Princess 61

Tomando como referencia a los hermanos de clase del 61, podemos decir que se encuentra justo en el medio del rango que va desde los 42’ hasta los aproximadamente 82’ (25 metros). Es de suponerse que sea el nexo entre los “grandes” y los “pequeños” de la Casa, haciendo la obvia referencia a los yates de puente elevado (flybridge).

Esta es una finísima embarcación, donde toma especial lugar la estabilidad del casco en “V”, que hace que aun a grandes velocidades los seis pasajeros para los que tiene espacio esta embarcación no perciban grandes movimientos ni el golpeteo constante con el mar. Por fuera, la madera de teca tratada da confort, resistencia a la corrosión y belleza, que todo buen yate debe tener, además de la combinación de los tapizados, claros en su mayoría, que dan un contraste bastante agradable.

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Gracias al empeño que puso Princess en este yate, la sensación es la de uno más grande. Por ejemplo, el gran salón puede convertirse en área para fiesta, gracias al acceso que se puede crear al juntarlo con la cabina o puente de mando, aprovechando la doble función que se le puede dar al estar atracado. Fuera del ambiente de festejo, la cubierta principal es el lugar donde suceden la mayoría de las cosas a bordo durante el día, ya que es el área de convivencia por excelencia. Además, ahí se localiza la cocina, muy bien equipada, con un refrigerador doble, fábrica de hielos, lavaplatos y suficiente espacio para almacenar todo lo necesario. Hacia proa de la cocina encontramos el puente de mando interior que nos provee una excelente visibilidad resguardados del exterior, inclusive en mares embravecidos. Aquí la tecnología hace gala en grande y permite que dos personas disfruten de la visión y del control del poder de esta embarcación f3n, evidentemente más que un área exclusiva para el manejo es un área para disfrutar.

En el puente elevado es otra área diseñada expresamente para el disfrute, ya que cuenta, además de otro puesto de control con su propio wetbar y suficientes asientos para una buena tornamesa o un excelente brunch, con un fregadero y una parrilla eléctrica. Si lo que importa es disfrutar de la calidez del sol el lugar ideal es el camastro en la parte trasera, hacia popa, de la cubierta.

Ya en el interior y hacia la popa hay un camarote con camas gemelas, que comparte el baño común de esta cubierta. Al lado y hacia estribor está el camarote VIP, con una cama matrimonial, baño particular y suficiente espacio para el almacenaje de todo tipo de objetos. Totalmente en la popa encontramos el camarote del dueño que cuenta con una cama matrimonial y un baño privado más amplio que el del camarote VIP. En esta cubierta se ofrece la opción de un camarote para tripulación ubicado en la popa, pasando el cuarto de máquinas, con dos camas individuales y un baño propio.    

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Texto: Edmundo A. Eguiarte ± Foto: Princess