Inspirado para sus líneas exteriores en las embarcaciones italianas y alemanas de los años de la década de 1940, preserva esa imagen clásica que se mantiene en el tiempo y que singulariza a la producción de Sanlorenzo. Esta bella embarcación está lista para asegurar una impresionante velocidad constante de 18 nudos. 

Gracias al esfuerzo por optimizar el diseño interior, el espacio disponible a bordo es comparable con el que tienen yates de mayor envergadura. La plataforma principal está desarrollada enteramente en un solo nivel, característica que es difícil de lograr incluso en embarcaciones grandes.

 

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El SD92 podría convertirse en la embarcación ideal para vivir aventuras remotas, pescar, bucear... La clave de su versatilidad es el diseño del casco que se desliza por el agua sin resistencia alguna.

Configurado para largas horas de entretenimiento, su diseño exterior puede adaptarse a una amplia variedad de necesidades según los gustos de su propietario. Un techo de metal da sombra al timón, y cuenta con un bar abierto y una mesa de comedor a popa en forma de un embudo majestuoso que domina la plataforma de puente.

De igual forma, a popa el puente se convierte en asoleadero, rodeado por un borde en forma de baranda alta, de manera que los que deseen asolearse pueden gozar mejor de la vista y la brisa. Su plataforma a popa tiene un área alfresco más protegida, con escaleras a cada lado dirigidas hacia abajo a la plataforma de nado, mientras su travesaño ofrece un passarelle y garaje para moto acuática (PWC).

Sus cuatro camarotes son generosos e incluyen una habitación maestra en la plataforma principal y una habitación VIP en el piso de abajo, ambos con interiores capaces de ser personalizados, que sin duda cubrirá sus expectativas.  

 

 

Características

Eslora

27.74 m

Manga 

7.20 m 

Calado

1.82 m

Peso (descargado)

75,999 kg

Capacidad de combustible

15,902 L

Capacidad de agua

2,271 L

Motores 

2/1,015 HP Caterpillar C18

Diesel

Velocidad crucero

16 nudos 

Velocidad máxima

18 nudos 

 

 

Texto: Rafael Luna Grajeda ± Foto: Cortesía Sanlorenzo Yacht