Propiedad del rey de Marruecos, Royal Mansour Marrakech es un oasis palaciego creado por más de 1,500 artesanos, como una oda a la arquitectura tradicional marroquí.

Se trata de un retiro tranquilo a unos pasos de la medina, con 1.6 hectáreas de exuberantes jardines privados ubicados entre senderos. Al mismo tiempo, el huésped disfruta de un acceso rápido a los íconos culturales de la ciudad, desde los jardines Majorelle hasta la Plaza Jemaa el-Fna.

En el Royal Mansour Marrakech, las habitaciones y suites del hotel han sido reemplazadas por riads de superlujo, diseminados alrededor de una medina rodeada de callejones floridos y puertas enigmáticas. Cada riad está decorado de manera única, y su distribución varía de los 140 m2 a los 1,800 m2.

También cuenta con el Spa Royal Mansour de 2,500 m2, localizado dentro de la propiedad, y el nuevo estudio, Atelier d’Artiste, en un invernadero con paneles de vidrio, para albergar una gran cantidad de actividades de bienestar, que incluyen cerámica, fotografía, land art y bordado, dirigidas por terapeutas de arte, donde cada sesión inicia con una meditación guiada

Ubicado entre limoneros y palmeras, una novedosa experiencia gastronómica privada, acertadamente titulada The Nest, que se eleva 5 metros por encima de los jardines, con vistas ininterrumpidas de Marrakech y la torre Atlas de la Mezquita Koutoubia. Con capacidad para ocho comensales, el comedor al aire libre de 40 m2 es una extensión de Le Jardin, que ofrece un menú de fusión mediterránea y asiática del chef Yannick Alléno, galardonado con una estrella Michelin.

La oferta culinaria fue ampliada con el restaurante italiano, Sesamo, dirigido por el chef Massimiliano Alajmo, poseedor de una estrella Michelin, complementado con la cocina creativa de La Grande Table Marocaine. Las hierbas y vegetales provienen de un huerto del hotel, que serán utilizados en los restaurantes.

Recientemente fueron remodelados los jardines, con un diseño inspirado en las prácticas agrícolas tradicionales marroquíes, un homenaje a la antigua muralla de Marrakech que ahora bordea la propiedad. También se agregó una piscina de 600 m2, rodeada por una amplia terraza para descansar, así como siete cabañas disponibles para tratamientos de spa junto a la piscina y cenas privadas.

Por último, un pabellón para niños, Le Jardin de Lila, abrió con un menú de actividades que abarcan la cultura local, incluidas arte marroquí, lecciones de árabe y clases de baile.