Inspirado en el Rolls-Royce Boat Tail, fue diseñado y modelado el Falcon Tender por GreenJoy Studio.
Ivan Joy, el “ojo artístico” de GreenJoy, siguió su intuición de atraer a los amantes de los vehículos de lujo. Joy se sumergió en la marca y el modelo británico para extraer su “alma automovilística” y aplicarla en el tender. Para GreenJoy es su debuy en el mundo náutico, un proyecto que será construido por Falcon Tenders.
Especializado en la producción de limusinas marítimas personalizadas y embarcaciones abiertas para propietarios de superyates, Falcon Tender resultó el socio perfecto para desarrollar el Falcon Shuttle, que estará diseñado completamente a medida para cada unidad al requerir de un espacio específico en el garaje de los superyates para cumplir su misión.
Por su tamaño, los navíos ya no necesitarán entrar en el puerto deportivo y el propietario tenga que esperar en cubierta para conducir su vehículo; mientras esté vacía la popa del tender.
El concepto, un original catamarán a medida para superyates de más de 80 metros, introduce una funcionalidad sin precedentes para ofrecer al propietario una nueva posibilidad de almacenamiento y transporte de su automóvil.
La embarcación auxiliar fue concebida por Philip Greenberg e Ivan Joy, socios fundadores de Green Joy, un laboratorio de productos de lujo, para Falcon Tenders, constructor británico de embarcaciones auxiliares personalizadas para superyates.
“Hay muchas embarcaciones de desembarco para vehículos utilitarios en la playa, pero Falcon Shuttle es la primera capaz de entregar automóviles exóticos de baja altura directamente a la carretera. Muchos propietarios ya traen Ferraris y Bugattis a bordo, pero el sistema de grúas es tardado y requiere que los enormes yates ingresen al puerto, mientras que los propietarios esperan en cubierta”.
Philip Greenberg, socio de GreenJoy Studio.
El éxito está asegurado gracias a la combinación de una estética cuidadosamente perfeccionada y una funcionalidad sin precedentes que promete cambiar la forma en que los propietarios llegan a sus destinos y llevan consigo sus automóviles de lujo.