Mykonos ofrece una experiencia enriquecedora para aquellos visitantes que buscan tener contacto con la cultura. Hoy les recomendaremos dos galerías de arte sumamente atractivas, cuyas colecciones exponen la obra de singulares artistas plásticos, representantes de estilos contemporáneos.

 

 

RARITY GALLERY

 

Está ubicada en el centro de la ciudad y ofrece un momento único e insuperable. Al caminar por los pasillos reducidos de las calles de Mykonos, uno no imagina lo que las simples paredes blancas de la Rarity Gallery guardan detrás. Es como entrar a un mundo paralelo del arte, en donde toda previa vivencia artística se olvida momentáneamente. Desde 1995, esta galería logra convertir ese momento en una oportunidad original avalada por nombres importantes en el mundo del arte. Los cinco sentidos juegan un papel primordial ya que el arte que se presenta lo requiere.

Los artistas exhibidos varían en popularidad, nacionalidad y campos de trabajo. La pintura, la fotografía y la escultura son llevadas a otro nivel, otra dimensión, por artistas como Marc Sijan, Roberto Bernardi y Patrick Hughes; además de artistas de una nueva generación como Johannes Cordes, Jan Mikulka, Marcus Levine y Jaime Valero, entre otros. Se trata de un mundo paralelo que muestra nuevas formas de ejecución artística, las cuales son seleccionadas cuidadosamente. Algunos de los nombres imprescindibles de esta singular oferta son:

 

 

 

 

Zhuang Hong Yi

Es  de los artistas más impresionantes en la exposición del verano 2016. Reconocido por fusionar la escultura y la pintura, lo que da a su obra un efecto tridimensional. Como con la mayoría de los artistas presentados en la galería, el trabajo de Zhuang requiere que el visitante adopte un rol de participante dentro de la pintura; tal es el caso de su obra Rosa de Pétalos de Papel de Arroz. Si se observa de frente, el espectador-participante aprecia un tono color rosa mexicano casi uniforme; al situarse del lado derecho podrá percibir tres tonos diferentes de azul: claro, celeste y azul marino; y el lado izquierdo regala tres tonos de morado: lavanda, púrpura y violeta. Pareciera un acto de magia lograr tal cambio de colores dentro de un solo espacio, sobre todo en la manera sutil, verdaderamente hermosa, brillante, elegante y precisa con que juega con el público que no consigue entender cómo funciona.

Nacido en ShiChuan, China en 1962, Zhuang utiliza colores, temas, e incluso materiales como la hoja de arroz, flores de papel, entre otros, propios del arte Chino. En la década de los noventa, Zhuang se muda a los Países Bajos, de donde incorpora diferentes colores y técnicas, que dan como resultado una fusión del arte oriental con un toque de impresionismo. El amor por la naturaleza, la influencia impresionista, su simplicidad tan bella, la armonía de colores y formas ejecutadas a la perfección de manera tan humana, consiguen que sea posible apreciar su huella en el acrílico.

 

 

Francesca Pasquali

El trabajo de Pasquali se distingue por los materiales que utiliza: (sorbetes, espuma de poliuretano, globos o vasos de plástico), respetando su naturaleza, sin alterar o cambiar su color. Sus obras se pueden denominar como “cinética virtual”, ya que estudia el movimiento y el espacio, tanto del material como del lugar al que se adapta. Un cuadro realizado a base de sorbetes de diferentes largos, todos de color rojo, adheridos de tal forma que la obra aparenta ser una especie de bacteria aumentada proporcionalmente. El efecto del material de plástico visto desde lejos, junto con la agrupación de círculos de sorbetes, obligan al espectador a acercarse e inspeccionar la obra con el fin de entender qué es lo que la constituye y cómo lo hace. La interesante conexión entre lo orgánico y los materiales industriales es un poco irónica, ya que crea algo aparentemente natural con materiales inorgánicos.

 

 

 

 

Roberto Bernardi

La capacidad de detalle que Bernardi exhibe en sus obras es extraordinaria, impactante y magnífica. Es uno de los más reconocidos artistas del hiperrealismo: corriente artística que pretende igualar la realidad. Bernardi lo logra tan perfectamente que el participante duda si es una pintura o una fotografía, incluso después de acercarse no sabrá que es una pintura al óleo. Su temática se enfoca en imágenes cotidianas: lavaplatos, fregaderos, platos de frutas, puestos de revistas, máquinas expendedoras, zapatos para dama, etc.

El detalle con que ilustra las envolturas de plástico y los contenedores de vidrio para guardar dulces, junto con el manejo de la luz y los reflejos en su obra, son factores que lo han llevado a ser celebrado entre los grandes representantes del hiperrealismo y a exponer en diferentes puntos clave alrededor del mundo.

 

 

Hong Sung Chul

Las obras tridimensionales de Hong son producto de una mente brillante que dio luz a una técnica original que solamente él logra ejecutar de forma tan perfecta, basada en la impresión de imágenes sobre cuerdas elásticas —cada una con cierta combinación de colores que, al juntarse, crean la imagen—. Se centra principalmente en la figura humana, ya sean unas manos agarrándose sobre lo que parece ser un vacío, o una mujer de camisa blanca con las manos atadas con púas. Su técnica involucra al concurrente, quien deberá rodear la obra para entender cómo funciona y para analizar los diferentes ángulos que ofrece el trabajo tridimensional. El resultado es una imagen que a simple vista es uniforme, pero que a la vez se muestra distorsionada y fragmentada cuando se observa detenidamente.

