Sin duda puedo asegurar que todos hemos leído alguna vez La Ilíada y La Odisea, o por lo menos hemos escuchado hablar de ellas. Ya en un caso extremo habrá algunos que por lo menos hayan visto la película Troya con Brad Pitt. De cualquier manera, el nombre de Homero no nos resulta desconocido.
Lo más interesante de este poeta griego es que no existe un consenso acerca de su existencia. ¿Hubo un poeta llamado Homero que escribió dos de las más grandes obras de la literatura universal, o fue un personaje legendario cuyas obras son tan solo recopilaciones de antiguas tradiciones orales realizadas por diversos autores? No lo sabemos con exactitud.
El primer conflicto surge cuando varias ciudades griegas aseguran ser su patria, entre ellas: Esmirna, Colofón, Atenas, Quíos, Rodas, Argos, Ítaca y Salamina. También con las fechas hay confusiones, pues mientras la mayoría asegura que sus obras fueron escritas en el siglo IX a.C., para otros son del siglo VIII, del VII o incluso del VI a.C.
La mención más antigua de Homero la encontramos en Heródoto, uno de los primeros historiadores griegos, que escribió en el siglo V a.C. De acuerdo con él, Homero nació en Esmirna, hijo de una huérfana llamada Creteidas que fue seducida por un desconocido. Su nombre real era Melesígenes, pero cuando una enfermedad lo dejó ciego, pasó a llamarse Homero, pues uno de los significados de ese nombre es “el que no ve”.
Sobre su muerte también hay mucho misterio. De acuerdo con documentos históricos del siglo V a.C., él habría muerto en la isla de Ios, aunque una vez más, no hay ninguna prueba que lo corrobore.
Fue en el siglo XVII cuando surgió la llamada “cuestión homérica”, iniciada por François Hédelin, abate de Aubignac, quien sostenía que los dos grandes poemas a él atribuidos, La Ilíada y La Odisea, eran en realidad diversos poemas unidos por una mano misteriosa, lo que explicaría las numerosas incongruencias que contienen. Su tesis de inmediato recibió el apoyo de diversos académicos, así como el rechazo de otros tantos y el debate que en ese momento se generó sigue abierto hasta nuestros días.
Las principales obras que se le atribuyen son La Ilíada y La Odisea. En la primera se narra la guerra entre los troyanos y los aqueos (griegos) debido al rapto de la princesa Helena; mientras que la segunda son las aventuras del héroe Odiseo durante su retorno a Ítaca tras participar en la guerra contra Troya. Pero además de éstas dos, también se cree que él pudo ser el autor de la Batracomiomaquia, los Himnos Homéricos, la Guerra de Troya y Margites. Claro, si es que en realidad existió.
Sin embargo, el hecho de que Homero haya o no haya existido ha dejado ya de ser importante. Lo que en realidad interesa es que sus obras se han convertido en referente de la literatura universal. Han inspirado a múltiples lectores y escritores a lo largo de los siglos, e incluso el arqueólogo aficionado Heinrich Schliemann descubrió las ruinas de la antigua Troya llevando bajo el brazo un ejemplar de la Ilíada. El legado que nos dejó es ahora parte indiscutible de nuestra cultura y eso no va a cambiar.
Texto: Rodrigo Borja Torres ± Foto: ART WP / maxresdefault / APD