Las ‘obras sobre papel’ abarcan una amplia gama de medios, desde dibujos y pinturas hasta grabados y múltiples.

Tradicionalmente, los artistas utilizan el papel para probar nuevas estrategias o pensar en una idea más amplia con la inmediatez del lápiz y el carboncillo, reconocen en la casa de subastas Christie’s.

Los artistas conocidos por trabajar en una amplia gama de medios son apreciados por sus obras sobre papel. El escultor monumental Richard Serra captura la misma intensidad física en el papel a través de la textura al aplicar una capa gruesa de crayón litográfico, barra de pintura o carboncillo. El pintor, fotógrafo y grabador Ed Ruscha implementa una amplia gama de materiales innovadores, desde pólvora y sangre hasta Pepto Bismol y caviar, en sus obras sobre papel como una forma de reflejar la vida estadounidense contemporánea.

Las pinturas y dibujos fotorrealistas de Vija Celmins aportan una sensación de intimidad, permitiendo al espectador acercarse a la naturaleza, casi como si estuviera bajo una lupa. Mientras que Cy Twombly ofrece la oportunidad de obtener una mirada más cercana, a veces más explícita, del estilo del artista y los motivos utilizados en sus obras maestras únicas. Por el contrario, las obras de Sam Gilliam se centran en su enfoque en el color y la forma, como precedentes clave de sus series más aclamadas, como sus pinturas de drapeados.

Antes, Pierre-Auguste Renoir, que de niño vivía cerca del Louvre, estudió las obras de los viejos maestros, que inspiraron algunos de sus primeros dibujos a lápiz. La espontaneidad y la movilidad del trabajo sobre papel se adaptaron perfectamente a Edgar Degas (1834-1917) [foto inicial: Bailarina tirante con maillot (La precaución), c. 1882-1885. Pastel y carboncillo sobre papel], era famoso por llevar lápices y pasteles para representar los delicados y fugaces movimientos de las bailarinas de ballet.

Fernand Léger tuvo su aprendizaje en el estudio de un arquitecto antes de mudarse a París en 1900 para trabajar como dibujante, lo que, junto con su fascinación por la maquinaria nacida de su experiencia en la Primera Guerra Mundial, influyó en sus obras dinámicas y gráficas sobre papel. Marc Chagall exploró la simplicidad de los dibujos lineales a pluma, así como la vitalidad del gouache y la tinta china.

Pablo Picasso (1881-1973), Trois personnages debout, 1969. Óleo, crayones de cera de colores y lápiz sobre papel.

El papel se remonta al año 105 d. C. En un principio, se fabricaba a partir de la planta del papiro, de ahí su nombre, que florece en Egipto y el mar Mediterráneo. Tras ser procesado en China durante el período Han oriental (25-220 d. C.), se extendió al mundo islámico durante el siglo VIII. Sin embargo, no progresó hasta que fue llevado a Europa en el siglo XI, cuando se inventó el molino de agua. Este proceso no solo contribuyó al desarrollo de idiomas y culturas, sino también de la religión y el arte.

Consideraciones para coleccionar obras en papel

Agujeros de artista: se refiere a los pequeños pinchazos que quedan en algunas obras de arte al finalizar, generalmente en las esquinas del papel o en los bordes centrales. Se crean cuando en el proceso de producción el artista sujeta la hoja de papel con alfileres. No se considera que los agujeros de artista tengan un efecto negativo en el estado general o el valor de una obra de arte.

Tablero de soporte: es una pieza rígida de tablero libre de ácido que se coloca detrás del papel para evitar que se deforme o doble.

Bordes irregulares: ciertos papeles de alta calidad hechos a mano utilizado por los artistas tienen un borde irregular o áspero. Al igual que los agujeros que hacen los artistas, este no es un detalle que afecte negativamente su condición o valor; muchos artistas prefieren trabajar con hojas con bordes irregulares.

Sonia Delaunay (1885-1979), Rythme coloré, 1954.

Bisagra: se refiere a la forma en que una obra sobre papel se fija a un soporte secundario, como un paspartú o una placa de soporte, sin dañar la obra de arte. Si una obra está "bisagrada" en las esquinas superiores, puede levantarse de modo que el reverso de la hoja (la parte posterior del dibujo) sea visible, de forma muy similar a la bisagra de una puerta. Las obras que se describen como montadas a lo largo de los cuatro bordes están fijadas con alfileres en cada esquina, lo que significa que no pueden levantarse de su soporte secundario

Enmarcado: hoy en día, la mayoría de los soportes secundarios utilizados para las obras sobre papel están libres de ácido; sin embargo, esto no siempre ha sido así. Muchas obras sobre papel han estado en contacto con cartón y papel ácidos a lo largo de su historia. La exposición prolongada puede hacer que el papel se oscurezca. Un restaurador experto puede ser capaz de mejorar las obras afectadas, dependiendo de la gravedad del daño y del medio utilizado.

Roy Lichtenstein (1923-1997), George Washington, 1962. Grafito y frotado de grafito sobre papel.

Manchas en el tapete: son tenues líneas oxidadas que aparecen donde el tablero mate habría tocado el papel; esto ocurre debido a una exposición excesiva a la luz del trabajo.

Manchas de tiempo: refiere al amarillamiento u oscurecimiento del papel fuera del borde mate, que a veces decolora la imagen por completo. Esto ocurre por la exposición a la luz y por no utilizar vidrio o plexiglás con protección UV para proteger la obra.

La clave para cuidar una obra en papel es prestar atención al medio ambiente. Como el papel es sensible a su entorno –temperatura, luz y humedad–, es fundamental guardarlo en un lugar seco y con temperatura controlada, alejado de la luz solar directa.