU hizo con motivo del “Año internacional del niño”. De ser así, habrán podido leer los bien logrados textos que ilustran dicha edición y sabrán, también, por quién fueron escritos (sobra decir la autoría).
Aquellos asiduos a presenciar conciertos en vivo o ver sus transmisiones por televisión, seguramente tendrán presente alguna de las muchas participaciones que ha tenido el maestro Rondón en ese medio y lo recordarán quizá por su voz y figura, pero más por su integridad como comentarista y como ser humano. Igualmente, los amantes de la ópera habrán tenido en sus manos el estupendo libro Cincuenta Años de Ópera en México (UNAM, 1978) de Carlos Díaz Du-Pond y se habrán deleitado tanto por la excelencia de su contenido, como por la del prólogo tan diestramente escrito por el maestro Rondón.
Para quienes tuvieron el agrado de conocer la publicación que dio paso a la serie Grandes intérpretes en concierto, editada por Promexa y Deutsche Grammophon en 1981, saben del gran éxito comercial que constituyó esta colección y de los magníficos textos que la acompañan.
Sobra decir que hemos tenido la oportunidad de enriquecernos con sus atinadas notas de programa en docenas de conciertos de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Autónoma de México, la Orquesta de Minería y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México, entre muchas otras, durante varias de sus respectivas temporadas.
En época más reciente se distingue el paso de la pluma de este gran personaje como columnista invitado en diversos periódicos de circulación nacional, así como su participación en medios electrónicos como el sitio especializado www.musicaenmexico.com y por supuesto su valiosísima contribución en la sección Meet the music de Amura Ychts & Lifestyle.
Han sido varias décadas de entrega a una de las áreas de crítica más difíciles que existe en el periodismo, como es la reseña de ópera y música clásica, en las que el maestro Ricardo Rondón ha logrado por sí mismo ganarse uno de los lugares más respetados dentro del ámbito musical más culto de la sociedad mexicana.
Qué más puede decirse de alguien que, además de haber sido reconocido por el Club de Periodistas de México con el Premio Nacional de Periodismo (1993), ha estrechado la mano de genios musicales de la altura de Ígor Fiódorovich Stravinski, Dmitri Shostakóvich o Krzysztof Penderecki; ha logrado convivir de cerca con directores de la talla de Sir Neville Marriner, Phillippe Entremont y Herbert von Karajan; ha platicado con los mejores intérpretes del mundo como Isaac Stern, Vladímir Davídovich Áshkenazi e Itzhak Perlman; así como el privilegio de contar entre sus amistades a directores, cantantes, solistas y compositores de la magnitud de Plácido domingo, Francisco Araiza, Jorge Federico Osorio Puente, Carlos Prieto, Luis Herrera de la Fuente, Enrique Batiz, Jesús Medina, Enrique Diemecke, Loris Tjeknavorian, entre otros tantos. Para alguien que además de todo lo anterior, conoce las virtudes del buen trato, la humildad y la cortesía, no hay más que pueda escribirse sino:
¡Muchas gracias maestro!
Texto: Felipe López ± Foto: F. Axel Carranza