Con el anuncio de la subasta Augmented Intelligence dedicada al arte de la IA, en Christie’s rastrearon la historia, avances tecnológicos, artistas clave –desde los establecidos hasta los nuevos– y el papel de la casa de subastas en la configuración del panorama de la creatividad computacional.
En términos simples, el arte de IA es cualquier forma de arte que se haya creado o mejorado con herramientas de IA. Muchos artistas usan el término "colaboración" para describir su proceso con IA.
El arte basado en IA de este alto calibre no es un atajo hacia la productividad, ni un arte a toda velocidad. "La IA no es un sustituto de la creatividad humana. Mejora el espectro humano de la creatividad", dice Sales Giles, directora de arte digital de Christie's. "Se trata de emplear la tecnología para impulsar lo que es posible, explorar lo que se puede lograr fuera de la acción humana, pero no separado de ella".
Al contrario de lo que se suele decir, la IA es inherentemente humana. "El código puede considerarse un tipo de artesanía", afirma Sebastián Sánchez, director de Arte Digital de Christie's. Siempre hay manos implicadas de alguna forma, aunque no necesariamente en el sentido tradicional, como en la pintura o el dibujo. Los ingenieros programan redes y algunos artistas utilizan herramientas preexistentes, generando arte a partir de indicaciones de texto refinadas.
Además, la variedad de estilos dentro del arte de la IA es testimonio de la gran amplitud de carácter y enfoque de los artistas involucrados. Por ejemplo, Niceaunties, arquitecta de profesión y residente en Singapur, utiliza herramientas de IA para explorar temas universales como el envejecimiento, la liberación, la conciencia ambiental, la belleza y la alegría.
Para estos artistas, la IA es inherente, integral y esencial para su trabajo. La artista Claire Silver señala que ni ella ni la IA podrían haber creado su obra, que está inspirada estéticamente en el anime, y que es la colaboración la que da el fruto. La poeta y artista Sasha Stiles creó un alter ego entrenado en su poesía, con quien ahora colabora. La obra de Stiles, Cursive Binary, llega a Christie's como parte de Augmented Intelligence.
Aunque radicalmente contemporáneo en muchos sentidos, el origen del arte de la IA y la colaboración entre humanos y máquinas tal como lo conocemos hoy se remonta a varias décadas. En la década de 1960, Harold Cohen desarrolló AARON, uno de los primeros programas de IA que reinterpretaba sus coloridos bocetos. Cohen fue recientemente objeto de una importante exposición en el Museo Whitney de Arte Estadounidense de Nueva York en 2024.
Pindar Van Arman, quien cita a Cohen como inspiración y mentor, comenzó a trabajar con robots en 2017 con su serie Emerging Faces. La próxima venta incluye una obra de Van Arman compuesta por nueve lienzos únicos de esta serie, que se encuentran entre las primeras pinturas creadas de forma autónoma mediante redes neuronales combinadas con robótica, un hito significativo en el arte generado por IA.
"En 2018 estábamos explorando la IA y blockchain ", afirma Sánchez, y señala que Christie's celebró su cumbre inaugural Art + Tech Summit en Londres ese año, en la que Christie's regaló a 300 asistentes una tarjeta para reclamar un retrato desnudo generado por IA del artista Robbie Barrat. En ese momento, solo se reclamaron 36 de estos, ya que los NFT aún no habían llegado a la conversación general, pero varios de ellos alcanzaron un valor de seis cifras.
También en 2018, Christie's se convirtió en la primera casa de subastas en vender una obra de arte generada por IA cuando Portrait of Edmond de Belamy del colectivo Obvious alcanzó los 432,500 dólares. La impresión sobre lienzo se creó utilizando una red generativa antagónica (GAN), un sistema de IA ampliamente utilizado entre 2016 y 2020.
En 2022, el arte de la IA experimentó un gran avance en el mainstream cuando Refik Anadol instaló Unsupervised en el MoMA, que atrajo a decenas de miles de visitantes, cautivados por su gran escala y su movimiento generativo altamente dinámico, y se extendió hasta 2023 debido a su popularidad. A principios de ese año, su obra innovadora, Living Architecture: Casa Batlló, durante la Venta Nocturna del Siglo XXI de Christie's en mayo por 1’380,000 dólares.
En julio de 2023, Christie's presentó Future Frequencies: Explorations in Generative Art and Fashion en colaboración con Gucci. La venta incluyó 21 obras digitales de artistas destacados como Claire Silver, Emi Kusano, Emily Xie, William Mapan, Zach Lieberman, Botto, Helena Sarin y DRAUP, entre otros.
Los nombres que hay que saber
El roboticista Pindar Van Arman es uno de los pioneros del arte de la IA, conocido por sus experimentos con las primeras versiones de bitGANS para crear obras pictóricas, en particular su serie Emerging Faces de 2017. En ella, dos agentes de IA trabajan simultáneamente en una serie de retratos. Uno utiliza IA generativa para imaginar y pintar rostros; el otro detiene el proceso una vez que reconoce la imagen como un rostro humano.
Harold Cohen (1928-2016), nacido en Gran Bretaña, a fines de la década de 1960 desarrolló AARON, considerado el primer y uno de los programas informáticos más complejos para crear obras de arte. Tras su reciente exhibición en el Whitney, una obra muy solicitada de AARON, de 1987.
El trabajo de Alexander Reben traspasa los límites de la IA y la autonomía. Como primer artista residente de Open AI, probó una versión preliminar de la herramienta de conversión de texto a vídeo Sora. Este robotista formado en el MIT crea sistemas que permiten crear obras de arte de forma casi totalmente independiente.