Aparenta haber un consenso general de que la función básica y predominante de todo arte es expresar. “La labor del artista es expresar sus emociones y simbolizar su punto de vista del entorno.” En un remolino de controversia alrededor de una palabra tan amplia como “arte”, un espectador se puede sentir confundido y esta podría parecer una cómoda ventana por la cual escapar para cualquier inexperto que quiera una descripción satisfactoria de la cual agarrarse y poder digerir. Pero una mirada más cercana a esta definición (yo expreso mis sentimientos), revelará muchas fallas. Quizás podamos analizar esto más a fondo y proveer al individuo una mejor descripción que dé paso a una experiencia más rica al interactuar con el arte. Posiblemente incluso, esto también nos permitirá abrir algunas puertas filosóficas importantes que reorienten nuestra visión de toda actividad humana.
1.SMOKESCREEN TIME MACHINE
Toda acción es expresiva por naturaleza. El simple hecho de que una persona exista y sea visible carga consigo un elemento de expresión, ya que puede ser percibido por otros. En una conversación amistosa donde evidentemente el expresarse se está llevando a cabo, el tono de la actividad es muy diferente al de un orador dogmático. La persona involucrada en una conversación amistosa está enunciando sus líneas de un modo humilde, dispuesto a que la aportación del otro se considere y que ocurra un diálogo. No impone su contenido como verdad absoluta que debe ser absorbida por el otro.
Un orador, a diferencia, por mera definición no está conversando. Está expresándose únicamente. Su tarea es entregar su estado elevado de comprensión a públicos menos adoctrinados, quienes deben “aprender y asimilar”. Si consideramos que la tarea es únicamente expresar, y descartamos un acercamiento humilde donde un intercambio flexible puede suceder, lo estamos confinando a la tarea de un orador que ha atravesado todo el espectro de descubrimiento y está listo para adoctrinar. En este caso, el espectador tendría la tarea de entender y aceptar: esto parecería ser la interacción con el trabajo del profesional que se esperaría de él. Pedirle a alguien que experimente la obra de esta manera viene con una sensación de arrogancia. Definitivamente, un artista puede ofrecer más que un monólogo acerca de sus sentimientos.
2. INSECTICIDE NATION
3. THE TEMPORARY BEGINNING OF EVERYTHING
La historia de nuestra especie se ha visto marcada por un esfuerzo inquieto de descubrir. ¿Dónde estamos? ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí? Miles de pensadores inquisitivos se han esmerado para desbloquear los secretos de la biología, la química, la física, la filosofía. Incluso, hemos inventado sistemas legales, económicos, y de civilización en nuestro intento de progresar. Podríamos ser percibidos colectivamente como una criatura nadando contra corriente, insistiendo en nuestro derecho a sobrevivir, descubrir y comprender. Esta inquietud y deseo habita dentro de nosotros. Es en la manifestación de esta esencia humana y al promover el impulso básico de nuestra especie que descubrimos una explicación más valiosa del proceso artístico.
Los eventos macro-históricos de notoriedad académica representan únicamente una fracción diminuta de nuestra historia colectiva. La microhistoria (los sucesos mundanos del hombre cotidiano) forma un porcentaje mucho mayor de nuestro legado. Esta es nuestra verdadera crónica. El jardinero cuidando sus plantas, el padre jugando con su hijo, el cocinero pelando una papa, todos cargan en sus hombros y manifiestan en sus interacciones la flama de nuestra verdadera esencia. Un individuo solitario debe reconocer que desempeña un rol en el amplio panorama de la postura humana. Al moverse a través e interactuar con la vida, está avanzando a la humanidad y escribiendo nuestra historia.
4.CHRONICLES OF THE ELASTIC SELF
El arte, entonces, sería mucho mejor abordado como un proceso filosófico de pensamiento, es un acto intelectual. Definitivamente, no se trata de regurgitar nuestro entorno a través de representaciones. Es una actividad mucho más natural en la cual todos participamos al meramente experimentar la vida. El químico que hace un descubrimiento científico y publica un documento no puede ser considerado un “escritor de documentos”, se le considera un investigador científico que publicó un documento. Aunque su texto es la única parte de su trabajo que puede ser compartida, su proceso es la parte importante del producto. En esta misma luz, la pieza final que el artista puede presentar al público es la culminación de un proceso intelectual. Toda la perfección técnica del artista le servirá para agregarle un punto de exclamación a su emprendimiento conceptual y hacer el aspecto final de su trabajo más asequible, pero debe recordar que su tarea es aportar al agregado del intelecto humano. Ser fiel a nuestra naturaleza es el elemento correcto que se debe celebrar en cualquier procedimiento.
Podemos encontrar pistas de intervención humana en la estela de todos nuestros gestos, por triviales que parezcan. Cuando nuestro intercambio con la existencia es espontáneo, este abunda de nuestra sustancia y deja huella como evidencia de que estuvimos aquí. Esto nos abre los ojos al hecho que todos están ejecutando procesos artísticos simplemente por vivir.
El arte es un acto humilde de descubrimiento y aplicación intelectual donde la manifestación de nuestra esencia humana es inmortalizada en el gesto.
Siendo los vivos, sumando al colectivo de lo que constituimos, no debemos ser espectadores en nuestro movimiento. Representamos eones de curiosidad humana y es nuestro turno nutrir y avanzar nuestro legado. Como miembro de nuestra especie, como artista, tienes todo derecho y deber de involucrarte en la sociedad, en la ciencia, en la política, en el pensamiento humano. Pongamos manos a la obra y recuperemos nuestra orientación al conocimiento, al diálogo. Participa, participa, participa.
Ilan Dana
Artista Humano
5.THE PERVERSE DUALITY OF CONSCIOUSNESS
Texto: Ilan Dana ± Foto: Bob Tello