Open Exquisito

Una de las firmas constructoras de yates más afamadas presenta este barco que se puede describir con una sola palabra: exquisito. Lo anterior obedece a que Azimut ha hecho hincapié en todos los detalles importantes en un yate: exclusividad, belleza, formas limpias, equipamiento, diseño, decoración, etcétera.

Es el segundo de la nueva línea (los open) de Azimut. El hermano menor del 86S es el 68S, que fue el parteaguas para la marca. Lo que distingue a estos yates de los demás es el interior con acabados ultramodernos con tendencia minimalista y maderas oscuras en contraste con textiles claros. Un punto muy importante es que estos yates tienen dos cubiertas, destacando la principal en la que encontramos la terraza con vista panorámica, y el interior propone un ambiente de sofisticación. Con los debidos ajustes, la cubierta principal se convierte en un espacio muy amplio, que va desde el puesto de mando —equipado con tres asientos deportivos en piel, además de lo último en tecnología— hasta la terraza.

En cuanto al diseño se puede empezar por decir que es puramente italiano, muestra inequívoca de calidad y belleza, y en especial el 86S sigue líneas rectas muy sutiles. En el exterior encontramos una mezcla de ventanas cuadradas, circulares y ovales, que a pesar del antagonismo que pudieran crear están distribuidas con tal maestría que forman un conjunto armónico impresionante.

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Pasando a aspectos más técnicos, este yate cuenta con los motores más potentes de toda la línea Azimut. Con una velocidad máxima de 45 nudos la experiencia de manejo no deja de ser un placer para los sentidos, ayudados indiscutiblemente por todos los adelantos tecnológicos, como el touchscreen situado al centro de la consola de controles. En el exterior, su carácter deportivo está enfatizado por el color rojo del casco y las seis ventanas cuadradas localizadas al centro de las caras laterales de la embarcación. Estas ventanas se han vuelto la firma de Stefano Righini para la línea “open” de Azimut. Además, destaca el limpio diseño de todo el casco, el cual está construido en su totalidad con una mezcla de resinas, fibra de vidrio y fibras de aramid (una especie de compuesto plástico). Gracias al diseño y a la planeación exhaustiva tiene espacio en la popa para un garaje, con suficiente lugar para una embarcación pequeña y un jet ski.

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Otro de los muchos aspectos que resaltan es la excelente visibilidad que se tiene en el puesto de mando. Esto se debe, en gran medida, a la enorme ventana frontal que retoma el contorno de “aleta de tiburón” que tienen generalmente los yates con cubierta superior tipo “fly bridge”.

En lo que corresponde a la parte recreativa, Azimut no ha dejado ningún “cabo suelto”, ya que en la cubierta principal encontramos un lounge dispuesto de manera totalmente armónica, y sobre todo con espacios flexibles para distintos fines. Cuenta con una TV de plasma, una mesa plegadiza, que duplica su tamaño gracias al diseño pensado con ese fin, que sirve confortablemente para un desayuno informal o una cena elegante.

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Texto: Edmundo A. Eguiarte ± Foto: Azimut.