El sueño del Sibarita

Como el título del artículo destaca, éste puede ser considerado el yate de ensueño para el sibarita, ya que cuenta con más espacio para disfrutar del sol que embarcaciones del doble de su tamaño. Gracias a la utilización de vidrio en todos los puntos posibles y aprovechando el espacio al máximo, se dispone de gran cantidad de espacio al aire libre, por ejemplo el asoleadero de proa para dos personas o el asoleadero de popa para dos o tres, unido a una sala exterior. El techo está compuesto casi en su totalidad por vidrio, además de que es corredizo justo en el medio (por encima de la mesa de la cubierta principal). Lo que nos da la libertad de comer en un ambiente cerrado o abierto, dependiendo de nuestro humor. Además, casi toda la cubierta principal está hecha de vidrio, únicamente las columnas de apoyo son de metal.

El almacenamiento es algo en lo que se pensó mucho al construir este yate, ya que se buscó el aprovechamiento máximo del espacio, prueba de esto es el garage de popa que tiene espacio para la lancha de apoyo (tender), para el equipo de buceo y demás juguetes marinos. El interior no es la excepción, puesto que por donde quiera hay espacio para almacenar, maletas y otros objetos, pero todo el espacio posible se utiliza para ello.

Ampliar

En la cubierta principal lo que más llama la atención es el centro de control, ubicado a la mitad de la embarcación y a estribor, lo que permite una visibilidad excelente, tanto hacia el frente como a este costado. Todo el puesto de mando está diseñado ergonómicamente y por ello los instrumentos y controles son de fácil acceso y lectura, aun en condiciones difíciles. El asiento está pensado para lograr la comodidad y, por tanto, se disfruta de la embarcación en este lugar, como en todo el yate.

Ampliar

A pesar del tamaño de esta embarcación, hay tres cómodos camarotes en la cubierta inferior, dos con camas matrimoniales (al centro y en la proa), ambos con baño propio; el de proa es el VIP y el del centro de la embarcación es el del dueño. Enfrente de la sala de estar, que a su vez sirve como comedor, se encuentra la cocina con todo lo que un chef necesita para hacer los platillos destinados a los paladares más exigentes. Desde la cocina hacia la popa se encuentra el otro camarote, con camas gemelas, y el baño es el de las áreas comunes que se encuentra cruzando el pasillo.

En conclusión, es una embarcación que cumple con las demandas de los más exigentes, sin ser muy grande, en cuanto a eslora, pero sí respecto a las prestaciones, comodidades, espacio y, sobre todo, diversión.

Ampliar

Ampliar

Texto: Edmundo A. Eguiarte ± Foto: Gobbi Atlantis.