Nueva York fue el escenario elegido para el debut oficial del Vesta56, un superyate de 56 metros de Baglietto, que representa la convergencia de tres fuerzas creativas excepcionales: la tradición de excelencia de Baglietto, el diseño exterior de Enrico Gobbi (Team for Design, Venecia) y la visión interior de Meyer Davis, estudio multidisciplinario con sede en Nueva York.
Esta colaboración transatlántica dio forma a una embarcación que viene a transformar la experiencia de vivir en el mar.
Desde su fundación en 1854 por Pietro Baglietto, el astillero italiano ha sido sinónimo de artesanía náutica, innovación y diseño. Su icónico logotipo de la gaviota representa una visión que ha evolucionado durante más de 170 años, manteniéndose fiel a una filosofía que combina tecnología de vanguardia con un estilo eterno.
En palabras de Fabio Ermetto, director comercial de Baglietto: “Vesta56 es la expresión de nuestra filosofía. Con las elegantes líneas exteriores de Gobbi y la visión fresca y sofisticada de Meyer Davis, creamos algo extraordinario: una experiencia que evoca belleza, innovación y equilibrio”.
El diseño exterior, a cargo de Enrico Gobbi, destaca por un lenguaje visual dinámico, de líneas tensas y proporciones estilizadas. La cubierta de popa, con voladizos ultrafinos que evocan alas de avión, y un acristalamiento continuo, acentúan la inspiración aeronáutica. Todo el conjunto transmite fluidez y energía, incluso en reposo.
Entre sus características más distintivas se encuentran la cubierta de proa abierta, dedicada exclusivamente al propietario, y una piscina infinita en la plataforma de popa, que establece una conexión directa con el mar. Las zonas clave, como el salón principal y la suite del propietario, cuentan con grandes ventanales que enmarcan vistas panorámicas, mientras que las formas curvas del acristalamiento refuerzan la sensación de ligereza.
El diseño interior, concebido por Meyer Davis, convierte al Vesta56 en un refugio íntimo y elegante, guiado por el simbolismo de su nombre: Vesta, diosa romana del hogar. La propuesta no busca deslumbrar por el espectáculo, sino conmover con su calidez. “Cada material, curva y proporción está imbuida de la intención de reflejar ese espíritu”, explica Gray Davis, cofundador del estudio.
La paleta de materiales evoca lo táctil y lo atemporal: travertino, rafia, cuero coñac y acabados en antracita se combinan con formas suaves y mobiliario empotrado. Cada cubierta se despliega como una sucesión de momentos íntimos y funcionales, desde el salón principal y el comedor hasta los espacios sociales superiores. Las paredes de cristal retráctiles diluyen el límite entre el interior y el océano, creando una experiencia inmersiva.
La suite del propietario, especialmente diseñada, combina objetos de diseño emocional con una cuidada procedencia, ampliando la noción de lujo hacia un concepto de pertenencia y arraigo. Según Will Meyer, también cofundador: “Diseñamos el yate para que envejezca con gracia, acumulando historias a medida que navega. El Vesta56 es un santuario, no un espectáculo”.
Esta colaboración entre Baglietto, Team for Design y Meyer Davis no solo establece un nuevo referente estético y funcional, sino que reafirma una visión compartida: la de crear embarcaciones que no solo se admiren, sino que se vivan.