Percheron, un espacioso y elegante explorador

El astillero italiano Cantiere delle Marche, famoso por construir embarcaciones de la talla de Stella di Nord y Noga, lo ha hecho otra vez: construyó una nueva obra maestra, el segundo Darwin Class ’86, una embarcación Explorer de 26 metros en acero y aluminio, cuyo diseño corrió a cargo de Sergio Cutolo de Hydro Tec.

“Llamamos al yate Percheron, una raza francesa de caballo de tiro, originario de la provincia de La Perche, cerca de Normandía”, relata el dueño de la espectacular embarcación. “Como raza es conocido por su resistencia, tenacidad y adaptabilidad a diferentes climas y condiciones. Creo que el Darwin es todo eso”, comenta sobre su propiedad, que será presentada en septiembre durante el Festival de la Plaisance en Cannes y hará su debut en Estados Unidos, en los shows de Fort Lauderdale y Palm Beach.

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“Los yates que construimos en Cantiere delle Marche (CdM) están diseñados a la imagen de sus dueños”, dice Ennio Cecchini, CEO de CdM. “Percheron en particular, sobresale por sus propósitos principalmente familiares: los dueños saldrán de Cannes, cruzarán el Océano Atlántico y llegarán al Caribe y Florida. Después se dirigirán a Sudamérica, hasta las costas argentinas. De ahí, cruzarán el Canal de Panamá para alcanzar las Islas Galápagos”, agregó.

El nombre Darwin Class no es una casualidad. Hace referencia al padre de la evolución, pues su objetivo es lograr la evolución de la “especie” de los yates sin cambiar el ADN que hace de estas embarcaciones las más buscadas por los amantes de los mares. En sus 26.10 m guarda características poco vistas en este tipo de embarcaciones, como motores de dimensiones de uso pesado y el casco construido con láminas de acero extra gruesas, además de detalles de diseño que normalmente se encuentran en barcos con más de 40 m de eslora.

“El diseño interior del yate se distingue gracias a la linealidad y ligereza de los materiales: madera de olmo y barniz blanco, detalles geométricos de carpintería, vívidos textiles étnicos diseñados por la Maison Hermès Paris, y una profunda atención a los espacios para los niños. Todo ha sido pensado considerando la personalidad y los planes de viaje de los dueños”, agregó Vasco Bunopensiere, director de Ventas y Marketing del astillero italiano.

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Para los interiores se usó iroco, una madera conocida por su resistencia. Algo ideal cuando se toma en cuenta que el barco fue personalizado para una familia grande. Cuenta con cómodos sofás y cuatro cabinas, donde duermen cómodamente ocho personas, además de las dos cabinas para tripulación. Tiene también un cuarto de juegos con variadas opciones de entretenimiento, que reúnen a la familia. Además de espacios amplios en sala y comedor. La cocina es igual de espaciosa, con tres refrigeradores, área de lavado y hasta un pequeño desayunador. Las vistas son espectaculares desde diversos puntos interiores. Un verdadero explorador a todo lujo.

En cuanto a los exteriores, el Darwin también sobresale. Los invitados a esta embarcación de ensueño podrán apreciar los pisos de chapa de olmo y roble, además de su solarium con sofás, sillones y camastros, perfectos para la odisea caribeña de Percheron. Sin duda es un barco para disfrutarse de las Bahamas a las Antillas.

Está claro que el dueño de Percheron quedó completamente satisfecho: “El diseño es superior. Sergio Cutolo hizo un gran trabajo fusionando forma y función. Ninguno de los otros astilleros se le compara. Los espacios interiores y exteriores no tienen rival. Regularmente tenemos familia y niños a bordo así que básicos como desplazamiento completo, robustez, estabilidad y seguridad tomaron gran importancia”.

Entre otras ventajas de la embarcación está el amplio cuarto de máquinas, con espacio suficiente para acceder debajo del motor, lo que hace la experiencia de mantenimiento mucho más sencilla. En este cuarto es donde se hace patente el trabajo de ingeniería, que construye el barco pensando primero en la funcionalidad, y después en los detalles.

La familia que hoy viaja en este explorador estuvo involucrada en la personalización de su nuevo hogar en el mar de principio a fin: “Visitar el astillero durante la construcción fue una gran experiencia. Cada pieza está cortada a mano y hecha a medida, pieza por pieza, soldada, clavada, conectada y pintada, todo es personalizado. Es un trabajo de verdaderos artesanos, y Cantiere delle Marche tiene a algunos de los mejores. Disfrutamos nuestras visitas no sólo porque estábamos ansiosos de ver cómo estaba todo, sino porque era muy divertido. Puede sonar como un cliché decir que nos sentimos parte de la familia Cantiere delle Marche, pero es cierto”.

Nadie describe la sensación de viajar en Percheron mejor que su dueño: “Lo mejor del Darwin es que puede ir a cualquier parte. Mientras el mundo se hace cada vez más pequeño y sus mares cada vez más llenos de gente, es increíble poder considerar, de forma segura, destinos aún inexplorados”.

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Texto: Cantiere delle Marche ± Foto: Cantiere delle Marche