Casi 94 años después de su botadura, Atlantide ha sido completamente renovado y revitalizado por los artesanos de Huisfit by Royal Huisman.
En enero de 2021, este histórico Little Ship of Dunkirk de 37 metros, galardonado con varios premios, llegó como cargamento de cubierta desde Estados Unidos y entró al astillero para reparaciones y modificaciones interiores.
En noviembre de 2023, zarpó de Huisfit después de una reconstrucción completa con el 40% de su casco, cubierta y armazones reemplazados, su interior completamente rediseñado y todos los sistemas a bordo, excepto sus motores diésel Gardner originales, completamente revisados o reemplazados.
Como el equipo de reacondicionamiento no había visto el barco fuera del agua hasta que fue sacado al astillero, aún había que determinar el alcance real del proyecto. No pasó mucho tiempo antes de que los trabajadores descubrieran lo que parecía ser una grieta en el casco. Temiendo lo peor, comenzaron a hurgar y tocar la grieta. Cuando los pedazos caían al suelo, se sintieron aliviados al ver que era material de relleno, no acero descascarado, pero había una cantidad sorprendente, de cinco centímetros de espesor en muchos lugares.
La magnitud total del problema se reveló cuando el casco y la cubierta se pulieron hasta dejar el metal en bruto, exponiendo la estructura abollada y deformada. La renovación exterior se volvió más complicada.
El puente de mando conserva el estilo original, combinado con tecnología digital.
Mientras tanto, el equipo que evaluaba el interior descubrió que las filtraciones continuas en la cubierta habían provocado que los mamparos interiores, los sustratos de MDF y los elementos empotrados se mojaran. Una reparación sencilla del interior se convirtió en una orden para reemplazar todo.
Con el interior desmantelado hasta el metal, se pudo cubrir cada centímetro con un nuevo aislamiento, incluidos paneles antitambores, antes de comenzar a enmarcar el nuevo interior. Si bien Jim Clark, dueño del barco deseaba que el perfil de posguerra del Atlantide permaneciera intacto, quería simplificar el estilo del interior, reemplazando las elaboradas características Art Decó instaladas por el propietario anterior.
La timonera es la única área del yate con un interior de teca que combina con la teca barnizada brillante del exterior. Es un bonito homenaje a la tradición. El 95% de los accesorios exteriores de bronce son originales y fueron restaurados. Con todos los techos originales quitados, rehacer el plan de iluminación fue una decisión fácil y el diseño de deVosdeVries incorporó el mismo tipo de iluminación ambiental que los propietarios disfrutan en Hanuman.
Botado en 1930, Atlantide recuperó su estilo original.
Deshaciendo modificaciones bien intencionadas
Caleta, como se la llamó en su lanzamiento en 1930, originalmente estaba pintada de blanco con una superestructura de teca barnizada y una chimenea negra. Cuando fue tomada por la Marina Británica para su uso en la Segunda Guerra Mundial, sus características de yate desaparecieron. Los elementos de alto mantenimiento, como el trabajo brillante de teca, se les dio una capa opaca de pintura marrón, pensada para proteger la madera hasta el momento en que se devolviera al servicio de yates.
En el camino, sus posteriores restauraciones de yates primero ampliaron la caseta de cubierta principal y luego la reconstruyeron en aluminio, cubriéndola con una caseta de puente de teca. Pero el aluminio y el acero no se llevan bien juntos y, aunque se hizo un esfuerzo para aislar los dos materiales, cuando se desmanteló el yate para este proyecto, la corrosión galvánica era evidente y era necesario reemplazar mucho más que la unión.
El barco parece haber sido siempre un poco asimétrico –un capitán anterior notó que no navegaba del todo recto– sin embargo, 93 años y la acción de la guerra habían pasado factura. En algunos lugares, las placas de acero del casco se combaban contra los marcos. En lugar de reemplazar la placa de acero deformada que por lo demás estaba en buen estado, los carpinteros de barcos calentaron y estiraron cuidadosamente el metal, ayudándolo a aplanarse mientras se enfriaba, de modo que se necesitara menos relleno para un acabado suave.
El corazón de Atlantide sigue en perfecto orden
El embalaje de un par de motores de 3,635 kg no resultó una tarea fácil, especialmente porque nunca se previeron aberturas de parche blando para las cubiertas de Atlantide. Para minimizar los daños, se colocó una única abertura de 2.5 m Se cortó un agujero en el casco de babor y se soldó una grúa de pluma temporal a la sala de máquinas superior para que los motores Gardner de 8 cilindros y 255 hp se deslizaran fuera del casco y se enviaran a casa para un reacondicionamiento completo.