El Polo es uno de los deportes de equipo más antiguos del mundo;  el primer certamen registrado ocurrió en el año 600 a.C. en el norte de Persia. La ruta que siguió para llegar a Occidente se marca a partir de las incursiones de los mongoles a través de Constantinopla. Luego llegó al Tibet, China, Corea y Japón donde se convirtió en un pasatiempo de la realeza; también se menciona a Egipto como otro de los lugares a donde llegó. Cada sitio practicaba el juego con diferentes reglas y modos; por supuesto aún no se nombraba Polo, lo cual sucedió en la India cuando comenzó a tomar forma. Allí se fundó el primer club de Polo en el año 1859 por ciudadanos ingleses. En 1874 en Hurligham (Londres) se jugó el primer partido, y se estableció la sede del Hurlingham Polo Committee, quienes redactaron las primeras reglas inglesas. A partir de entonces su práctica se ha expandido a 50 países.

 

 

 

 

El polo tiene profundas raíces en la historia deportiva mexicana. Fue introducido al país por la Familia Escandón-Barrón a finales del siglo XIX, cuando uno de sus miembros, Manuel Escandón y Barrón, Marqués de Villavieja, vio el juego en Newport, Estados Unidos de Norteamérica. En su primera etapa el deporte fue practicado exclusivamente por deportistas civiles, siendo el primer Club del país la sección de Polo del Jockey Club Mexicano, fundado en 1881. Entre los jugadores pioneros debemos mencionar a Carlos Rincón-Gallardo y Romero de Terreros, Duque de Regla y Marqués de Villahermosa de Alfaro, llamado también el Padre de la Charrería. En México las primeras canchas estuvieron en la propiedad de la Familia Escandón-Barrón en Tacubaya, y en el Hipódromo de la Condesa. Desde aquellos primeros años polistas europeos jugaron en México, entre ellos el español Luis de Errazu. La mejor actuación de México fue en el Campeonato Mundial de Polo de 1987 donde ganaron el subcampeonato. El equipo mexicano de Polo obtuvo  la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París 1900 y Berlín en 1936.

México contó con un gran polista, referente indiscutible de este deporte: Carlos Gracida, considerado uno de los mejores polistas del mundo, quien desafortunadamente falleció el 25 de Febrero  de 2014.

 

 

 

 

Guillermo Steta Mondragón, el corazón de la Federación Mexicana de Polo

Guillermo Steta Mondragón era un niño de 12 años cuando comenzó a jugar en el Club de Polo de Jajalpa. Guillermo Cisneros fue quien le enseñó a dar sus primeros golpes con el mazo; actualmente está calificado con 1 gol de hándicap. Su entrenamiento habitual lo realiza en el Club de Polo Tecamac y en la mayoría de los 16 Clubs Federados de todo México. Ha jugado en diferentes países del mundo, y ha tenido la experiencia de experimentar el polo en nieve (Aspen, Cortina y Chile) así como el conocido Beach Polo en Miami. Ha representado al equipo mexicano en países como Argentina, Chile, Colombia, Venezuela, India, España, Panamá, Barbados, Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y Alemania entre otros. En México, ha ganado la “Copa Agua Alta” en Costa Careyes y  la “Copa Sonata” en la India, así como la “Copa Embajadores” en varias ocasiones, tanto en Argentina como en México; también ha conquistado la “Copa Tecamac Challenge” con sede en el Campo Marte durante tres años consecutivos.

 

 

 

 

 

 

Mondragón es embajador de la Federación Internacional de Polo (FIP) desde el 2008 al 2016; miembro de la Confederación Panamericana de Polo, que está trabajando para regresar el Deporte del Polo a los Juegos Panamericanos 2019 en Lima, Perú, e intentar su inclusión en los Juegos Olímpicos 2020. Es miembro activo de la Asociación de Polo de Estados Unidos (USPA);  competidor participante en diversos Torneos al año en Santa Bárbara, en la “Copa Spreckels” de San Diego y las Copas de Newport y Washington. En el periodo 2011 – 2015 comenzó su labor como Presidente de la Federación Mexicana de Polo, cargo para el cual fue reelegido  y que ocupa consecutivamente a partir del 2015 y hasta el 2019. Gracias a su ardua labor y participación como Deportista y Directivo ha logrado un resurgimiento del Deporte del Polo Mexicano a nivel Nacional e Internacional.

Como Presidente de la Federación Mexicana de Polo, ha sido un orgulloso testigo de exitosos eventos de talla internacional como el “British Polo Day” celebrado en Querétaro desde el año 2013 con la participación de equipos con jugadores Ingleses (hombres y mujeres);  así como de la “XVIII Copa Agua Alta” que se realiza año con año en el Club de Polo Costa Careyes, en Guadalajara, Jalisco. Su vínculo siempre creciente con este deporte que lo apasiona continúa hoy con más fuerza y compromiso.

 

 

 

 

 

Texto: Federación Mexicana de Polo ± Foto: Federación Mexicana de Polo / Jorge Reyes