En su prolífica producción que abarcó pintura, escultura y collage, a menudo Max Ernst es considerado El surrealista completo’, al experimentar profusamente diversos estilos y movimientos de vanguardia, incluido el grupo dadaísta.

  • Una introducción al surrealismo. Ernst (1891-1976) nació en la ciudad alemana de Brühl, en el seno de una familia católica de clase media. No recibió formación artística formal, sino que se matriculó en la Universidad de Bonn donde estudió filosofía, historia del arte, literatura y psicología. Durante este período, visitó hospitales psiquiátricos y quedó fascinado con el arte creado por los pacientes. A pesar de dejar la universidad para dedicarse al arte, los años académicos de Ernst dejaron una impresión duradera en su perspectiva, introduciéndolo a importantes influencias en el mundo surrealista, como la teoría del psicoanálisis de Freud.

En 1912 asistió a la exposición Sonderbund en Colonia, donde se encontró con Paul Cézanne, Edvard Munch, Pablo Picasso y Vincent van Gogh. Fue el punto inicial de su carrera como artista.

Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial, en 1914, Ernst fue reclutado por el ejército alemán, marcando un momento de profundo trauma. En su autobiografía escribió: ‘El primero de agosto de 1914 murió Max Ernst. Renació el primero de noviembre de 1918 como un joven que aspiraba a encontrar los mitos de su tiempo’.

  • Arte temprano y dadaísmo. Antes de la guerra, la práctica artística de Ernst siguió el estilo expresionista, pero después de su traumática experiencia en las trincheras, su visión de la vida cambió: el mundo moderno de repente parecía profundamente absurdo. Pronto se acercó al naciente movimiento dadaísta, cuyos ideales antiestéticos y antiautoritarios resonaban en su desencanto existencial.

El manifiesto dadaísta había sido lanzado en 1916 por Hugo Ball en Zúrich, y Tristan Tzara publicó un segundo manifiesto en 1918. Sus ideas y prácticas comenzaron a expandirse, con grupos dadaístas y exposiciones diseminándose por Europa.

En 1920, Ernst lanzó el grupo Dada de Colonia y comenzó a llamarse a sí mismo “Dadamax Ernst”. Comenzó a experimentar con collages, en los que yuxtaponía imágenes aparentemente aleatorias de formas irracionales. A menudo les dio a estas obras títulos extensos y sin sentido que desconcertaban aún más a los espectadores.

  • Surrealismo. Ernst conoció el surrealismo en 1921, con Paul Éluard y André Breton. Un año después se mudó a París y, animado por su estrecha amistad con Éluard y Breton, desarrolló aún más su interés por el psicoanálisis y el inconsciente, explorando las fantasías humanas. En 1924, formó parte del grupo que lanzó el manifiesto surrealista encabezado por Breton, que consolidó su posición dentro del movimiento.
  • Coleccionando a Max Ernst. Raros en el mercado y de suma importancia en la historia del arte moderno, las pinturas y esculturas de Ernst alcanzan precios altos. En 2021, el óleo Comète se vendió por 313,000 dólares, y La Tourangelle en 203,560 dólares. En 2016, la casa de bolsa Bonhams también ofertó Tremblement de terre printanier por 1’147,500 dólares.