En un universo donde la innovación tecnológica suele marcar el pulso del diseño náutico, Boardwalk demuestra que la verdadera sofisticación también puede encontrarse en el respeto profundo por la tradición.
Este nuevo superyate de Lürssen de 117 metros de eslora, es una declaración de principios: líneas clásicas, proporciones equilibradas y una lectura contemporánea del lujo que huye de lo efímero para instalarse en lo permanente.
Inspirado en los códigos más reconocibles de la navegación clásica, Boardwalk ha sido concebido por los estudios de Frank Woll y Amy Halffman, dos nombres que entienden el diseño como un ejercicio de coherencia y sensibilidad. El resultado es un yate de estética serena y poderosa, donde cada trazo parece responder a una lógica que trasciende modas. Aquí no hay gestos estridentes: hay intención, experiencia y memoria náutica.
Un elemento clave en el desarrollo del proyecto ha sido la implicación directa de su propietario. Lejos de limitarse a una supervisión superficial, participó activamente en todas las etapas del proceso creativo, desde la distribución general y el flujo a bordo hasta la definición del lenguaje interior y exterior. Esa colaboración cercana se traduce en un yate profundamente personal, diseñado no solo para impresionar, sino para vivirse.
Pensado como un auténtico refugio familiar junto al agua, Boardwalk prioriza la habitabilidad y la convivencia. Sus amplias cubiertas ofrecen múltiples zonas de entretenimiento, cuidadosamente integradas para favorecer una conexión constante con el entorno marino. Cada espacio invita a compartir, descansar o simplemente contemplar el horizonte, reforzando la idea del yate como un hogar flotante.
La apuesta por un estilo de vida saludable es otro de los ejes del proyecto. A bordo se encuentra un gimnasio de generosas dimensiones, un putting green que añade un toque lúdico al día a día en el mar y dos helipuertos, uno de ellos completamente certificado y ubicado en la proa de la cubierta de invitados. Esta configuración no solo aporta funcionalidad y seguridad, sino también una gran flexibilidad operativa.
Antes de su entrega prevista para 2026, Boardwalk será sometido a las últimas mejoras de equipamiento en el muelle del astillero, incorporando tecnología de vanguardia que convivirá armónicamente con su espíritu clásico. Fiel a la filosofía de Lürssen, este superyate no busca llamar la atención por exceso, sino por excelencia.
Boardwalk es, en definitiva, una celebración del diseño atemporal y del lujo entendido como bienestar, equilibrio y permanencia. Un yate que no solo navegará mares, sino también tradiciones, y que confirma por qué Lürssen sigue siendo una referencia indiscutible en la élite mundial de los superyates.