El Magellano 27M de Azimut inaugura el tercer capítulo de una historia evolutiva. De su espíritu explorador surge una forma novedosa de abrazar el mar, donde el espíritu de descubrimiento se funde con la elegancia de la vida.
No es simplemente un nuevo superyate, ni un simple Voyager de 26.2 metros de eslora y 6.85 m de manga. Es una filosofía de viaje en sí misma, donde la libertad se funde con la serenidad en el mar, a medida que la robustez de largo alcance del crossover se fusiona con un estilo de diseño interior íntimo y conmovedor.
Su singularidad interior y natural encuentra su contraparte natural en el Magellano 27M, un yate cuyo carácter refleja el suyo propio: único, seguro y lleno de carisma. Esta singularidad compartida también proviene de la visión de sus creadores: el diseñador finlandés Jarkko Jämsen, que dio forma a los exteriores, y AMDL Circle & Michele De Lucchi, que llevaron su filosofía arquitectónica al mar por primera vez.
Cuando la naturaleza diseña
El diseñador de exteriores Jarkko Jämsén construyó el concepto en torno a una idea radical: el Magellano 27M es una obra de arte viviente in situ, concebida no para dominar la naturaleza, sino para existir a través de ella, revelando su belleza únicamente en el diálogo con los elementos.
Al despojarse de lo superfluo y revelar la forma pura, el Magellano 27M se transforma en un espejo donde el mar, el cielo y la luz componen infinitamente sus superficies.
En el corazón del proyecto se encuentra la terraza principal, concebida como una vasta loggia (zona conectada directamente al exterior en uno o más lados por una serie de arcos) sobre el mar: un espacio acristalado, inmerso en la luz y articulado por elementos arquitectónicos de madera que evocan pérgolas y patios mediterráneos.
El resultado es un entorno suspendido entre el interior y el exterior, un lugar donde el paisaje se integra a la vida cotidiana y donde el diseño no divide, sino que filtra, acompaña y protege en continuidad con la naturaleza. Tiene capacidad para 10 huéspedes, ubicados en cinco cabinas, y una tripulación de tres.
La luz natural se considera un material en sí misma. Entra con intensidad, como en alta mar, pero se suaviza y se calienta gracias al amplio uso de madera clara que reviste paredes, techos y mobiliario. El resultado es un ambiente luminoso, íntimo y envolvente, donde la luz vibra y guía la mirada.
Los detalles de metal y madera completan el proyecto con un acento sofisticado, donde la esencia de la naturaleza se encuentra con la precisión contemporánea en una arquitectura de elegancia, profundidad y alma que resuena con la visión de Jämsén, donde la solidez se funde con el movimiento y el rigor fluye hacia la gracia.
Impulsado por un par de motores MAN de 1,400 hp (con la opción de un modelo de 1,650 hp), ofrece una velocidad máxima de 21 nudos y 16-18 nudos de velocidad crucero.