 

 

 

Marc Sijan

La naturaleza y el realismo con el que trabaja Sijan es sobrenatural. Llega a tal punto que parece que sus esculturas se han movido, o están por hacerlo. Es tanta la perfección y el detalle que algunos de los visitantes quizás no noten que el policía en la esquina del cuarto no es un vigilante, sino parte de las obras de arte de Rarity Gallery. Sijan, reconocido escultor hiperrealista, las describe como un tributo, una narrativa de la vida actual y de los humanos que la conforman. Al observar una de sus obras es posible apreciar los poros, las arrugas y el vello de la magnífica figura; resalta la belleza en conjunto con la imperfección del cuerpo humano. Tal precisión en los detalles llevan a Sijan a pasar hasta un año de trabajo en una sola pieza. Ha realizado cincuenta exposiciones individuales, y su obra está incluida en las colecciones permanentes de más de treinta museos alrededor del mundo.

 

 

Anke Eilergerhard

A partir del 2004 trabaja de una forma única y especial en esculturas peculiares que parecen estar en movimiento, haciendo una pequeña pausa para el observador antes de derrumbarse ante el poder de la gravedad. La forma en que se emplea el material de silicón da la sensación de que se están derritiendo, pero terminan por vencer a las leyes gravitacionales. Se podrían definir como una ilusión de movimiento dentro de lo estático. A pesar de su oposición a la gravedad, sus esculturas siguen siendo frágiles. Cada fase se sostiene de la anterior con fuerza bruta. Las esculturas de Eilergerhard se balancean en una línea entre lo vulnerable y lo invencible. El público deberá rodear la obra analizando su estructura para apreciarla completamente.

 

 

 

 

MINIMA GALLERY

 

Desde los años 90, esta galería, ubicada igualmente en el centro de Mykonos, guarda otro tipo de sorpresas detrás de sus blancas paredes. En este espacio se exhiben trabajos de artistas griegos e internacionales. Dichos artistas griegos ofrecen un nuevo concepto del arte clásico. Entre ellos se incluyen paisajes, arte abstracto, fotografías y esculturas; es una gran oportunidad para que el visitante pueda abarcar diferentes géneros. El lema principal de Minima Gallery es que el valor de la obra es la obra misma, y no la del artista que la realiza. Así, deja de lado la fama que pudieran tener los artistas para enfocarse únicamente en el poder de la obra de arte. Para ejemplificar este concepto te presentaremos varios de estos artistas y sus obras.

 

 

Antonios Titakis

La obra asombrosa de Titakis, hiperrealista de pura cepa, abarca desde retratos hasta una suave ola en la orilla del mar. Hace gala de un talento innato y profundo, y tiene la capacidad de plasmar detalles de una realidad magistral. En la obra del rostro, llamada Silent Eyes, aun reparando en todos los detalles, el observador dudará que lo que tiene enfrente es una pintura al óleo y no una fotografía en blanco y negro. La ejecución es impecable en todo el sentido de la palabra. Otro ejemplo exquisito es su obra nombrada Seascape, donde logra emular el movimiento del agua, y lo hace de una manera muy delicada: casi podemos oler el mar, ver cómo rompe la ola, y hasta sentir la humedad de la espuma que salpica, y las pequeñas olas detrás, creadas por el viento. Es una obra de arte frágil y única, muestra de su gran talento.

 

 

Maria Filopoulou

Filopoulou es otro de los tesoros descubiertos en Minima Gallery. Muy acorde con la vida en Mykonos, elabora su trabajo en los tonos verdes y azules del agua. Posee un toque impresionista con el cual logra plasmar bella y simple la vida de la gente de mar: personas nadando, mujeres escalando las paredes de una cascada, o asoleándose a la orilla del mar. Los cuerpos desnudos toman vida en su obra y provocan un sentimiento de liberación, un deseo intenso por sentir el agua en los pies. La libertad, la paz y la felicidad son factores característicos en la obra de Filopoulou, y Mykonos es el lugar idóneo para exponer, ya que el público, después de visitar la galería, podrá disfrutar de las playas y sentirse como un personaje de uno de los cuadros.

 

 

Alexandros Yiorkadjis

Su ideología es que toda acción en el mundo físico comienza con un proceso interno individual, manifestado a través del lenguaje universal de los humanos: las emociones. Su objetivo es crear una relación con el visitante que le provoque una reflexión desde los sentimientos producidos por la obra, hasta el cuestionamiento de su propia existencia.

Yiorkadjis es uno de los más imponentes escultores que propone Minima Gallery. Sus piezas pueden llegar a ser atrevidas y desafiantes. Describe su obra Between the Being and to Be como la lucha eterna del ser humano para relacionarse con sus propios sentimientos y entenderlos. Plasma rostros frustrados, otros que parecen gritar; hay también brazos tapando la vista de sus propios rostros o los ajenos. En contraposición, otros representan la autorrealización; sus brazos descansan pacíficamente o se abren hacia el cielo, con un solo rostro en la paz del autoconocimiento y la autoconsciencia. El manejo del aluminio y la cera es extraordinario; brinda al público una vivencia única e individualmente desafiante.

 

 

 

Texto: Tala Chebaro ± Foto: Anke Ellergerhard / Francesca Pasquali / Hong Sung Chul / Marc SIjan / Roberto Bernardi / Zhuang Hong Yi / MINIMA GALLERY / ZASR / AZAMR / AMV / MINIMA GALLERY