El arte de Banksy, el artista callejero más famoso del mundo, se ha convertido en objetivo de los coleccionistas. Sus grafitis anónimos están entre las imágenes más icónicas y controvertidas del Street Art.

A inicios de la década de 1990, sus primeras “obras” sorprendieron al aparecer inesperadamente en las paredes de Bristol, Inglaterra, pero su fama aumentó después de mudarse a Londres, a principios de la década del 2000. Desde entonces ha dejado su huella en diversas ciudades alrededor del planeta.

Para James Baskerville, especialista en Prints & Multiples de la casa de subastas Christie’s, sorprende el irónico paso del arte de Banksy, de la calle a la sala de ventas, donde the establishment ha abrazado su arte anticapitalista y antiautoritario. Por ejemplo, la serigrafía Morons, que satiriza al mundo de las subastas, presenta una imagen parodiando una fotografía de la venta récord de Christie de Los girasoles de Vincent van Gogh de 1987, donde se burla del exorbitante precio pagado por la obra del neerlandés.

Además de su arte callejero, Banksy ha estado creando obras para la venta durante más de 20 años. Las piezas iniciales subastadas datan de 1998, mientras que sus primeras creaciones comerciales son del 2002.

Banksy no creó impresiones para ganar dinero, “se vendieron a precios reducidos, buscando democratizar su arte y hacerlo accesible”, comenta James Baskerville. “La gente a menudo compraba su arte como si fuera un póster, sin estar consciente de su valor futuro”. Banksy continuó vendiendo su trabajo en exposiciones individuales, como Barely Legal en Los Ángeles en 2006, y Banksy versus Bristol Museum en 2009.

Las ediciones, lienzos y esculturas más buscadas de Banksy a menudo se inspiran directamente en sus grafitis. Girl with Balloon, que representa a una niña extendiendo su mano hacia un globo en forma de corazón, originalmente fue parte de una serie de murales de esténcil rociados por primera vez en Londres, en 2002.

En septiembre del 2020, Christie’s vendió una prueba de artista de Girl with Balloon con el globo púrpura por £ 791,250, más del triple de su estimación, un récord para una edición de Banksy.

NOLA, también conocida como Umbrella Girl, apareció por primera vez en Nueva Orleans en 2008. Es la respuesta a los efectos devastadores de los huracanes Katrina y Gustav. Banksy realizó una pequeña cantidad de pruebas de artista y ‘obsequios’ con lluvia naranja, amarilla o multicolor. La venta de NOLA (Yellow Rain) alcanzó las £ 375,000 en 2021.

A finales de la década del 2000, el mundo del arte se había puesto al día con el atractivo popular de Banksy, y muchas de sus obras habían sido retiradas de su entorno público original, y vendidas. A cambio, Banksy ha querido que sus creaciones de arte callejero permanezcan en sus contextos originales y es importante tener en cuenta que no serán autenticadas por el artista o su equipo.

 

 

Las impresiones sin firmar de Banksy se crean en números de edición más altos, y resultan más asequibles que sus contrapartes firmadas. Las obras sin firmar y firmadas son igualmente legítimas, siempre y cuando cuenten con un certificado de Pest Control, el ‘servicio de manipulación’ de Banksy.

Banksy creó Pest Control en 2008 para autenticar sus obras y evitar que las falsificaciones circularan en el mercado. Todas las creaciones de Banksy, después del 2009, se venden con un certificado de Pest Control. El servicio tiene permitido emitir certificados de forma retroactiva para obras creadas antes del 2008.

James Baskerville comenta que “no es posible comprar un Banksy en el mercado primario en estos días”. Hace una década, el artista las vendía directamente a través de distribuidores certificados, exposiciones o sus antiguos impresores, Pictures on Walls. Pero en la actualidad, solo vía Pest Control.

Al adquirir un Banksy en el mercado secundario, James Baskerville aconseja hacerlo de una fuente confiable, como una casa subastas o un distribuidor de renombre.

Por último, James Baskerville explica que aunque el arte callejero de Banksy se presenta intencionalmente de forma degradada, la mayoría de sus obras comerciales se entregan en perfectas condiciones, solo hay que cuidarlas como cualquier otra obra de arte: colgar los lienzos e impresiones lejos de la luz solar directa y la humedad cambiante, y las obras en papel deben enmarcarse debajo de un vidrio de protección UV.